Por Jordi TRUJOLS
Periodista de nuestra asociada RNU
Entre enero y marzo, 27 menores
fueron usados para cometer
ataques suicidas, en
comparación
con los 30 de 2016.
Foto: UNICEF/Tremeau
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El estudio presentado este miércoles señala que durante los
tres primeros meses del año 27 menores fueron usados para cometer ataques
suicidas, en comparación con los 30 de 2016.
El portavoz de UNICEF, Christophe Boulierac dio más
detalles.
"En los últimos tres años, 117 niños fueron empleados
para perpetrar ataques con bomba en la cuenca del lago Chad. Alrededor de un 80
por ciento de los atentados fueron perpetrados por niñas", dijo.
Esta situación provoca que los menores sean vistos con
creciente temor en los mercados y puestos de control, ya que se sospecha que
puedan llevar explosivos.
Por otro lado, el estudio afirma que muchos de los niños que
consiguen volver a sus hogares, mantienen en secreto los sucesos que
experimentaron durante su cautiverio por temor a la estigmatización o
represalias violentas de su comunidad.
Las medidas que UNICEF propone para proteger a los menores
incluyen poner fin a las graves violaciones cometidas por Boko Haram, trasladar
rápidamente de entornos militares a civiles a los menores detenidos por
supuesta asociación a grupos armados y proteger a los menores separados de sus
familias.
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