De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Llama la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a
sociedad y autoridades a intensificar trabajos conjuntamente para erradicar el
rechazo, abusos o segregación que padecen las niñas y niños que viven con VIH.
Para esta Comisión Nacional, los menores de edad que viven
en esa situación no sólo enfrentan la amenaza a su condición de salud, sino que
la pandemia los priva, en muchos casos, de la atención y el cuidado de sus
padres, además de que son estigmatizados y discriminados por la sociedad.
En el marco de la conmemoración del Día de la Niñez en
nuestro país, así quedó de manifiesto en el foro “Las niñas y los niños
exigimos que se respeten nuestros derechos humanos. Acciones encaminadas a
desarrollar los ODS en relación al VIH y la infancia en México”, y en
cumplimiento de su responsabilidad de promover y difundir el derecho a
disfrutar del más alto nivel posible de salud a las niñas y los niños, así como
el desarrollo pleno de sus facultades, mediante este foro se generaron
discusión y propuestas para garantizar los derechos humanos de la población
infantil afectada por el VIH.
De acuerdo con información del Centro Nacional para la
Prevención y el Control del VIH y del Sida (CENSIDA), respecto de los casos
acumulados de VIH y de Sida de 1983 al 16 de noviembre de 2016, se reportan un
total de 1,078 casos notificados con VIH que continúan asintomáticos de niñas y
niños menores de 14 años, y 3,892 casos notificados del Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Ricardo Hernández Forcada, Director del Programa de VIH y
Derechos Humanos de la CNDH, reconoció que no obstante los avances para
garantizar los derechos de la niñez, en el caso de quienes viven con VIH falta
mucho por hacer y reprobó toda discriminación que afecte sus derechos humanos
por su condición de salud.
Se debe garantizar, dijo, que puedan desarrollarse en
entornos favorables a su bienestar físico, mental y social, y enfatizó en la
obligación constitucional de todas las autoridades de promover, proteger y
garantizar sus derechos conforme los principios de prioridad, interés superior
de la niñez, igualdad y no discriminación.
En su oportunidad, Noris Pavía Ruz, Directora de la Clínica
para la Atención de Niños con VIH/Sida, destacó la necesidad de ofertar la
prueba de detección del VIH en todos los niveles de atención del sector salud;
mejorar la calidad y calidez de la atención, y garantizar un abasto suficiente
y oportuno de antirretrovirales. También, impulsar la capacitación del personal
de hospitales públicos sobre educación de salud para la población de mujeres,
adolescentes, niñas y niños, y sobre sus derechos sexuales y reproductivos;
empoderar a las mujeres desde la niñez; concientizar sobre el acceso, siempre,
al condón masculino y femenino.
Gabriela García Patiño, de Balance A.C., propuso como
pilares de oportunidad: 1) Prevención, mediante la prueba de VIH a todas las
mujeres en edad reproductiva; 2) Prevención de embarazos no deseados en mujeres
con VIH; 3) Prevención de la trasmisión vertical de VIH: acceso a los insumos
suficientes pruebas, antirretrovirales, sucedáneos de leche materna y
capacitación sobre los servicios especializados de VIH; y 4) Apoyos sociales:
reparto de despensas; traslados a los servicios de salud y prevención y
atención de la violencia.
Marisela Delgado, del Programa de Asuntos de la Niñez y
Familia de la CNDH, habló sobre el Sistema Nacional de Protección Integral de
Niñas, Niños y Adolescentes, y expuso las reformas y adecuaciones de la Ley
General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que tienen enfoque
garantista e incorporan lo dispuesto en la Convención sobre los Derechos de los
Niños (CDN) y tratados internacionales.
Juan Carlos
Jaramillo, del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida
(Censida), y Julio César Cervantes, del Programa de VIH y Derechos Humanos de
la CNDH, señalaron que las personas menores de 18 años con VIH deben acceder a
la información y resultados de las pruebas practicadas, ya que los médicos los
entregan si están acompañados por una persona adulta; el adolescente no desea
enterar a los padres de su situación de salud y termina por alejarse de esos
servicios.
Dijeron que la aplicación de tal norma está fuera de la
realidad y la calificaron de contradicción de la medicina, que debe ayudar a
los pacientes. Así, coincidieron en que debe revisarse la normatividad a fin de
garantizar el acceso a la prueba y a la notificación del diagnóstico a los
menores de edad para el beneficio de su salud, de manera armónica con el orden
jurídico protector de sus derechos.
Juan Manuel Salcedo, del “Mesón de la Misericordia Divina
A.C.”, se refirió a la saturación de usuarios en clínicas y hospitales del
sector salud; conflictos de los especialistas al interior de esas
instituciones; los maltratos médicos hacia la mujer con VIH, la reprenden por
embarazarse, la critican, estigmatizan y le imponen métodos anticonceptivos.
Dijo que la mujer con VIH, como minoría, no es “población clave”, y el
presupuesto, recursos e instalaciones para su atención, son limitados.
María del Socorro García Estrada, de Casa de la Sal A.C.,
señaló que las instituciones de salud no tienen medicamentos antirretrovirales
pediátricos, y para medicar a los menores de edad se tienen que dividir las
tabletas para adultos, y agregó que a las mujeres embarazadas no se les informa
de las pruebas VIH que se les practican, sino que se enteran hasta que los
análisis resultan reactivos.
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