Por Laura QUIÑONES
Periodista de nuestra asociada RNU
Agua contaminada fluye en el
Canal de Maputo, Mozambique.
Foto: John Hogg/Banco Mundial
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Según el reporte, 2.000 millones de personas en el mundo
beben agua contaminada con heces y corren el riesgo de contraer cólera,
disentería, fiebre tifoidea y poliomielitis.
"Se estima que el agua contaminada causa más de 500.000
muertes por diarrea cada año", advirtió la Dra. Maria Neira, directora del
Departamento de Salud Pública de la OMS.
El informe, publicado en conjunto con ONU-Agua, indica que
los países no cumplirán las aspiraciones mundiales de acceso al agua potable y
saneamiento incluidas en la Agenda 2030 a menos que utilicen los recursos
financieros de una manera más eficaz.
En los últimos tres años los Estados aumentaron su
presupuesto para agua, saneamiento e higiene en una tasa promedio anual del
4,9%. Sin embargo, de acuerdo con la OMS, en el 80% de los países este
incremento es insuficiente para cumplir con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS).
En muchas naciones en desarrollo el presupuesto está
dirigido totalmente a obtener una infraestructura básica de saneamiento.
"Este es un desafío que se puede superar. El aumento de
la inversión en agua y saneamiento produce beneficios sustanciales para la
salud humana y el desarrollo y genera empleo", aseguró Guy Rider,
presidente de ONU-Agua y director general de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
El informe recomienda a los Estados que movilicen niveles
más altos de financiación a través de impuestos, aranceles y donaciones
privadas.
El Banco Mundial estima que la inversión en agua y
saneamiento debe triplicarse a nivel global y llegar hasta 114.000 millones de
dólares anuales si se quieren alcanzar los ODS.
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