jueves, 1 de junio de 2017

Nos vemos en mi "patio de recreo": Combatir el trabajo infantil en las minas de oro

* Un proyecto de la OIT en Filipinas hace frente a las consecuencias del cambio climático y del trabajo infantil y a la vez mejora las condiciones de trabajo en la extracción de oro artesanal y a pequeña escala.


De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

Los niños trabajan en minas de oro enlodadas y llenas
de mercurio ara ayudar a sus familias a sobrevivir.
© ILO/M. Rimando
Camarines Norte es una provincia de Filipinas muy expuesta a las catástrofes relacionadas con el cambio climático, reporta este jueves 1 de junio la Organización Internacional del Trabajo, desde esa provincia en la región de Bícol en Filipinas.

Cada año, los tifones acompañados de fuertes vientos y lluvias torrenciales, causan inundaciones y deslizamientos de tierra que agravan la pobreza y obligan a las personas a abandonar la agricultura y dedicarse a la extracción de oro a pequeña escala. Sin embargo, la búsqueda de oro también lleva a los niños a trabajar en cavernas oscuras y pozos profundos.

Una de estas minas de oro, enlodadas y llenas de mercurio, es el ‘patio de recreo’ de Archie. Al principio, Archie que comenzó a trabajar en una mina de oro a los 11 años, pensaba que la búsqueda de oro se trataba de divertirse y jugar con los amigos.

Mientras que la mayoría de los niños llevaban sus mochilas para ir a la escuela, Archie transportaba en su espalda un saco de mineral de casi 45 kilogramos, más de su propio peso. Él ganaba 100 PHP (menos de 2$) y trabajaba entre 8 y 12 horas diarias.

“Olvidé la escuela cuando comencé a ganar dinero. Pensaba que trabajar en una mina de oro era divertido. Mis amigos y yo jugábamos y nos lanzábamos barro los unos a los otros”, contó Archie. Pero un día un gran deslizamiento de tierra causado por las fuertes lluvias derribó la mina, muchos mineros murieron y otros resultaron heridos. Ahora la mina de oro ya no es algo divertido, representa “miedo, dolor y agonía”.

Niños como Archie también ponen en peligro su salud y sus vidas en una práctica peligrosa, y actualmente ilegal, conocida como “minería de compresión”. Los niños se introducen en entradas angostas para escavar a oscuras en las minas de oro, en fosas profundas, con frecuencia sumergidas bajo el agua, respirando a través de tubos conectados a compresores a motor diésel colocados en la superficie. Las fosas a veces colapsan, y los niños quedan expuestos a sustancias químicas tóxicas.

La extracción de oro: una empresa familiar


Único varón de tres hijos, Archie no tenía otra opción que ayudar a su familia.

El trabajo en las mina de oro ha sido el medio de subsistencia de Archie y su familia, una actividad traspasada de generación en generación a causa de la pobreza. Su abuelo trabajaba en una mina de oro, mientras que su mamá aprendió a cribar el oro a los 14 años.

La mamá de Archie dice que ella no quiere para sus hijos el mismo destino. Ella ha intentado ganarse un ingreso de diferentes maneras, y ha recibido ayuda de diversos programas de ayuda para los medios de subsistencia que ofrecen formación en ventas, costura y masajes. Sin embargo, la extracción de oro sigue siendo la principal fuente de ingresos para su familia, como lo es para el resto de la comunidad.

Una mina de oro a pequeña escala donde las
familias se esfuerzan por ganar algún dinero
y poder subsistir.
© ILO/M. Rimando

“La pobreza, la vulnerabilidad, las catástrofes y la ausencia de oportunidades de trabajo decente para los adultos son las principales causas del trabajo infantil. Cuando las familias no ganan lo suficiente para comer y satisfacer sus necesidades básicas, todos los miembros tienen que contribuir para poder sobrevivir,” explicó Khalid Hassan, Director de la Oficina de la OIT en Filipinas, quien además ha dirigido proyectos de lucha contra el trabajo infantil en Asia y África.

En Filipinas, la minería de oro a pequeña escala representa casi 80 por ciento de la producción de oro, y emplea alrededor de 350.000 trabajadores, de los cuales 18.000 son mujeres y niños. En su gran parte es informal e ilegal, y tiene lugar en el patio trasero de las familias pobres.

El trabajo en estas minas de oro puede perjudicar la salud, la seguridad y el desarrollo de los niños. Ellos trabajan largas jornadas y están expuestos a sustancias químicas tóxicas como el mercurio y el cianuro. Transportar cargas pesadas puede causar deformidades y discapacidades de por vida. Una exposición fuerte al mercurio puede provocar insuficiencias renales y respiratorias, graves daños al sistema nervioso y hasta la muerte.

Abordar las causas a la raíz del trabajo infantil


La OIT, en asociación con BAN Toxics, está implementando el proyecto CARING Gold a fin de abordar el trabajo infantil y mejorar las condiciones de trabajo en la extracción de oro artesanal y a pequeña escala. El proyecto, financiado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, tiene el objetivo de abordar las causas profundas del problema: la pobreza, la vulnerabilidad y la falta de un reconocimiento oficial de este tipo de actividad.

El proyecto no se limita a intervenciones dirigidas a los niños. Involucra a importantes partes interesadas a fin de pasar de una economía informal a una más formal, mejorar las condiciones de trabajo y reducir el trabajo infantil.

Las condiciones de trabajo peligrosas y precarias causan
accidentes, lesiones o muertes en las minas de oro a pequeña escala.
© ILO/M. Rimando

Camarines Norte, el lugar donde nació Archie, es una de las provincias piloto del proyecto, donde serán establecidos modelos de intervención. Estos modelos fueron concebidos para ser legales, viables, respetuosos de las normas del trabajo y de las normas de salud y del medio ambiente.

Archie, quien hoy día tiene 17 años, está inscrito en el Sistema de aprendizaje alternativo, un sistema de enseñanza paralelo en Filipinas, que le ofrece una opción práctica para completar su educación primaria. Para él es un desafío debido a las dificultades que enfrenta en la lectura y escritura. No obstante, piensa que una buena educación le ayudará a encontrar un empleo decente.


“Estoy dispuesto a aprovechar todas las ocasiones que se me presenten, a aceptar cualquier oportunidad. Me doy cuenta que si eres más instruido, tienes mayores posibilidades de carrera profesional. Sólo espero que no sea demasiado tarde para mí,” concluyó Archie.

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