Por Carla GARCÍA
Periodista de nuestra asociada RNU
Un estudiante mira a través de
la malla
de una ventana en un centro
escolar de
San Pedro Sula, Honduras.
Foto: ACNUR/Tito Herrera
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
llamó a las familias, la sociedad y el Estado en Honduras a garantizar los
derechos de los niños y adolescentes migrantes no acompañados que han retornado
al país.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
llamó a las familias, la sociedad y el Estado en Honduras a garantizar los
derechos de los niños y adolescentes migrantes no acompañados que han retornado
al país.
La exhortación fue hecha tras la elaboración de una encuesta
que reveló que muchas de las familias de esos menores viven en condiciones
precarias o que los colocan en una situación vulnerable.
La OIM enfatizó el derecho de niños y adolescentes a gozar
del más alto nivel de salud posible y a crecer en un entorno digno en el que se
priorice su protección y se les brinde lo necesario para que alcancen el máximo
de su potencial.
Según la encuesta, el 94,6% de las familias de los niños y
adolescentes migrantes no acompañados vive en el área urbana de Honduras y
tiene en promedio 6 personas habitando en el hogar.
Si bien la mayor parte tiene electricidad y agua potable, el
50% no tiene acceso a un inodoro conectado al alcantarillado, lo que contribuye
a la transmisión de bacterias, virus y parásitos, además de que puede poner en
riesgo de abuso sexual a las niñas o mujeres cuando la letrina o fosa séptica
se encuentra fuera de la casa.
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