* Equivalente a lo generado por 411 millones de árboles de Navidad * Los árboles ocuparían una superficie (7.770 km2) igual a 5 veces la Ciudad de México * Generan Santa Claus y sus renos, aproximadamente, 47 kg de CO2 *
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
¡Todo está dispuesto! A cinco días, el próximo 24 de
diciembre, de que inicie Santa Claus su periplo mundial 2017, se carga el
inmenso saco de juguetes, los renos se alimentan y beben para la jornada tan
esperada y los duendes preparan el itinerario acorde a las cartas infantiles
recibidas y las evaluaciones sobre su comportamiento y conducta.
Y, desde Núremberg, los
duendes del buscador cibernético de autobuses, CheckMyBus, analizan el impacto
que tienen las emisiones de CO2 del viaje anual de Santa Claus en nuestro
planeta, bajo la premisa: ¿Qué pasaría si Santa Claus repartiese los regalos en
autobús en vez de con sus renos? Una contingencia que jamás ha pasado, pero no
está por demás un plan alterno.
Esta Navidad, como todos los años, Santa Claus repartirá
regalos a todos los niños del mundo y, al mismo tiempo, dejará una enorme
huella ecológica en el camino. Se estima que emitirá aproximadamente 16
millones de toneladas de CO2 a la atmósfera durante su próximo viaje alrededor
del mundo.
Rudolph y sus compañeros son los principales culpables de
este tremendo ataque a la capa de ozono. De acuerdo con un estudio de la
Universidad noruega de Tromsø, un reno emite 50 g de metano al día (siguiendo
una dieta rica en líquenes).
Además, la noche del 24 de diciembre (Noche Buena) tienen
que tirar de un trineo que pesa por lo menos 290.000 toneladas (contando con
que cada uno de los niños del planeta – excluidos los que se han portado mal –
reciba de media un regalo de 1 kg de peso).
Y todo esto: ¡Santa Claus no incluido!, que con su dieta
navideña a base de leche con galletas, seguro que tiene unos cuantos kilos
extra que aportar.
Además es importante tener en cuenta la velocidad, que para
recorrer 341 millones de km en 24 horas debe ser, como mínimo, 11.000 veces
superior a la del sonido, concretamente 14 millones de km/h.
A esto hay que sumarle la zanahoria que cada reno recibe en
cada uno de los 1.500 millones de hogares que van a visitar en todo el mundo.
Estas zanahorias hacen que la huella ecológica de cada reno
aumente drásticamente durante la Noche Buena, llegando incluso hasta los 77,6
millones de kg de metano (23 veces más potente que el CO2). Esto nos deja a un
total de 1,8 toneladas de CO2 emitidos por cada reno.
En conjunto, Santa Claus y sus renos emiten aproximadamente
47 kg de CO2 por km.
Teniendo en cuenta que los autobuses son uno de los medios
de transporte más respetuosos con el medio ambiente, con tan solo 54 g de CO2
por km, Santa Claus debería replantearse su postura para con el medioambiente y
tomar el autobús.
Sin duda alguna, la entrega de los regalos se alargaría un
poco a una velocidad media de 112 km/h,
pero evitaría así una gran catástrofe medioambiental.
Para ser precisos, en autobús tardaría 364 años o, dicho de
otro modo, 14,5 generaciones (entendiendo cada generación como un periodo de 25
años), en repartir todos los regalos.
Si Santa Claus se decidiese finalmente por el autobús,
podría ahorrar 16 millones de toneladas de CO2.
La misma cantidad de CO2 emitida por 411 millones de árboles
de Navidad, que ocuparían una superficie (7.770 km2) equivalente a 5 veces
Ciudad de México.
Por si esto fuera poco, si Santa cambiase a Rudolph y sus
compañeros por el autobús, ahorraría la misma cantidad de CO2 que la emitida
por 1,8 millones de camiones de refrescos, con un total de 94.000 millones de
latas (51.200 latas por camión).
Metodología
Para calcular la cantidad de CO2 que Santa Claus emitiría si
viajase en autobús en vez de con sus renos, primero hemos multiplicado el
número total de km necesarios para hacer un viaje alrededor del mundo (341
millones de kilómetros) por la cantidad de CO2 por km que emite cada reno al
tirar de un trineo de 290 mil toneladas a 14 millones de kilómetros por hora.
A continuación hemos multiplicado el número de km necesarios
para realizar el viaje por la media de g CO2/km emitidos por los autobuses
(54), para finalmente poder trabajar con la diferencia obtenida entre ambos
resultados.
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