De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Celebra el Santoral Católico al
sirio San Andrés de Creta,
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a Santa Isabel de Portugal,
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al suizo San Ulrico de Augsburgo
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Los Herederos
El sobreviviente
(Fragmento)
¡Sobrevivir! Lo prioritario de lo urgente. ¡Cómo sea! Es el
único objetivo. ¿Cómo lograrlo en medio de la nada? Porque se quedó sin nada.
¡Está en la nada! Bastó un instante en el tiempo universal para que la
televisión, el horno de micro ondas, la radio, la computadora para enlazarse en
lo que se ufanó de “su aldea global”, fueron engullidas por el agua tan vivaz
en su memoria para retornar al lugar del origen. Hay más: Sus teléfonos celulares
quedaron sin señal al desaparecer las torres repetidoras del ridículo “todo el
mundo es territorio celular”. Qué sofisma tan irreal. ¡Está aislado del mundo!
Muere en 1952 el michoacano José Rubén Romero en la Ciudad
de México, autor de “La vida inútil de Pito Pérez”
Nació el 25 de septiembre de 1890 en Cotija de la Paz,
Michoacán, el admirador de Amado Nervo, quien le dedicó su libro Místicas con
las siguientes palabras: A Rubén Romero, un niño que hace versos, Amado.
Su primera publicación apareció el 2 de noviembre de 1902 en
el periódico El panteón. Colaboró también en algunos periódicos de Michoacán
como Iris, El Buen Combate, La Actualidad (1906), El Telescopio y Flor de Loto
(1909). Entra en contacto con otros poetas morelianos que lo nombran miembro de
su ateneo. Simpatizó con la rebelión de Francisco I. Madero en contra de la
dictadura de Porfirio Díaz. En 1910 se incorpora a las filas maderistas. En
este mismo año es nombrado secretario particular del Gobernador de Michoacán,
cargo que le permitió conocer al presidente Madero en persona.
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