Por Rocío FRANCO
Periodista de nuestra asociada RNU
Uruguay fue el primer país de América Latina que en 2006
prohibió fumar en espacios cerrados.
También implementó paulatinamente otras restricciones que
incluyeron las advertencias sanitarias en un 80% de las cajetillas de
cigarrillos, el aumento de impuestos al tabaco, la prohibición de la publicidad
y el patrocinio provenientes de esos productos.
Es un ejemplo de éxito que le valió el elogio de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), también porque las medidas estaban
alineadas al convenio marco para el control del tabaco.
En contrapartida, le colocó en la mira de un poderoso
enemigo, la industria tabacalera. La compañía Philip Morris demandó a Uruguay
por estas estrategias que supuestamente violaban tratados de comercio
internacional.
La batalla legal duró seis años, de 2010 a 2016. Uruguay
salió victorioso, demostrando que cualquier nación puede enfrentarse a esos
intereses por el bien de la salud de su población.
De estos temas hablamos con el Ministro de Salud Pública de
Uruguay, Jorge Basso, quien participó este miércoles de la conferencia de
prensa para presentar en Nueva York el informe de la OMS sobre la epidemia de
tabaco.
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