lunes, 31 de julio de 2017

La tónica del día 31 de julio

De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

A 153 días para finalizar el año, este Día de la Luna, 31 de julio, con los piés en la tierra construir el presente

Día Internacional del Orgasmo, declarado en 2011 por la compañía británica Ann Summer de artículos sexuales

En 2014 se conoció que “el 73% de las encuestadas declararon haber fingido alguna vez un orgasmo, y en el caso de los hombres, un 41% reconoció lo mismo”

La efeméride se conmemoraba en un principio era el 9 de mayo, luego el 8 de agosto y por último ahora quedó el 31 de julio como el Día Internacional del Orgasmo, puntualizándolo en su versión femenina.


Día Internacional "Sin coraza", en recuerdo a la legendaria guerrillera celta Seripame se quitó la coraza y derrotó en un histórico combate cuerpo a cuerpo de tres sesiones a 17 guerreros ingleses.


Seripame acabo enamorándose de uno de los guerreros ingleses y desde entonces la liberación de la coraza se ha considerado como un símbolo de la libre expresión de los sentimientos sin corazas.




Celebra el Santoral Católico
al castellano San Ignacio de Loyola,

a Santa Elena de Suecia,

a San Fabio de Mauritania

A manera de introducción

Ya es tarde para los dioses

(Fragmento)

El niño repta sus juegos de hombre
Se orina en la punta de la inocencia
Forma el Arco Iris borros de la Esperanza

Ha sonado en la Catedral
La Hora de los muertos




Canoniza en 2002 al Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en la Básilica de Guadalupe, al Norte de la Ciudad de México, el Papa Juan Pablo II

En su quinta y última visita a México, el polaco Karol Józef Wojtyła, el papa 264 de la Iglesia católica con el nombre de Juan Pablo Segundo, ofició una gran misa en la basílica de Guadalupe canonizando a Juan Diego y despidiéndose con otra misa en el estadio Azteca y así partiendo de una de sus tierras más queridas.

Dijo: “Con gran gozo he peregrinado hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México”.

Llaman en 1926 los obispos mexicanos a la suspensión del culto católico en todos los templos de la República a través de una Carta Pastoral

Después de consultar al Papa Pío XI, quien tenía muy presente la situación de persecución de las Iglesias de España, México y la Unión Soviética, los purpurados ordenaron, la suspensión “(del) culto público que exija la intervención de un sacerdote”, dejando a los fieles la custodia y resguardo de los recintos.

La medida obedecía a evitar las sanciones impuestas por las leyes secundarias contra los clérigos y hacer efectivas las disposiciones del artículo 130 de la Constitución.

Iniciaron 24 horas después, el 1 de agosto, los oficiales y encargados gubernamentales la clausura de los espacios del culto, e inventariar su patrimonio pasando, desde luego, al dominio de la nación.

Así, el 31 de julio de 1926 inicia oficial la Guerra Cristera de 3 años del alto clero político contra el gobierno de México.

Destruyen en 1909 dos sismos al puerto Acapulco. En la madrugada del 30, a las 04:30 Tiempo del Centro (10:30 UTC) se sintió el sismo que registró la mayor intensidad y duración, siendo de 7,5 grados en la escala de Richter meciendo la tierra por un minuto y 40 segundos.

Este movimiento telúrico fue de tipo trepido-oscilatorio al igual que el del 31, alrededor de la una de la tarde, registrando una duración semejante a la del día 30 y culminando con la destrucción total del puerto.

A la una de la tarde del 2 de agosto, se registró otro gran sismo pero de muy corta duración.

El sismo se sintió de nueva cuenta con una intensidad considerable en la Ciudad de México, allí se registraron daños en Palacio Nacional así como el derrumbe de algunas casas de las colonias Roma, Hidalgo, Morelos, la Bolsa, el Imparcial y San Pedro de los Pinos

Asesinan en 1860 el General de Generales Juan Nepomuceno Zuazua Esparza en una emboscada en Ramos Arizpe, Coahuila, de su paisano y general liberal José Silvestre Aramberri Lavín

Cuando estalló la intervención norteamericana en 1846, Zuazua, de 26 años, y acompañado de su hermano mayor Carlos Zuazua, llegó a Monterrey a presentarse con el general Mariano Arista para prestar sus servicios a la Patria. Ambos hermanos fueron nombrados alféreces.

Atacó Zacatecas, apoderándose del general Antonio Manero y de toda la oficialidad. Su biógrafo Hermenegildo Dávila, le atribuye la expresión: "La soberanía pertenece al pueblo y el pueblo que conoce su soberanía es invencible", expresó en su proclama en dicha ciudad. Desterró de Zacatecas al obispo Verea, expulsado de Monterrey y juzgó y fusiló a Manero y a cuatro oficiales, "de acuerdo con la Ley de Conspiradores".

Puesto a las órdenes del Ministro de Guerra Santos Degollado, prefirió volver a Monterrey ante el disgusto de Vidaurri. Ocupada la ciudad por Aramberri y separado Vidaurri del gobierno, Zuazua se retiró a Lampazos hasta la restitución de Vidaurri en el poder. Disuelto el Congreso del Estado, se instaló en Galeana y se enfrentó a Vidaurri, por lo que salió a sofocar al llamado "Movimiento de los congresistas".

Publica en 1859 la Ley de Secularización de Cementerios en Veracruz, el presidente interino Benito Pablo Juárez García

Tras decretar la Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos, la del Matrimonio civil y la del Registro civil, se emitió la referente a la Secularización de los Cementerios, el 31 de julio de 1859.

Constituida por 16 artículos, la Ley de Secularización de Cementerios declaraba el cese de toda injerencia por parte del clero en los sitios destinados para el confinamiento de los muertos —entiéndase cementerios y camposantos—. En su lugar, esta responsabilidad pasaría a manos de los jueces del Estado civil.

Así, por vez primera la administración de los cementerios pasaba completamente a manos del Estado.

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