Análisis a Fondo
* Desapareció de la primera plana de los diarios más influyentes
* Amerita una investigación tan a fondo como la de Javier Duarte
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
Socavón es ya un término que quedará grabado en la tétrica
historia de la irresponsabilidad y la corrupción con que se desempeñan
influyentes miembros de la clase política mexicana y poderosos contratistas de
obras públicas
Socavón, cueva que se forma por el hundimiento de la tierra
y, en el caso que nos ocupa, por el colapso de una presuntamente indomable,
fuerte, carpeta asfáltica (así nos la vendió el secretario de comunicaciones y
transportes), que duraría si no la eternidad, si por lo menos cuatro décadas.
Pero que colapsó impulsada por la corrupción de tirios y troyanos.
Si la llamada Estela de Luz construida casi a las puertas
del Bosque de Chapultepec y el Paseo de la Reforma, medio construida para
servir de nada en la administración de Felipe Calderón, fue bautizada por la
voz popular como un monumento a la corrupción, el socavón del Paso Exprés de la
carretera México-Acapulco es ya el avatar del cinismo en la muy cuestionada, por diversos sectores,
administración del presidente Peña.
Y como en muchos de estos casos vergonzosos y que incriminan
a personalidades de la clase política, involucradas con el tema de la
construcción de caminos y puentes, mientras columnistas y analistas de diversos
medios informativos impresos, si no es que de todos, continuaron haciendo
presión para que el secretario de Comunicaciones y Transportes presente su
renuncia por ser el más importante responsable de la tragedia en Paso Express,
los dos rotativos más influyentes y que imponen la agenda periodística diaria –
El Universal y Reforma – no incluyeron, este lunes, el tema de la tragedia del
Paso Exprés en su página frontal – el Home - y lo trasladaron a páginas
interiores, a espacios intrascendentes. Curioso, sospechoso. ¿Verdad?
Hay que tomar en cuenta que, en las empresas periodísticas,
quienes confeccionan el periódico sólo consideran como noticias que vale la
pena destacar, importantes o muy importantes, las que incluyen en su primera
plana, Esas son las que realmente valen la pena. En las páginas interiores, la
información, las noticias, sólo son “relleno” de los espacios que dejan libres
los anuncios, la publicidad, los avisos y la propaganda. Los espacios de
análisis y opinión no tienen la menor importancia. Son desahogos de analistas e
intelectuales, y sólo son visitados por un público reducido, enterado de la
temática tratada en el día. En honor a la verdad, artículos, comentarios,
columnas de opinión pueden ir o no ir en el periódico. Nadie los extraña. Ni
siquiera su autor,
El caso del Paso Exprés amerita una investigación tan a
fondo como la corrupción atribuida a Javier Duarte de Ochoa – 45,000 millones
de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación – en el gobierno de
Veracruz. Por cierto, este lunes fue extraditado y traído a México a un
supuesto Javidu. Nos han acostumbrado tanto a la mentira que de todo dudamos. Y
muchos creen que el Duarte de Ochoa traído a México para enfrentar la justicia
mexicana no es el auténtico ex gobernador, sino un doble y que el amigo del
presidente está ya a salgo gozando der cabal salud y libertad en algún lugar
del mundo que podría ser Londres. Qué pena que llegue uno a estas conclusiones,
pero es que ya no hay credibilidad, no hay confianza, no hay fidelidad.
Por lo demás. Todo el mundo consciente y enterado espera que
en el caso de la tragedia de El Paso Express se realice una acuciosa
investigación. Y se castigue a los responsables y a los culpables sean amigos o
no de la casa presidencial. El hecho de que Ruiz Esparza sea mantenido en el
puesto le daña mucho al presidente, quien – esperamos – se dé cuenta. Le daña
tanto como la corrupción de su amigo Duarte de Ochoa, independientemente de que
éste sea juzgado y quizá condenado. Y es que es mucho dinero el que está
desaparecido o en las cuentas oscuras, escondidas, del ex gobernador y de sus
amigos.
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