De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
Treinta y dos millones de estadounidenses perderían el
seguro de salud para 2026 si la ley Obamcare es revocada sin un reemplazo
reportó el miércoles la Oficina de Presupuesto del Congreso, CBO por sus siglas
en inglés.
Según la oficina independiente que analiza las legislaciones
pendientes de aprobación, 17 millones de estadounidenses perderían el seguro
médico solo en 2018 si se revoca la Ley de Cuidado Médico Asequible. La CBO
estima que las cuotas de planes individuales de seguro subirían un 25 por
ciento al año siguiente, llevando el número de no asegurados al doble para
2026.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell planea
llevar a votación una revocación de ley, sin un reemplazo, la próxima semana.
El presidente Donald Trump convocó este miércoles a los
senadores republicanos a la Casa Blanca y les dijo "que no deben salir de
la ciudad para su receso de agosto sin enviarle un proyecto de ley de
revocación "Obamacare" para firmar.
"Estoy listo para actuar", dijo Trump,
responsabilizando a los senadores de su partido por el fracaso en formular un
reemplazo para la Ley de Cuidado Asequible. Durante la campaña presidencial del
año pasado había declarado repetidamente que sería "fácil" deshacerse
de la ley de Obama.
Los comentarios de Trump se produjeron un día después de que
el último plan de salud del Partido Republicano se derrumbara en el Senado, lo
que llevó a Trump a decir que era el momento de dejar que la ley del presidente
Barack Obama fracasara.
El líder de la mayoría, Mitch McConnell, dijo que el
Congreso estaba preparado para discutir otros temas, incluyendo la revisión del
código tributario.
En una sorpresiva serie de sucesos, algunos senadores
republicanos le dieron la espalda a McConnell y a Trump por tercera ocasión
consecutiva, negándoles sus votos para que prosiguieran con su plan de solo
revocar por completo el Obamacare. Esta vez, fueron tres republicanas las que
asestaron el golpe mortal: Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska y
Shelley Moore Capito de Virginia Occidental, quienes habían sido excluidas del
grupo inicial de McConnell para trabajar en la ley de salud, compuesto sólo por
varones.
“Yo no vine a Washington para hacerle daño a la gente”,
tuiteó Capito al justificar su oposición a solo repeler la ley existente.
Las derrotas sucesivas dejan en claro que, a pesar de siete
años de promesas para derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de
Salud Asequible del expresidente Barack Obama, aparentemente los republicanos
no pueden cumplirlas.
McConnell insistió que proseguirá con una votación sobre su
medida para revocar la ley, un plan que entraría en vigor en dos años, con la
promesa de trabajar — junto con los demócratas — por reemplazarla mientras
tanto.
La votación parece destinada a fracasar, pero los líderes
republicanos quieren que los legisladores den su opinión públicamente sobre el
asunto y sigan adelante con otras cosas en su agenda.
“Esto ha sido una experiencia muy, muy difícil para todos
nosotros”, dijo McConnell a los reporteros. “Y es muy obvio que no tenemos los
50 votos para acordar un reemplazo”
En la Casa Blanca, Trump también pareció reconocer la
derrota, al menos por el momento, al tiempo que insistió en que él no es el culpable.
“Creo que probablemente estamos en la posición en la que
simplemente dejaremos que el Obamacare fracase”, señaló el presidente. “No nos
responsabilizaremos de él. No me voy a responsabilizar de él. Les aseguro que
los republicanos no se van a responsabilizar de él. Dejaremos que el Obamacare
fracase y entonces los demócratas se nos acercarán y nos preguntarán ‘¿Cómo lo
arreglamos?’”
A pesar de los problemas de la ley actual, la mayoría de los
expertos de salud no creen que corra un riesgo inminente de fracaso absoluto, y
está lejos de garantizarse la cooperación de los demócratas para hacerle
modificaciones a esa ley.
Tampoco parece factible que los republicanos puedan eludir
la responsabilidad de los problemas con la ley y el sistema de atención de
salud en general, ahora que cuentan con el control de la Cámara de
Representantes, el Senado y la Casa Blanca, en parte por la fuerte campaña que
montaron en contra de la ley actual.
“Parecen tener esta idea de que pueden ser el partido de
mayoría, y contar con el control de la Casa Blanca, y no ser responsables de
derribar el sistema de salud”, dijo el senador demócrata Dick Durbin. “No es
así como funciona”.
El fracaso de la reforma deja a millones de consumidores en
una especie de limbo administrativo y con la preocupación de lo que pueda pasar
a sus coberturas médicas ahora que el programa queda en manos de funcionarios
que han luchado por su desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario