De la Mesa de Redacción
Radio Vaticano
Los jóvenes de Polonia
entregaron
la Cruz de la juventud a los de
Panamá.
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«“No podemos olvidar a los marginados, a los excluidos”:
éste es el deseo del Papa Francisco, y también insiste sobre esto S. E. Mons.
José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, en la presentación a los
jóvenes y responsables de la pastoral juvenil de todo el mundo reunidos en Roma
por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, del itinerario
espiritual y del proyecto de las XXXIV Jornadas Mundiales de la juventud que
serán celebradas en Panamá del 22 al 27 de enero 2019, cuyo lema es: “He aquí
la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).
El Comunicado de Laicos, Familia y Vida añade que «la
introducción de Mons. Ulloa a la jornada de trabajo del sábado 8 de abril, dedicada por completo a Panamá, fue titulada
“El significado de las JMJ para la diócesis, el país y Centro América”: los
jóvenes, señaló el Arzobispo, constituyen la cuarta parte de los 163 millones
de habitantes de Centro América y del Caribe: 30 millones de ellos no estudian,
no trabajan y no reciben subvenciones y es a ellos principalmente a quienes
está destinada la misericordia de Dios. En esta área de Panamá, aun siendo un
pequeño país, con menos de cuatro millones de habitantes, existe una sólida
estructura pastoral y una demostrada capacidad logística: es también la primera
diócesis fundada en el continente americano, el 9 de septiembre de 1513, bajo
el nombre de Santa María la Antigua».
Mons. Ulloa aseguró que «“Con sencillez, queremos ofrecer al
mundo la vitalidad de una Iglesia que expresa con alegría, en la diversidad
cultural y étnica, una fe viva». Y que «también queremos compartir la experiencia
del diálogo interreligioso y ecuménico, basado en el respeto mutuo”».
El mismo comunicado señala algunos de los objetivos
pastorales de la Iglesia panameña, entre ellos: «“Resaltar la figura de la
Virgen María como primera evangelizadora, siempre presente en la actividad
pastoral de las iglesias locales y en la piedad popular de nuestra gente;
animar a ser una Iglesia que abraza y acoge, incluso a aquellos que viven en
las periferias existenciales y geográficas; hacer presente a los jóvenes del mundo
la propuesta de Jesús, cercano y misericordioso”».
Asimismo, «el cardenal José Luis Lacunza, que estuvo
presente durante estos días de trabajo, subrayó su preocupación por los pobres
y marginados, especialmente los de las regiones indígenas donde más que vivir,
se sobrevive».
«Después de la presentación de los componentes del equipo
del Comité Organizador Local se hizo una primera exposición de los aspectos
organizativos y logísticos», asegura el comunicado del Dicasterio para los
Laicos, la Familia y la Vida y, en este contexto añade que «Panamá espera poder
acoger al menos a unos 200.000 peregrinos en las familias, un gran desafío para
el país, que cuenta con Honduras y San Salvador para la acogida de los
peregrinos en la semana previa a las JMJ.
Los trámites de visados, los transportes, las inscripciones
– el sistema informático, implementado por el Dicasterio, seguirá siendo el
mismo que el de Cracovia. En la sesión intervinieron la directora del Comité
Ejecutivo de coordinación de apoyo para las Jornadas Mundiales de la Juventud
2019, Marien Calviño y el Ministro de Turismo de Panamá, Gustavo Him, quienes
subrayaron el compromiso de todo el país centroamericano para el éxito del
evento».
«Los jóvenes y los delegados que participaron en el evento
asistieron a la vigilia de oración en Santa María la Mayor, donde algunos de
ellos tuvieron la oportunidad de encontrar personalmente al Papa Francisco»,
destaca el mismo comunicado que termina subrayando que con el acto en que «los
jóvenes de Polonia entregaron la Cruz de la juventud y el Icono de “María salus
Populi Romani” a los jóvenes de Panamá, durante la celebración de las XXXII
JMJ, en la plaza de San Pedro», «ha empezado realmente la cuenta atrás para
Panamá».
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