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Unas tres cuartas partes de los arrestos entre el 20 de enero y el 13 de marzo corresponden a gente con condenas criminales, según la Agencia de Inmigración y Aduanas, ICE. Foto: Cortesía. |
Las capturas de inmigrantes indocumentados han aumentado
considerablemente bajo el gobierno del presidente Donald Trump, pero el
secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dijo que está en manos del
Congreso estadounidense arreglar las leyes de inmigración para que su
departamento no tenga tanta discreción en las deportaciones.
Los arrestos aumentaron un 32,6% durante las primeras
semanas del nuevo gobierno para totalizar 21.326 inmigrantes detenidos,
comparado con los 16.104 durante el mismo período el año pasado, bajo el
gobierno del expresidente Barack Obama.
Unas tres cuartas partes de los arrestos entre el 20 de
enero y el 13 de marzo corresponden a gente con condenas criminales, según la
Agencia de Inmigración y Aduanas, ICE. Pero en el mismo período los arrestos de
inmigrantes sin pasado criminal se duplicaron a 5.441.
El domingo, el secretario Kelly alegó nuevamente que su
departamento está limitado por las leyes que tiene que cumplir y que hasta este
momento le dan la potestad de deportar a cualquiera que esté ilegalmente en el
país, aunque la prioridad de deportación la sigan teniendo los inmigrantes
indocumentados con pasado criminal.
“Tenemos que enderezar esto y yo pongo esa responsabilidad
sobre el Congreso de Estados Unidos”, dijo Kelly durante una entrevista al
programa Meet the Press de la cadena NBC.
“Es una gran cantidad de complejas leyes, y yo meto al
[Capitolio] bastante para que digan lo que deberíamos y no deberíamos estar haciendo.
Pero al final todo depende de la ley ¿no es cierto? Y somos una nación de
leyes, y yo esperaría que el Congreso arregle muchos de estos problemas”,
apuntó.
Los defensores de los inmigrantes alegan que las nuevas
políticas de deportación han provocado que muchos hispanos indocumentados
víctimas o testigos de asaltos sexuales y otros crímenes hayan dejado de
reportarlos por miedo a que las autoridades los entreguen a Migración.
“En solo unos pocos meses, el gobierno federal ha deshecho
décadas de trabajo que habíamos invertido en construir la confianza”, dijo al
periódico The Washington Post el fiscal general del Condado King en el estado
de Washington, Dan Satterberg.
La portavoz de ICE, Jennifer Elzea, argumentó en un
comunicado que esa agencia se enfoca “en aquellos individuos que representan
una amenaza a la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad en la
frontera” y que continúan “sensibles” a proteger a víctimas y testigos de
crímenes.
Sin embargo dejó claro que “ICE ya no excluye ninguna clase
o categoría de extranjeros deportables” para aplicar la ley.
Durante los dos últimos años del gobierno anterior limitó
los arrestos a aquellos que habían entrado al país recientemente de forma
indocumentada y a los criminales, con lo cual las cifras de deportaciones
cayeron.
Un intento de reforma migratoria bipartidista apoyada por el
expresidente Obama fue aprobada en el Senado pero rechazada en el Congreso
dominado desde entonces por los republicanos.
El gobierno de Trump, en cambio, ha enviado señales a veces
conflictivas sobre qué tanto quiere intensificar la aplicación de las leyes
migratorias.
El presidente prometió inicialmente una "fuerza de
deportación", luego dijo que se enfocaría en arrestar y deportar a los
criminales y que más tarde se ocuparía ver lo que se puede hacer con los
inmigrantes indocumentados que han echado raíces en Estados Unidos desde hace
años y que describió como "gente estupenda".
El mismo día en que pronunció su primer discurso ante una
sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes, dijo que estaba
consciente de que el momento de una reforma migratoria podría estar cercana.
Pero en ese mismo discurso pidió la autorización de fondos para contratar a
miles de nuevos agentes migratorios.
El domingo, Kelly aseguró que la contratación de 10.000
nuevos agentes de ICE y los 5.000 nuevos miembros de la Patrulla Fronteriza que
el Departamento de Seguridad se ha propuesto contratar en los próximos años no
significa que esté conformando una “fuerza de deportación”.
“Son hombres y mujeres que van a hacer su trabajo en el
futuro como lo han hecho en el pasado”, explicó Kelly. “Y eso significa
ejecutar y mantener las leyes de la nación”.
“Hay un gran número, como sabrán, de extranjeros ilegales o
individuos indocumentados con los que tenemos que lidiar de una forma u otra”,
agregó.
“Y la ley deporta a
la gente, no el secretario Kelly, no ICE. Es el sistema de justicia penal de
Estados Unidos”.
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