Por Laura QUIÑONES
Periodista de nuestra asociada RNU
Una calle de Mogadishu, la capital de Somalia.
Foto: AU-UN IST/Stuart Price
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Una vez más, Al-Shabaab sembró el terror en las calles de
Mogadishu, en Somalia.
Esta vez, se trató de un atentado contra restaurantes donde
se encontraban personas que se abstuvieron de ayunar durante el mes del
Ramadán.
La ONU condenó el despreciable acto.
El representante especial de la ONU en Somalia, Michael Keating, condenó el ataque ocurrido
en la noche del miércoles en Mogadishu, que dejó al menos a 19 personas muertas
y decenas de heridos.
El atentado, atribuido a Al-Shabaab, se perpetró con coche
bomba en frente de un restaurante. También afectó a un hotel vecino.
Cinco militantes del grupo terrorista tomaron control de una
pizzería frente al lugar de la explosión y amenazaron a los comensales, hasta
que fueron ultimados por las fuerzas de seguridad somalíes.
"El ataque estaba claramente dirigido a civiles que
estaban quebrantando el ayuno del Ramadán. No hay justificación para este tipo
de acto, este mes sagrado es un tiempo para la paz y la compasión.
Esto es un
retroceso para encontrar una solución pacífica a los problemas de
Somalia", aseguró Keating.
En nombre de Naciones Unidas, el representante especial
ofreció sus condolencias a las familias y amigos de los fallecidos y deseó la
pronta recuperación de los heridos.
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