Por Rocío FRANCO
Periodista de nuestra asociada RNU
Música: Monplaisir, Crush. Free Music Archive
Carlos Rodríguez, un estudiante
de la
Universidad de Texas en Dallas,
Estados Unidos.
Foto: Noticias ONU / Rocío
Franco
|
La amenaza de las armas nucleares les afecta a todos, aún a
aquellos que no viven en países con capacidad para desarrollar ese arsenal. La
vida como la conocemos podría cambiar radicalmente en la eventualidad de una
guerra nuclear.
Esta es la preocupación de un grupo de 100 jóvenes de 54
países que tomaron las redes sociales esta semana para hacer correr la voz
sobre la urgencia de detener los ensayos nucleares.
Los jóvenes participan de la Conferencia 2017 sobre Ciencias
y Tecnologías en el monitoreo de esas pruebas, que se celebró en Viena,
Austria. El encuentro fue convocado por la Comisión Preparatoria del Tratado de
Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, conocida como CTBTO, una
organización asociada a la ONU.
"Aunque los jóvenes no seamos líderes gubernamentales o
no nos encontremos en posición de influenciar las políticas públicas, tenemos
voz y cuando usamos nuestra voz de forma colectiva podemos generar un gran
impacto", dijo Carlos Rodríguez, un estudiante de la Universidad de Texas
en Dallas, Estados Unidos.
"Tenemos que encontrar formas de colaborar a través de
las fronteras para asegurarnos de vivir en un mundo pacífico y seguro para que
las generaciones futuras lo puedan disfrutar", subrayó Carlos.
Los jóvenes escucharon las ponencias de científicos de todo
el mundo especializados en tecnologías para detectar esas explosiones y se
dedicaron a usar las redes sociales y escribir artículos en Internet para
animar a otros a presionar por la entrada en vigor del tratado.
Ese instrumento aún no se ha convertido en ley porque
todavía requiere de la firma y ratificación de ocho países con capacidad de
desarrollar esas armas. Estos son Estados Unidos, China, Egipto, India, Irán,
Israel, Pakistán y Corea del Norte.
Juan Bustamante, un joven ecuatoriano que estudia en Vancouver, Canadá. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
"En la actualidad existe una gran amenaza nuclear. Es
importante que sepamos que existe una solución. El tratado es el primer paso
hacia un mundo libre de armas nucleares, lo que garantiza paz para todos",
indicó Juan Bustamante, un joven ecuatoriano que estudia en Vancouver, Canadá.
El tratado impide que los países adquieran la tecnología
necesaria para desarrollar esas armas y en la eventualidad de que ya las
posean, probarlas para que se vuelvan más poderosas.
Juan animó a otros jóvenes a hablar con sus amigos sobre el
contenido del tratado para que aumente
la conciencia sobre su entrada en vigor.
Kevin Bai, estadounidense de origen chino que actualmente estudia y trabaja en Dubai. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
"Las armas nucleares deben ser una cosa del
pasado", sostuvo otro de los activos participantes del grupo de jóvenes.
Kevin Bai tiene 21 años. Nació en China, se crio en Estados Unidos y
actualmente estudia y trabaja en Dubai.
Su mensaje está dirigido a los jóvenes de Asia:
"Los ojos del mundo están puestos en Asia, porque será
el centro del crecimiento y del progreso. Si eres un residente de Asia no
deberías conformarte con que tu país sea un líder en desarrollo económico, o
investigación científica. Deberías exigir que también sea un líder en paz y
diplomacia porque la estabilidad es la fundación sobre la que se construye la
civilización humana", enfatizó Kevin.
"Si crees que una guerra nuclear y los ensayos
nucleares no pertenecen en nuestras sociedades y deberíamos deshacernos de
ellos, entonces puedes contribuir en este movimiento", animó Kevin a otros
jóvenes.
La forma en que pueden hacerlo, dijo, es familiarizarse con
el contenido del tratado y con el problema, para luego hablar de ello y
difundir el mensaje.
Magdelene Wangui una joven de Nairobi, Kenya. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
Magdelene Wangui una joven de Nairobi, Kenya también pidió a
los jóvenes de África a apoyar a los que viven en los países del llamado anexo
II del tratado, aquellos con capacidad nuclear pero que presentan objeciones a
la ratificación del instrumento, a
insistir en que sus gobiernos tomen una decisión afirmativa.
Alan Juárez, de México. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
Alan Juárez de México, lo resumió de esta manera:
"Tenemos el poder de cambiar el futuro. No solamente los jóvenes de México
o de América Latina. Podemos alzar las voces en todo el mundo. Educarnos y
cambiar la situación. Todas estas tensiones, las armas nucleares, la crisis de
derechos humanos, tenemos el poder de poner fin a estos problemas", dijo
el estudiante de 26 años.
Rizwan Asghar, de Pakistán. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
Rizwan Asghar vive en Pakistán, uno de los ocho países de
cuya ratificación depende que el tratado adquiera fuerza de ley.
Su interés en el tema se fundamenta en la siguiente
preocupación:
"Vengo de un país en el que todavía debemos alimentar a
millones de personas. Al mismo tiempo, mi país invierte billones de dólares en
el desarrollo de armas nucleares. No entiendo ese razonamiento. No existe
ninguna lógica en aumentar el arsenal nuclear", subrayó Rizwan.
"Es hora de que Pakistán ratifique el tratado",
insistió el joven pakistaní.
Invitó a los jóvenes de su país a usar las redes sociales
para generar presión sobre los políticos con influencia en estas decisiones.
Antes de la apertura a la firma del tratado en 1996, en el
mundo se llevaron a cabo 2.000 ensayos nucleares. Estados Unidos condujo 1.000
de ellos y la entonces Unión Soviética, 700.
Tres países quebrantaron la moratoria de facto desde esa
fecha. India y Pakistán en 1998 y Corea del Norte en 2006, 2009, 2013 y dos
veces en 2016.
Natalia Zhurina de Rusia. Foto: Noticias ONU / Rocío Franco |
Natalia Zhurina de Rusia, un país que ya ratificó el
instrumento, subrayó la importancia de tomar este paso.
"Es vital porque le debemos un futuro de paz a nuestros
hijos y a las generaciones venideras".
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