* El presidente de los Estados Unidos pronuncia este martes su último discurso antes de que se produzca el relevo y entregue el poder a Donald Trump. Comienza así a despedirse de ocho años de mandato en los que sacó adelante su reforma de salud y logró darle la vuelta a los números rojos de la economía estadounidense
De la Mesa de Redacción
De nuestra asociada RFI
El presidente Barack Obama deja la Casa Blanca el próximo 20 de enero. |
“Si alguien todavía tenía alguna duda de que Estados Unidos
es el lugar donde todo es posible, esta es la respuesta”, con esas palabras
Barack Obama llegaba a la Casa Blanca, convirtiéndose en el primer presidente
afroamericano del país más influyente del mundo. Después de largos meses de
campaña bajo el lema “Yes we can” (“Sí se puede”), el joven senador daba un
salto en su carrera.
Ocho años después, Obama está a punto de dejar el poder y no
pasará el relevo a quien se imaginaba, sino todo lo contrario. El próximo 20 de
enero será el Republicano Donald Trump quien tome las riendas de los Estados
Unidos y a partir de allí ya nada será lo mismo. Sobre todo a la hora de hablar
del legado de Obama, una herencia que Trump y los Republicanos quieren hacer
desaparecer.
Obamacare: una revolución sanitaria
Pero, ¿qué hizo Obama en estos ocho años de gobierno? En su
legado destacan varios aspectos, pero probablemente el que genera más reacciones
es el Obamacare, la Ley de Protección al Paciente y Ciudado de Salud Accesible,
promulgada el 23 de marzo de 2013.
“Lo que introdujo es una forma diferente de abordar la salud
en Estados Unidos, que desde nuestro punto de vista en Europa es altamente ineficiente”,
dice a RFI la experta en Estados Unidos Cristina Manzano, directora de la
publicación ES Global. A eso agrega: “cuando Obama llegó al poder habían 50
millones de personas sin cobertura sanitaria. Con el Obamacare se ha reducido
ese número a la mitad, pero sigue habiendo personas sin cobertura”.
Un programa que rompió récord en un país con un sistema de
salud desigual. En su último período de inscripción logró cubrir a más de 8,8
millones de estadounidenses. El problema es que el Obamacare se ha convertido
en el principal objetivo de la mayoría Republicana en el Congreso, que puede
llegar a tumbarlo.
Del rojo al azul
Barack Obama llegó a la Casa Blanca en plena crisis
económica. Un debut nada prometedor, que el nuevo presidente se comprometió a
revertir. Y lo logró.
“Ha logrado devolver al país hasta el estado económico
anterior a la crisis, incluso mejorarlo. Pudo recuperar los millones de empleos
perdidos durante la crisis. Desde ese punto de vista para los estadounidenses
es un legado importante”, analiza Cristina Manzano.
La receta: una ambiciosa reforma legal y financiera, a la
que se sumó el apoyo a empresas locales. Así se pudo recuperar los empleos
perdidos. En 2009 el desempleo alcanzó su peor nivel en casi tres décadas,
situándose en un 10,3%. Para 2014 se habían recuperado los 8,7 millones de
empleo. De allí en adelante el empleo ha aumentado, tanto así que estos dos
últimos años son los más positivos de las últimas dos décadas.
Diplomacia Made in USA
Con Barack Obama los estadounidenses vieron por primera vez
a uno de sus presidentes bailar en un programa de televisión. Carismático y
atractivo, el presidente de los Estados Unidos ocupó esas herramientas para
borrar años de una imagen crispada de la diplomacia estadounidense.
Lo dice la experta Cristina Manzano: “se dejó de lado la era
Bush y logró devolver a los Estados Unidos una imagen y una presencia en el
mundo. Ahí está el acuerdo con Irán, la reapertura de relaciones con Cuba, otro
de sus hitos en política exterior. Y aunque la imagen, el peso de Estados
Unidos como gran potencia sigue en declive creo que Obama ha logrado parar,
sino el declive, sí esa imagen tan distorsionada”.
Deshielo de las relaciones con Cuba, diálogo directo con
Teherán en la lista de los logros.
Pero es en el ámbito internacional donde Barack Obama tuvo
reveses. Al asumir su mandato se comprometió a parar las guerras en las que
Estados Unidos se había comprometido. Dijo que sus tropas saldrían de Irak.
Ocho años más tarde Obama se transformó en el primer presidente en haber ejercido
sus años ocho de mandato en un país en guerra. Un balance agrio para quien
recibiera el premio Nobel de la Paz en 2009. Eso aunque sí logró reducir el
número de soldados presentes en Irak y Afganistán, llegando a 14.000, bastante
menos que los 200.000 de Bush.
Pero tal vez el que será su mayor tropiezo es precisamente
la elección de Donald Trump como su sucesor. No lograr pasarle el relevo a un
demócrata y dejarle el sillón presidencial a un político que es su antítesis es
el gusto amargo con el que Obama termina su mandato.
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