Por Laura QUIÑONES
Periodista de nuestra asociada RNU
Chelines somalíes en una casa
de cambio
en Mogadishu. Millones de
personas en
Somalia depende de las remesas
que
envían sus familiares y amigos
en el
extranjero.
Foto: ONU/Stuart Price
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Los migrantes que viven en países desarrollados enviaron
remesas por casi 500.000 millones de dólares en 2016, ayudando a sus familias a
salir de la pobreza al proveerles estabilidad financiera, acceso a la
educación, una vivienda y cobertura de salud, según un nuevo informe del Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola.
El documento publicado esta semana resalta además que esos
envíos aumentaron un 51% en los últimos diez años.
Señala que actualmente más de 200 millones de trabajadores
migrantes, la mitad de ellos mujeres, están apoyando a unos 800 millones de
familiares en sus países de origen.
Según el presidente del FIDA, Gilbert Houngbo, las remesas,
cuyo promedio es de 200 a 300 dólares mensuales, representan hasta el 60% de
los ingresos de muchas familias y hacen una gran diferencia en sus vidas y sus
comunidades.
Sin embargo, el informe destacó que el costo de estas
transacciones llega hasta 30.000 millones de dólares al año. El FIDA recomendó
a los Estados y compañías que implementen medidas para reducir los recargos, de
manera que se pueda ayudar a más personas, especialmente en áreas pobres o en
momentos de emergencia y desastres.
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