Por Jordi TRUJOLS
Periodista de nuestra asociada RNU
El Alto Comisionado de la ONU
para los Derechos Humanos,
Zeid Ra’ad Al Hussein
Foto de archivo: ONU/Jean-Marc
Ferré
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El viaje de Chanyang hacia la
libertad
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El documento, publicado este miércoles, examina las
diferentes formas en que se produjo la separación familiar tras el
enfrentamiento: ya fuera consecuencia del desplazamiento, la desaparición
forzada y el secuestro, o la huida de la República Popular Democrática de
Corea.
La Oficina del Alto Comisionado estima que desde 1953, casi
130.000 personas se han registrado para reunirse con sus familias en Corea del
Norte, pero más de la mitad fallecieron sin lograrlo y, entre las restantes,
cerca del 55 por ciento tiene más de 80 años.
El reporte especifica que la responsabilidad principal para
resolver la cuestión compete a los dos países y destaca el aumento de la
tensión política y militar en la región como el principal obstáculo para la
aplicación de las recomendaciones.
Entre éstas se incluye permitir el contacto sin trabas entre
personas de los dos países, publicar listados de todos los desaparecidos desde
la Guerra y localizar su paradero, además de proteger de la trata u otras
violaciones de los derechos humanos a las personas que abandonan Corea del
Norte.
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