De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Concluyeron en Washington este domingo 20 de agosto, cinco
días de negociaciones del Tratado Trilateral de Libre Comercio de Canadá,
Estados Unidos y México, sin resultados visibles y únicamente con la promesa de
mantener el “compromiso de los tres países hacia un resultado ambicioso”.
De hecho, este acuerdo de 1993 fue una ampliación del
antiguo Tratado de Libre Comercio de Canadá y Estados Unidos que fue firmado el
4 de octubre de 1988 para la formalización de la relación comercial entre los
dos países. En 1990, el bloque entró en negociaciones para ser reemplazado por
un tratado que incluyera a México.
El 10 de junio de 1990, Canadá, Estados Unidos y México
acuerdan establecer un tratado de libre comercio, el 5 de febrero de 1991 inician
las negociaciones del TLCAN, por lo que el Acuerdo Comercial fue firmado por el
presidente estadounidense George H.W. Bush, el 8 de diciembre de 1992, por el
primer ministro canadiense Brian Mulroney, el 11 de diciembre de 1992 y por el
presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, el 14 de diciembre de 1992.
Así mismo los tres países lo firmaron el 17 de diciembre de
1992 y entró en vigencia a partir del 1 de enero de 1994, cuando se cumplió con
el procedimiento de ratificación por parte del poder legislativo de cada país
que lo suscribió.
Canadá y México se convirtieron en "colonias" de
los EE.UU., que aumento la pobreza en México y agravó el desempleo en los
EE.UU. Hacer el dólar la única moneda en las transacciones comerciales entre
los socios del TLCAN implicó una seria resistencia por parte de la sociedad
mexicana e incluso por ciertos sectores del gobierno donde existía el miedo a
la pérdida de la identidad nacional.
Hasta 2009 el proceso de integración fue completado a pesar
de que México está más ligado a los Estados Unidos que a Canadá. Los déficits
que caracterizaron este proceso obstaculizaron el alcance de la mayor parte del
bienestar de la población.
La primera ronda de renegociaciones se inició medio de una
fuerte crisis diplomática de México con Estados Unidos que comenzó el 25 de
enero de 2017, cuando el estadounidense Donald Trump amenazó a México que se
renegociaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte porque lo
considera «muy poco beneficioso para su país» y además ampliaría el muro
fronterizo ya existente entre los dos países.
Un día después se canceló la primera visita del mandatario
mexicano a la Casa Blanca al manifestarse Enrique Peña Nieto en contra de todos
los proyectos de Estados Unidos. Posteriormente, Donald Trump y Enrique Peña
Nieto cancelaron una reunión que tenían entre ellos en Washington D. C.
Aparentemente superadas las diferencias, el 16 de agosto, en
Washington, D.C., el Secretario de Economía de México, el neoleonés Ildefonso
Guajardo, la Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y
el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, lanzaron el
proceso de negociación para la modernización del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN).
Con esto dieron inicio cinco días completos de reuniones de
los equipos técnicos que abarcaron los múltiples temas de negociación. México,
Canadá y Estados Unidos hicieron presentaciones conceptuales en el ámbito del
acuerdo y los grupos de negociación iniciaron los trabajos para avanzar en la
elaboración de textos y acordaron proporcionar textos adicionales, comentarios
o propuestas alternativas durante las próximas dos semanas.
El alcance y volumen de las propuestas durante la primera
ronda de negociación refleja el compromiso de los tres países hacia un
resultado ambicioso y reafirma la importancia de actualizar las reglas
aplicables al área de libre comercio más grande del mundo.
En paralelo a las negociaciones, los funcionarios de los
tres países interactuaron con un gran número de actores relevantes, incluidos
representantes del sector privado, asociaciones industriales, representantes de
la sociedad civil incluyendo grupos laborales, legisladores y funcionarios
estatales y provinciales.
Los negociadores de cada país seguirán haciendo consultas en
sus respectivos países y trabajarán para avanzar en la elaboración de textos de
negociación hasta finales de agosto, y se reunirán de nuevo en México para una
segunda ronda de negociación del 1 al 5 de septiembre.
Las negociaciones seguirán a un ritmo acelerado, continuarán
en Canadá a finales de septiembre y regresarán a Estados Unidos en octubre, con
rondas adicionales planeadas para el resto del año.
Los próximos meses requerirán de un gran esfuerzo y
compromiso. México, Canadá y Estados Unidos están comprometidos con un proceso
amplio y acelerado de negociación que actualizará nuestro acuerdo y establecerá
estándares del siglo XXI en beneficio de nuestros ciudadanos.
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