Análisis a Fondo
* Un mito que tiene que ser destruido por el pueblo
* Los que buscan el poder lo hacen para enriquecerse
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
Este pensamiento pertenece a Joseph de Maistre (1753-1821),
quien sostuvo “que cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”. Pero el
francés André Malraux (1901-1976) la modificó y dijo que no es que “…los
pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los
gobernantes que se le parecen”. Suena más decente, pero resulta igual de
trágico. De nuestro continente tenemos el aporte de José Martí (1853-1895):
"Pueblo que soporta a un tirano lo merece". Cualquiera de las tres
modalidades resulta muy fuerte para la una sociedad.
Estas tres modalidades atañen a los mexicanos. Y estos están
peor que otros pueblos, porque eligen a sabiendas de que los candidatos son
malos candidatos y serán pésimos gobernantes, cuya ruta de vida será la corrupción,
la impunidad, la simulación y hasta el cinismo. Si no. Haga usted un recuento
de lo que está sucediendo en este sexenio. Y lo más grave de todo es que los
corruptos son tan cínicos que tienen la desfachatez de negarlo todo e inclusive
amenazan con demandar a quienes los han denunciado con pelos y señales. O son tan, tan sinvergüenzas que hacen como
aquel político de pueblo que dijo que él si robaba, “pero poquito”-
Lo grave es que los mexicanos votan como votaron los judíos
cuando, en la leyenda bíblica, el gobernador romano Pilatos les presentó a
Jesús a quien no le veía ningún delito, y al ladrón Barrabas, preguntándoles a
quién debía soltar. Los judíos gritaron al unísono: ¡A Barrabás! Y desde
entonces, dice la leyenda mexicana, los mexicanos vienen votando por los
ladrones,. Y vaya que si son ladrones los gobernantes mexicanos de todos los
niveles. Entran a su oficina con una mano atrás y otra adelante y salen,
concluido su periodo, archimillonarios.
Y los votantes, una vez habiendo elegido al que los va a
malgobernar, al que va a robar, al que va a ser injusto, empiezan a quejarse de
él, a pesar de que se supone que ellos fueron los que lo pusieron en el puesto,
a no ser que haya habido fraude electoral, de esos que tiene como táctica el
PRI para agandallarse de la presidencia, las gubernaturas y las presidencias
municipales.
Me quedo con lo dicho por José Martí, más cerca del
pensamiento latinoamericano y mexicano: Pueblo que soporta a un tirano lo
merece. Y en México son historia los hechos en los que el pueblo seguía a un
caudillo para derrocar a un tirano. Si no me equivoco, el último tirano
personal fue Victoriano Huerta, quien mandó a asesinar a Belisario Domínguez y
le cortó la lengua. La tiranía se ha manifestado posteriormente en la imposición
de los gobernantes del PRI- Vivimos muchos años bajo la férula de la Dictadura
Perfecta. Los gobernantes, despachándose con la cuchara grande del Erario e
importándoles un bledo la suerte de la gente. Esta campaña fue continuada
exponencialmente por los presidente panistas y vuelto el PRI al poder con su
vuelva volvió la dictadura perfecta que, perdón por la expresión poco ortodoxa,
pero sí castiza, tiene al pueblo mexicano hasta la madre. Y este pueblo está ya
dándose cuenta de que no se merece el gobierno que lo gobierna, que no lo
debería de gobernar sino de servir, porque el presidente es un empleado del
pueblo, a quien el pueblo le paga un salario más que justo.
Y ya el pueblo se dio cuenta de que es víctima de los
ladrones institucionales que le meten la mano al erario no con la mano sino con
palas mecánicas.
Este pueblo sufrido, explotado, excluido se está dando
cuenta de que no son verdades absolutas esas frases: el pueblo tiene el
gobierno que se merece, o que tiene a los gobernantes que se le parecen, o que,
como dice el gran Martí, Pueblo que soporta a un tirano se lo merece.
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