De la Mesa de Redacción
De nuestra afiliada La Voz de América
La policía española baleó y abatió el viernes a cinco
personas que portaban cinturones con explosivos y que estaban relacionadas con
el ataque con una camioneta que causó al menos 14 muertos y 100 heridos en
Barcelona.
Las autoridades intensificaron la búsqueda de los autores
del último ataque extremista en suelo europeo, reivindicado por la milicia
radical Estado Islámico.
Agentes de policía en la popular localidad turística de
Cambrils, al sur de la capital catalana, respondían a un segundo ataque en la
madrugada del viernes cuando abatieron a cinco personas cerca del paseo marítimo
de la localidad, dijo el gobierno de Cataluña, una región en el noreste de
España.
La policía no proporcionó detalles del ataque, pero medios
españoles reportaron que un auto se estrelló contra un coche de la policía y
civiles en Cambrils, y que los agentes balearon a los agresores, uno de ellos
armado con un cuchillo. Seis personas, incluyendo un policía, resultaron
heridas. Un equipo de artificieros detonó los cinturones con explosivos.
El ataque de Cambrils se produjo horas después de que una
camioneta blanca entrase al pintoresco paseo barcelonés de Las Ramblas para
arrollar a peatones, circulando en zigzag por la vía atestada de residentes y
turistas de todo el mundo. Catorce personas fallecieron y otras 100 resultaron
heridas, 15 de ellas de gravedad.
Los dos incidentes "están conectados y siguen la misma
pista", explicó el responsable de Interior de la Generalitat, Joaquim
Forn, en declaraciones a la radio local RAC1 a primera hora del viernes.
Forn no proporcionó más detalles, pero las autoridades
habían dicho antes que la policía trabaja sobre la hipótesis de que ambos
ataques están conectados. Además guardarían relación con una explosión
registrada el miércoles en la noche en la localidad de Alcanar en la que murió
una persona.
En total, las autoridades detuvieron a tres personas por su
presunta vinculación con los hechos. El jueves arrestaron a un ciudadano
español de Melilla - un enclave español en el norte de África - y a otro
marroquí y el viernes al tercer sospechoso. Ninguno fue identificado.
La detención del viernes tuvo lugar en la localidad de
Ripoll, en el norte de Cataluña, explicó Forn en Catalunya Radio. Uno de los
arrestados del jueves estaba también en Ripoll y el otro en Alcanar.
Según la policía, ninguno de los dos detenidos el jueves era
el conductor de la camioneta, que huyó a pie.
Los atentados, ocurridos en el momento de más actividad de
la temporada turística en España, dejó víctimas esparcidas por la icónica calle
barcelonesa. A petición de los agentes, muchos se metieron en los comercios
cercanos o huyeron en pánico con niños pequeños en brazos.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, el rey
Felipe de España y el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, guardan un
minuto de silencio en honor a las víctimas en el atentado de Barcelona.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy calificó
el ataque del jueves con una camioneta como "terrorismo yihadista".
"Hoy España, y más exactamente Barcelona, ha recibido
el amor y la solidaridad que hemos compartido con otras ciudades y países
golpeados por la misma brutalidad del terrorismo en otros momentos. Quiero
decir que no solo estamos unidos por el dolor, sino que estamos especialmente
unidos por la firme voluntad de derrrotar a quienes despojarnos de nuestros
valores y nuestra forma de vida".
El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el atentado
asegurando en un comunicado difundido por su agencia noticiosa Aamaq que el
ataque fue perpetrado por "soldados del Estado Islámico" en respuesta
a los llamados de la milicia para arremeter contra los países que participan en
la coalición que intenta expulsarlos de Siria e Irak.
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