Por Laura QUIÑONES
Periodista de nuestra asociada RNU
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Una tortuga marina nada en un arrecife
de coral en las Islas Maldivas.
Foto: Coral Reef Image Bank/Jayne Jenk
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Los arrecifes de coral han sobrevivido la extinción de los
dinosaurios, la era del hielo y otros cambios ambientales masivos, pero
¿sobrevivirán a la humanidad del siglo XXI?
El panorama no es muy prometedor, dicen los científicos,
quienes han determinado que para 2050 casi el 90% de estos super ecosistemas,
que entre otras cosas proporcionan el hábitat del 25% de las especies marinas,
así como medios de vida y valor para cientos de millones de personas, podrían
estar extintos.
“Los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos”,
asegura Gabriel Grimsditch de la división de ecosistemas marinos del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Grimsditch se refiere a que el aumento de las temperaturas
del océano, una consecuencia del calentamiento global y a su vez las
actividades humanas tales como la emisión de gases de efecto invernadero, está
literalmente matando los arrecifes de coral.
“Los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura
en el agua, en el mar, y viven en una simbiosis con unas algas microscópicas
que viven dentro de ellos y les dan energía. Cuando la temperatura sube
demasiado, esta simbiosis que da vida y energía al coral se rompe. Y cuando se
rompe es como una fiebre en los humanos, el coral está muy estresado, está muy
débil y pierde su color y se blanquea. En esta situación el coral puede morirse
muy fácilmente y vemos que hay muchos corales que cuando se blanquean
sobreviven unos días, unas semanas, a lo mejor unos meses, pero en muchos casos
pierden la vida”, explica Grimsditch.
Es mucho lo que está en juego, además de su riqueza natural
y las especies que dependen de ellos para sobrevivir, los corales nos proveen
seguridad alimentaria a través de la pesca, nos protegen de inundaciones,
generan ingresos gracias a los millones de turistas que viajan para apreciarlos
y hasta son la materia prima de algunos medicamentos para combatir el cáncer.
“Son realmente super ecosistemas, los llamamos las células
tropicales del mar, porque son tan ricas en biodiversidad y son muy valiosas.
Son un activo natural increíble pero no los estamos tratando con cuidado”, dice
el experto.
Pero ¿qué son los arrecifes de coral? ¿Plantas, rocas, animales?
Los arrecifes de coral acogen el 25 % de la vida marina, alimentando a millones de personas. Kadir van Lohuizen/NOOR/PNUMA |
Los arrecifes de coral, que muchos solo han visto a través
de fotografías multicolor o documentales televisivos, no son vegetales sino
animales, concretamente animales coloniales llamados zooides o pólipos. Las
colonias se forman con cientos de miles de individuos y pueden alcanzar tamaños
descomunales.
Como explica Grimsditch, las microalgas que viven en
simbiosis adentro de los corales comparten con ellos la energía que obtienen a
través de la fotosíntesis, por lo que estos necesitan vivir en aguas claras y
poco profundas con mucha luz. Con
algunas excepciones, no se encuentra coral a más de 50 metros de profundidad.
Cuando los corales se “estresan” por factores como la
contaminación, o el cambio de la temperatura del agua, expulsan a las
microalgas de su interior, y se blanquean.
“El calentamiento de la temperatura del mar causa estrés a
los corales lo cual es algo parecido a una fiebre en los humanos. En 1998
sucedió el primer verdadero evento global de blanqueamiento y murieron
aproximadamente el 16% de los corales en el mundo entero, y desde entonces
hemos visto eventos de blanqueamiento más frecuentes, con el más reciente en el
2015-2016”, asegura el experto de ONU Medio Ambiente.
En el 2016 en las Maldivas, tres cuartos de los corales se
blanquearon y en el norte de la barrera de coral en Australia, dos tercios de
los corales murieron.
El océano, una esponja de calor
El antes y después de un arrecife tras un evento de blanqueamiento coralino en la Gran Barrera de Coral en Australia.
The Ocean Agency/WL Catlin Seavi
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¿La causa del blanqueamiento coralino en el gran esquema de
las cosas? El calentamiento global. Expertos del Panel Intergubernamental del
Cambio climático (IPCC) afirmaron en un informe en 2014 que los océanos han
desacelerado los efectos del cambio climático al absorber hasta un 93% del
calor atrapado en los gases de efecto invernadero que las actividades humanas
envían hacia la atmósfera.
Asimismo, al absorber estas grandes cantidades de calor, los
océanos se han expandido, lo que significa que el aumento en el nivel del mar
es una de las consecuencias del incremento de las temperaturas del agua.
Es decir, por décadas los océanos nos han protegido del
aumento radical de las temperaturas del aire, y como consecuencia, los
arrecifes de coral están siendo hervidos vivos en lugar de nosotros.
Por ejemplo, el Océano Pacífico, un área considerada menos
afectada que otras hasta ahora y que alberga una cuarta parte de los arrecifes
de coral, en su mayoría estará sujeto a eventos de blanqueamiento casi
anualmente por los próximos quince años.
Eso ha afirmado un estudio publicado en septiembre de 2018,
que indica que a pesar de que la cobertura de coral se ha mantenido estable en
la década más reciente, los cambios en la variedad de corales y la disminución
en biomasa de peces herbívoros como resultado directo del impacto humano son
signos de que los arrecifes de coral están cambiando.
La situación es de tal gravedad, que el último informe del
IPCC presentado en octubre, estima que, incluso con acciones contundentes para
estabilizar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles
preindustriales, para el 2050 se perderá del 70% al 90% de los arrecifes de
coral.
Además, el aumento de las temperaturas del agua no es la
única amenaza de estas especies. “Los arrecifes de coral también se ven
afectados a nivel local por muchas actividades humanas, la pesca excesiva, la
pesca destructiva, la contaminación por nutrientes, la sedimentación y
desarrollo o modificación costera están degradando y matando a los arrecifes de
coral en todo el mundo, y también están reduciendo su capacidad para
recuperarse de los eventos de blanqueamiento”, aclara Gabriel Grimsditch.
La campaña mundial para salvar los arrecifes
El 2018 fue la tercera vez en que la Iniciativa
Internacional de Arrecifes de Coral declaró un Año Internacional del Arrecife
después de 1997 y el 2008, para aumentar la conciencia mundial sobre su
importancia y las amenazas que enfrenta.
Durante doce meses se realizaron esfuerzos para consolidar
la protección de los arrecifes de coral como una prioridad, pero el impulso
debe continuar.
Uno de los más grandes fue el anuncio de una nueva coalición
que involucra organizaciones intergubernamentales, de conservación y
fundaciones privadas para pedir un liderazgo audaz que salve a los arrecifes de
coral.
“La coalición se ha creado para concienciar sobre la importancia de los
arrecifes de coral y las amenazas que enfrentan, esto implica una campaña de
concienciación publica, así como el trabajo con los responsables políticos para
desarrollar objetivos y acciones ambiciosas para la conservación de los
arrecifes de coral a nivel mundial”, asegura el experto de ONU medio Ambiente,
quien agrega que la coalición está construyendo un enfoque de activismo y
comunicación para dirigir a la comunidad global a favor de una acción audaz de
los líderes del Gobierno y del sector privado.
Asimismo, la ONU junto con la Iniciativa Internacional y los
Gobiernos de Mónaco y Francia han financiado soluciones innovadoras para apoyar
la conservación de los arrecifes en diferentes regiones del mundo, entre ellos
África, el Caribe y el sudeste de Asia.
“Esperamos que estos proyectos innovadores puedan ayudar a
mejorar la gestión de los arrecifes de coral en todo el mundo”, resalta
Grimsditch.
Además, otro estudio de ONU Medio Ambiente afirma que un
cambio hacia una mejor salud de los arrecifes de coral de aquí a 2030 podría
ser beneficioso para las economías y desbloquear hasta 37.000 millones de
dólares en Indonesia y 35.000 millones en Mesoamérica, en tres sectores clave
dependientes de los arrecifes: el turismo, la pesca comercial y el desarrollo
costero.
Proyectos creativos, ¿pero efectivos?
La creatividad de activistas a lo largo del planeta para
salvar a los arrecifes no se ha hecho esperar. Recientemente investigadores de
dos universidades australianas crearon un robot submarino que se mueve a través
de porciones dañadas de los arrecifes, y “planta” cientos de miles de corales
mizroscópicos para regenerarlos.
Los corales “bebés” fueron cultivados a partir de
especímenes que sobrevivieron al gran evento de blanqueamiento de 2016 en la
Gran Barrera de Coral, y que se cree son especialmente tolerantes a las
temperaturas más cálidas. Los resultados
del experimento aún están por verse.
“Ahora hay muchos proyectos de restauración y cultivo de
corales en todo el mundo, en casi todos los países donde se encuentran los
arrecifes de coral hay gente que está investigando cómo restaurarlos después de
un evento de blanqueamiento. La restauración y el cultivo de los corales se
encuentra en una fase de investigación y desarrollo, es un campo importante y
es probable que en el futuro tengamos que restaurar los arrecifes”, asegura el
experto de ONU Medio Ambiente.
En Belice, por ejemplo, buceadoras de la ONG Fragments of
Hope, localizan arrecifes sanos, los cultivan en viveros para tenerlos en
abundancia, y después los trasplantan a mano en aguas poco profundas. El
proyecto ha sido reconocido internacionalmente.
Pero este tipo de iniciativas no pueden convertirse en la
única esperanza de los corales, advierte el experto. “Tenemos que tener mucho
cuidado y no vender la idea que esto es la solución porque todavía no tenemos
las técnicas adecuadas para realmente restaurar un arrecife de coral, o un
ecosistema natural. Los arrecifes son ecosistemas muy grandes y muy salvajes y
tratar de recrearlos a través de la ingeniería humana es muy difícil”.
¿Entonces, qué más podemos hacer?
Una anémona y un pez payaso antes y después del blanqueamiento coralino en Samoa. Coral Reef Image Bank/Jayne Jenk |
Todavía hay esperanza, dice Grimsditch, “los corales
formadores de arrecifes han estado en la tierra durante cientos de millones de
años, e incluso han sobrevivido a la extinción de los dinosaurios, son muy
resistentes a los golpes y los traumas, pero necesitan las condiciones
adecuadas para recuperarse y volver a crecer. La actividad humana es una gran
influencia en estas condiciones, y si lo hacemos bien podremos tener arrecifes
de coral saludables en el futuro”.
Hay muchas cosas que se pueden hacer el día a día para
proteger a los corales, asegura el experto. En primer lugar, llevar estilos de
vida más sostenibles y tomar todas las medidas necesarias para reducir nuestras
propias emisiones de los gases que causan el cambio climático.
“Podemos también aprender más sobre esta crisis de los
arrecifes de coral, educarnos y aumentar la conciencia de nuestros amigos y
familiares. Podemos también averiguar como uno puede involucrarse en proyectos
de conservación y podemos apoyar a los políticos que tienen las mejores
políticas ambientales y climáticas”, dice.
Asimismo, podemos hacer elecciones como turistas, buzos y
nadadores. Por ejemplo, ONU medio Ambiente y la Fundación Reef-World, se han
unido en la iniciativa “Green Fins” o “aletas verdes”, que permite a los
operadores de buceo y snorkel cambios simples pero efectivos en sus prácticas
comerciales que reducen el impacto en estos arrecifes.
“Así que si uno se va de vacaciones para hacer buceo o
snorkeling uno puede buscar un centro de buceo que haya sido aprobado por Green
Fins. También abajo del agua hay que tratar a los corales con mucho respeto, no
se puede tocar nada mientras se bucea, no se debe pisar los corales, y nunca
llevarse ningún recuerdo de los arrecifes de coral. No comprar ningún souvenir
que sea hecho con corales”, explica el experto.
Además de todas estas medidas, rechazar el plástico en general, también favorece a los corales.
Los restos de plástico privan a los corales de oxígeno y luz vitales y liberan
toxinas que permiten la invasión de bacterias y virus.
En un análisis a 159 arrecifes de coral en la región de Asia
y el Pacífico, publicado en 2018, los investigadores estimaron que hay 11.100
millones de partículas de plástico
enredadas en los corales y se prevé que este número aumente 40% en los próximos
siete años.
De los 124.000 arrecifes coralinos que fueron evaluados, 89%
de aquellos cubiertos de plástico enfrentaban la amenaza de enfermedades, en
comparación con solo 4% de los corales libres de plástico.
Tal y como lo declaró ONU Medio Ambiente a comienzo de 2019:
“El destino de los arrecifes de coral pende de un hilo”, y depende de nosotros
como comunidad internacional evitar la pérdida de uno de los más importantes
ecosistemas en el mundo, que ya de por sí han logrado sobrevivir ante la
adversidad por siglos a pesar de nuestros abusos.
“Los arrecifes de coral tienen una capacidad de recuperación
bastante fuerte, y si logramos reducir nuestros impactos locales, de la pesca,
de la polución, del desarrollo costero y logramos reducir nuestros impactos al
arrecife, y además como una comunidad global conseguimos reducir las emisiones
y logramos reducir el cambio climático entonces los arrecifes también tendrán
la capacidad para restaurarse y para poder a volver a ser ecosistemas sanos,
biodiversos y valiosos”, concluye Gabriel Grimsditch.
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