Por Ana Teresa BADÍA VALDÉS
Periodista de Radio Rebelde
Se eleva a 91 las víctimas mortales y 52 hospitalizados, el
saldo de la explosión del viernes en una toma clandestina en la comunidad de
San Primitivo en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, con base en la información
de Omar Fayad Meneses, gobernador hidalguense
Versiones de los testigos confirman la trampa tendida a los
residentes invitados por mensnajes de texto a recoger gasolina que les era
regalada y en otras ocasiones, desconocidos se acercaron a las puertas con
bidones para ir a recoger el combustible.
En tanto, el gobernador aseguró que en la zona de la
explosión del ducto Tuxpan-Tulancingo de Petróleos Mexicanos (Pemex), aún se
buscan restos de personas.
"No vamos victimizar a las comunidades", aseguró
al ser cuestionado sobre las personas que se encontraban tratando de recolectar
combustible y reiteró que solo perseguirán a los responsables de perforar el
ducto que causó la explosión.
La mayoría de los testimonios de los familiares de los que
murieron en la explosión, coinciden en que las víctimas fueron a recoger
gasolina para ahorrarse la compra del combustible, o bien, para venderlo.
Investigaciones
Según las autoridades, las personas se habían reunido allí
para llenar cubos y contenedores de plástico con combustible, en medio de la
estrategia del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador para detener el
robo, en el contexto de una ofensiva para acabar con la corrupción y el crimen
organizado.
El Ejército llegó antes de la detonación, pero se replegó
para “evitar un enfrentamiento con la población”, según informó el dignatario.
Al decir de los peritos, la tubería había sido perforada y
abandonada por ladrones de combustible, lo que dio origen a una fuente de hasta
siete metros de alto que atrajo a entre 600 y 800 pobladores con recipientes
para llenar, según el reporte oficial de la Defensa.
La fiscalía de México investiga varias hipótesis sobre las
causas de la explosión. Se busca determinar si la perforación y explosión del
ducto fue obra de una organización criminal o si corresponde a personas que
actuaron de manera individual. En tal sentido, el fiscal Alejandro Gertz indicó
que la hipótesis de una posible negligencia de las autoridades responsables del
ducto "es un tema fundamental". "La cronología de los hechos
tiene que quedar absolutamente clara y precisa, para eso vamos a llamar a todas
las autoridades que intervinieron para que declaren en la averiguación (...)
para que tengamos perfectamente claro qué fue lo que pasó", afirmó.
Gertz precisó que las declaraciones se llevarán a cabo esta
semana e incluirá a funcionarios de la secretaría de Defensa Nacional, la
policía, la petrolera estatal Pemex, el gobierno y el ministerio público del
estado de Hidalgo.
El testimonio de los sobrevivientes
Isidoro Velasco estaba entre quienes se acercaron al lugar.
En la tragedia, este hombre de 51 años perdió a dos de sus familiares -su
cuñada y uno de sus hijos- y busca a otro sobrino, quien llegó al Hospital
Magdalena de las Salinas con gran parte del cuerpo quemado, según lo publicado
por el diario El Universal.
Velasco trabaja en el campo y reconoce que tanto él como sus
seres queridos sabían que acarrear gasolina en tambos era peligroso.
"Estábamos conscientes de que era un riesgo jugar o estar enfrente de la
gasolina, pero no imaginábamos que esto llegaría a una gran explosión que
acabaría con muchas vidas”.
Los Velasco llegaron a la fuga del ducto luego de recibir
mensajes de texto en los que les avisaban lo que estaba pasando. "Nos
comunicaron los vecinos y amigos que estaban regalando la gasolina y pues nos
fuimos, yo me dedico al campo y doy gracias porque pude salir antes del suceso.
Me retiré y explotó unos 15 ó 20 minutos después, cuando regresé había un olor
muy fuerte e insoportable y estábamos a 120 ó 100 metros, esa fue una seña de
que ya estaba al borde de la explosión".
También Antonio García recuerda que la tarde de la tragedia
unos primos pasaron por la puerta de su casa con bidones y lo
"invitaron" a juntar gasolina en la toma clandestina. "Qué
miedo, mejor yo la compro", le respondió a uno de ellos, que poco después
regresó con un garrafón lleno del carburante.
Antecedentes
En el año 2017 las autoridades de Hidalgo, departamento
donde ocurrió la tragedia, habían ubicado 1064 tomas clandestinas. Al año
siguiente fueron 1726. En todo el país se registraron durante 2018 un total de
12.581, lo que marcó un récord histórico para esta práctica clandestina.
La tarde del viernes, el ducto fue perforado provocando un
potente chorro de gasolina que atrajo a pobladores de la localidad de
Tlahuelilpan, incluyendo familias enteras, que con baldes y bidones
recolectaban la gasolina cuando los sorprendió la explosión.
Ese desastre ocurrió en momentos en que el gobierno de López
Obrador aplica una estrategia para combatir el robo y tráfico de combustible,
conocido popularmente como "huachicoleo", delito que genera pérdidas
anuales por unos 3.000 millones de dólares, según datos oficiales.
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