Sucedió hace 35 años
Por José Antonio ASPIROS VILLAGOMEZ
Para Arcano Radio
La noticia más importante de 1984 fue escrita con 36 años de
anticipación por el periodista y novelista inglés Eric Arthur Blair cuando, en
la última de sus obras literarias, predijo un mundo dominado por tres
superpotencias totalitarias, en el que la individualidad es sistemáticamente
perseguida y aplastada.
Con el seudónimo de George Orwell, este autor visualizó en
su obra 1984 a una humanidad sometida al creciente poder del Estado, a una
guerra perpetua y a una masificación en la que el ámbito de la intimidad no
tenía cabida.
El gran hermano te vigila, dirían los carteles a cada paso
dentro de un mundo imaginario cuyo sistema gubernamental estaba dividido en
cuatro ministerios: el de la Verdad, “que se dedicaba a las noticias, a los
espectáculos, la educación y las bellas artes”, y que modificaba continuamente
el pasado mediante la manipulación de la historia. “El ministerio de la Paz,
para los asuntos de guerra. El ministerio de Amor, encargado de mantener la ley
y el orden. Y el ministerio de la Abundancia, al que correspondían los asuntos
económicos”, según la propia novela.
MÉXICO SE SALVÓ
Desde 1983 y durante todo el año siguiente, la historia
narrada por este literato nacido en la India en 1903 y muerto en Londres en
1950, causó interés e inquietud por comparar las predicciones y la realidad.
Muchos vieron en 1984 la extensión del comunismo, y otros
observaron que el Hermano Mayor estaba por igual tras la Cortina de Hierro que
en la burocracia de las multinacionales sin rostro ni bandera. También se hizo
notar que la despersonalización del individuo, aunque no había llegado a través
del control informático estatal, sí estaba presente por la vía de la
propaganda, de la sumisión de las conciencias.
De acuerdo con el escritor Carlos Monsiváis, el año de
Orwell “no se materializó en México”, o en todo caso “sus devastaciones
ocurrieron de muy distinto modo” y la ausencia de un infierno totalitario se
pagó con la crisis económica, política y social.
PROPAGANDA O VIOLENCIA
En Inglaterra, la primera ministra Margaret Thatcher auguró
durante su discurso de Año Nuevo que, contrariamente a la utopía orwelliana,
1984 sería “un año de esperanza y libertad”.
El catalán Lluis Crespo opinó en el libro 1984 contra 1984
que “suprimir al Estado es una quimera”, pero se pronunció por “encaminarse
hacia un Estado mínimo” limitado por la iniciativa privada y subordinado a la
sociedad civil; en tanto, el lingüista estadunidense Noam Chomsky previno
contra las técnicas de control en los sistemas occidentales no imaginadas por
Orwell. “La propaganda es para la democracia lo que la violencia es para el
totalitarismo”, apuntó.
¿PASADO, PRESENTE O FUTURO?
Empero, el propio Orwell había expresado en una carta a un
amigo suyo, sus dudas de que “el tipo de sociedad descrito por mí tenga lugar
necesariamente”, aunque “algo no muy distinto podría suceder”.
El 1984 del novelista indobritánico fue producto de sus
vivencias en la Guerra Civil Española y del auge tanto del fascismo como del
comunismo en los años 30-40, y si alimentó su alucinación con esos elementos,
no faltó quien opinara que había escrito de “su presente y su pasado
inmediato”, no del futuro.
Aunque, durante 1984, la fiebre de Orwell llevó a cada uno a
buscar en quién encarnar al Big Brother, la guerra perpetua fue la suma de las
inacabables luchas regionales o intestinas, y la privacía estuvo en constante
amenaza ante la masificación humana, lo mismo en el Este que en Occidente.
DÍAS DE DOLOR
Puestos al margen de aquella ficción, los sucesos del año no
estuvieron exentos de un Gran Hermano. Ante él hizo su huelga de hambre el
Premio Nobel de la Paz 1975, Andrei Sajarov, y los shiks, una secta de la
India, personificaron el suyo en la primera ministra Indira Gandhi, a quien
asesinaron el 31 de noviembre.
El Hermano Mayor chino, el Partido Comunista, sin renunciar
a su control burocrático sobre mil 50 millones de seres, resolvió abandonar el
modelo marxista soviético y adoptar la economía de mercado.
El 30 de mayo fue asesinado en México el periodista Manuel
Buendía, y el 19 de noviembre una serie de explosiones causada por una fuga de
gas dejó sin vida a 324 personas en San Juan Ixhuatepec, cerca de la capital
mexicana.
LO NEGRO
La población de Bhopal, en la India, fue escenario de otro
drama cuando una fuga de gas letal mató a 2,500 personas, en el mes de
diciembre. Y buscado hasta en África, el ex jefe de la policía de la ciudad de
México, Arturo Durazo Moreno, fue capturado en el mes de julio en Puerto Rico.
Después de una larga enfermedad murió el escritor argentino
Julio Cortázar, y fallecieron también, en el año de Orwell, figuras como el
cineasta Francois Truffaut, el actor Richard Burton y los literatos Vicente
Aleixandre y Truman Capote.
(*Contenido transcrito y revisado del libro 25 años en la
información, editado por Notimex y Grupo Desea, primera y única edición, 1994,
México, DF. Con copyright del autor, para el texto)
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