viernes, 18 de diciembre de 2020

El misógino

Cuento

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

-…le declaro la guerra a Estados Unidos! Soy el presidente, el dueño de un país con mis mascotas que están dispuestas a dar la vida por mí”, dice el hombrecillo encorvado de un metro 73 centímetros, mostrado su desnudez de 70 kilos de peso al harem de cinco ambiciosas mujeres mimosas que acarician la piel arrugada de 67 años.

Les mira y pregunta con una sonrisa burlona: “¿No lo creen? A ver tú, sí, tú, la que nació en donde dicen que se originó hace diez millones de años esa tribu que emigró y es el principio de nuestra historia…”, le interrumpe la joven legisladora:

-“¿Diez millones de años? ¿Mí Señor querría decir mil ciento cincuenta años?”, lo que enfurece al interrumpido:

-“¡¿Quién es el presidente?! Yo soy el infalible. ¡No te pases! ¿He? Pórtate bien. No contradigas a tu Señor que te ha dado todo, pero si me enojo, ¡también te lo puedo quitar!”

Controlado el auditorio conforme a sus viejos, si ya muy viejos usos y costumbres, primero el sexual que garantizan noventa por ciento obediencia debida y después las dádivas para el diez por ciento de eficiencia, con el adoctrinamiento de los dogmas de fe de la infalibilidad alcanzada en diez años de cohabitar las islas de la UNAM, paraíso de la marihuana y otras drogas que le ayudaban a evadir la frustración generada por el mal trato recibido como agente del espionaje domestico, a causa de sus miedos.

-“Deben entender estos gringos pedorros quien soy: El Poderoso Señor una Nación Pluriétnica. Y les exijo respeten su proceso electoral sin hacerle fraude a mi admirado nieto de alemanes, como la que se niega a ser primera dama. No es injerencia ¡es congruencia con nuestros sagrados principios de soberanía! Y nos deben respetar con la aceptación de que ya murió el neoliberalismo que tanto daño causó con su Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, esos muchachones que se imponían en nuestra Nación por medio del Banco Central. ¡Se les acabó! Es falso que usemos al banco como lavador de narcodólares, como falso es que la regulación de la DEA responda a que protegemos a nuestros bien amados narcos”.

Con voz melosa, una mujer de anteojos y ex dirigente empresarial que fue adoctrinada bajo el principio de que los pobres jamás deben dejar de serlo porque abandonarían a sus salvadores, expresa:

-“Mi Señor, mi bien amado líder, ¿no se arregló eso con la liberación del general?”

Le mira furibundo y escupe: “Ni me lo recuerdes. Fue una humillación que me hicieron los gringos. Prometieron entregarme en bandeja de plata la cabeza de ese general a cambio de once millones de votos de los nuestros que viven allá, y del respaldo de nuestra pesada maquinaria propagandística de cien millones de cuentas y plataformas digitales con millones de robots. ¡Todo se lo di! ¿Para qué? ¡Para nada!”.

Los espasmos corporales obligan a las mesalinas a frotarle aceite para tranquilizarlo y la que se siente heredera del Rey Poeta Netzahualcóyotl inquiere la razón de lo que bien podría considerarse una traición:

-“Quince días antes recibimos la oferta de la detención y sus peticiones. Una oportunidad excelente para humillar a los soldadotes que me agredieron en 1995 y, por supuesto, de iniciar el desmantelamiento de su organización. Lo que no sabíamos ni alá, ni acá, es que de llevarlo a juicio en Estados Unidos se conocerían los acuerdos secretos bilaterales, con nombres de altos funcionarios de ambos países, y agentes en activo que podrían perder la vida. Y eso espantó al güerejo anaranjado, porque se pondría en aprietos con militares y agentes de espionaje. Una cuestión de su seguridad nacional. Y que se encontró la salida diplomática de que los gabachos atendían una solicitud mía para juzgarlo en México, en donde la situación se complicó y me humillaron en público sin que me cuidara la embajadora. Por eso la corrí”.

Momento en que la más joven lo abraza y acomoda su senil cabeza en sus pechos desnudos al momento de acariciar la canosa cabellera. Prosigue:

-“¡Ah! Pero esto no se queda así. Y sus agentes antinarcóticos serán fiscalizados sin poder hacer ningún movimiento propio, como lo del hijo del narco en que también nos condujeron al escándalo. Y con el cambio de leyes en el banco central, podremos fortalecer nuestra grandeza como paraíso fiscal. ¡Soy grande! ¡Soy el Todopoderoso!”

Entra la jefa del harem con su interrogante:

-“¿Lo permitirán los gringos? ¿En su vecino?

-“Si no les parece, les declaro la guerra. A mí se me respeta. No somos iguales”.

Con la boca seca y la respiración agitada abro los ojos y miro la imagen del artista plástico canario Augusto Vives, “Mujer Cremallera, Violencia de Género” y pienso en mi agitado despertar:

-“¡Uta ma! Una pesadilla. Pero que es tan real. Pensar como la bragueta más rápida del mundo, genera las grandes catástrofes políticas que desembocan en enormes guerras con millones de muertos. Y nuestro misógino dictador es capaz de una sandez de ese tipo, tan solo por lucirse con su harem, ante la ausencia de talentos. ¡Señor, protégenos! Te pedimos de regalo navideño, Padre Eterno, nos liberes de este mal”.

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