La cura

Cuento

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

…miedo? ¡No, hombre! ¿Cómo puedes creer? Eso sería poco. Realmente fue ¡pánico! Y no sería para menos. Todo por satisfacer el ansia de “conquistador”. Es peor que una enfermedad. Más bien, podría clasificarse en adicción. Aunque la sociedad lo condena y reduce a un simple “vicio” de “mujeriego” y quita toda posibilidad de rehabilitación. Nada fuera de la “normalidad”.

La “juanita”, si, esa yerba mágica y ¿por qué no?: ¡Sagrada por sus siete pétalos como los siete rayos teofísicos como receptores y custodios de la Energía Divina! Quién diría que la conocida vulgarmente como “marihuana” y con posible origen en Rumania tres siglos antes de nuestra Era, la exoneran de la lista de drogas peligrosas de la ONU el 3 de diciembre de 2020.

Largo y sinuoso camino de la marihuana que la llevan a México en 1492, los “descubridores” de América que la habían heredado de los moriscos. Los mestizos se aficionaron a sus propiedades curativas del reuma y otras enfermedades. Y es criminalizada el 12 de agosto de 1930 en Estados Unidos.

¡Curiosa paradoja! Al concluir la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos firma con México un Acuerdo Secreto de producción y transportación de Marihuana y Amapola, preparando su destino en las fuerzas armadas que las necesitaría a partir del el 8 de diciembre de 1941, al ingresar los estadounidenses a la Segunda Guerra Mundial.

-¿Y sigue vigente?, pregunto con cierta inocencia y escucho:

-¡Claro! No se canceló. Por allá de 1930 se registra la llegada de Al Capone al Istmo de Tehuantepec, allí donde se insiste de vez en vez, en crear un Canal Seco a base de ferrocarril de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, empero, se desistió, por tener de competencia al Ejército Mexicano, custodio de la soberanía y seguridad nacional, ese mafioso le dio grandes servicios a su Patria y ¡era guardián de grandes secretos! Al dejar de serles de utilidad lo encausaron por evasión fiscal, para proteger esos secretos. Y se repite la historia con la liberación de un general en octubre de 2020.

-¿Y por qué la referencia?

-Porque se necesitaron 90 años para rescatar a la marihuana, en el organismo internacional y ¿Cuántos años se necesitarán para reconocer esa adicción enfermiza del “Síndrome de Don Juan”? Se salvarían muchas vidas y podría incluirse en el padrón de enfermedades del sistema médico asistencial, para tratar, incluso la depresión que causa…

-Difiero, porque Agustín de Hipona que come, bebe y abusa de los placeres de la carne se redime en la conversión y del vacío del mal uso del libre albedrío se responsabiliza y descubre que el hombre no es Dios, ni animal, ni ángel, es simplemente la imagen de Dios con voluntad para retornar a los principios éticos y morales…

-Es cierto lo que comentas, pero Agustín necesito de un amigo de la familia, Romaniano, que intenta en varias ocasiones reencausarlo hasta que es la Palabra de Ambrosio, quien empieza a sanar su alma. Consideremos que los vicios son desequilibrios internos y se proyectan al exterior como enfermedad o se quieren evadir con los llamados vicios o pecados, lo que indica que toda enfermedad es psicosomática.

Aspira profundamente y prosigue: Se ha comprobado que el sistema social con doble y triple moral, su mayor ganancia lo tiene en el principio prohibicionista en que se criminaliza lo que se quiere encarecer. Se hace insuficiente el noveno Mandamiento de la Ley de Dios, ese que ordena; No desearás a la mujer de tu prójimo, y con la afensiva mediática parece ordenarse lo contrario.

Rellena su copa de coñac y señala: Definitivamente, el Síndrome de Don Juan debe tratarse como enfermedad psicológica, porque su origen es causado por eventos que se creen olvidados y están latentes en el subconsciente para emerger en forma sistemática.

-¡No me digas que incluso puede catalogarse como enfermedad laboral! Por aquello del acoso en el trabajo…

-En la Enseñanza de Metafísica que aplica el Esotérikos, reconocido desde 1973 como hipnosis o regresiones por la científica `sicología, encuentra elementos para darle un tratamiento con ayuda de antidepresivos para aliviar ese vació tan profundo de despertar con resaca en un cuarto de hotel con una desconocida.

Sonríe irónicamente al mencionar: Hay enfermedades como el alcoholismo o el fumar, que desaparecen, más que la fuerza de voluntad es por un susto que ¡genera pánico! Y podría ser el caso cuando en esa casa, la anfitriona, una Venus  para los romanos y para los mayas Ahzab Kab Ek, la estrella que despierta a la Tierra, empieza a despojarse rítmicamente de la ropa y de pronto se cerraron todas las puertas y ventanas, lo que me entusiasmo empero, el pánico emergió al descubrir que no estaban dos personas en la habitación sino ¡tres! También su marido bien armado y fue un milagro el poder romper los cristales de la ventana para escapar y sentir el pánico al recordar la desnudez a la vista de todos vecinos y los transeúntes que burlones, llevaban una contabilidad. Susto que puede curar esa enfermedad.