De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
La planta de Carrier en Indianápolis. La compañía anunció previamente que movería 2000 puestos de trabajo de Indiana a Monterrey, México. Foto: Joshua Lott para The New York Times |
Anunciarán el jueves 1 de diciembre en la planta de la
transnacional de aire acondicionado Carrier en Indianápolis, el presidente
electo de Estados Unidos, el magnate inmobiliario de ascendencia alemana, y
Mike Pence, gobernador de Indiana y vicepresidente electo, su acuerdo de no
trasladar a Monterrey, México a dos mil empleados.
En enero de 2016, Carrier anunció reducciones de plazas que
afectan a un número desconocido de empleados de su división de investigación y
desarrollo en la ciudad de DeWitt, Nueva York y en febrero anunció que sería el
cierre de su planta de fabricación de Indianápolis y la reubicación de la
producción de Monterrey, Nuevo León, México.
El rotativo The New York Times, publicó el 29 de noviembre en
su edición digital en español que desde los primeros días de su campaña, una de
las promesas emblemáticas de Donald Trump fue mantener los trabajos
manufactureros en Estados Unidos. La decisión de la empresa de aire
acondicionado Carrier de trasladar 2000 empleos de Indiana a México era un tema
de debate a la medida del ahora presidente electo en su camino a la Casa
Blanca.
El artículo firmado por Nelson D. Schwartz, menciona que Trump
va a recibir mucha presión para transformar las fuerzas económicas que han
azotado al cordón industrial durante décadas, pero obligar a Carrier y al
conglomerado United Technologies a dar marcha atrás a sus planes de traslado es
una táctica poderosa que entusiasmará a sus seguidores incluso antes de que
tome posesión como presidente de Estados Unidos.
A cambio de mantener la fábrica en Indianápolis, se espera
que Trump y Pence reiteren sus propuestas de campaña en apoyo a las empresas,
basadas en relajar las regulaciones y revisar el código fiscal empresarial.
Además, se espera que Trump suavice sus amenazas de cobrar tarifas del 35 por
ciento a compañías que lleven su producción al sur de la frontera como Carrier.
Casi el 10 por ciento de los 56 mil millones de ganancias de
United Technologies provienen del gobierno federal; el Pentágono es su cliente
principal. Su división Pratt & Whitney, por ejemplo, es la encargada de
proveer los motores para las aeronaves más sofisticadas de la Fuerza Aérea y
otros aviones.
Aunque Carrier es mejor conocida por sus aires
acondicionados, también vende una gran variedad de equipos de calefacción y
enfriamiento para viviendas y pequeños negocios, como los hornos y demás
equipos que producen en la fábrica de Indianápolis.
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