La vacuna contra el COVID-19 que desarrolla la Universidad
de Oxford ha sido aprobada para su uso en el Reino Unido. Universidad de
Oxford/John Cairns
*La pandemia de COVID-19 atraviesa un momento peligroso, las vacunas por sí solas no la detendrán
De la mesa de redacciónDe nuestra asociada RNU
La agencia de la ONU para la salud pide a la gente que no
esté complacida porque se estén desplegando las vacunas y le ruega que cumpla
las normas de higiene básicas para evitar la transmisión del virus y salvar así
muchas vidas. Además, denuncia que la carrera de los países por obtener la
vacuna está encareciendo su precio y dejando a las naciones pobres sin
posibilidad de vacunación, lo que abre el camino al virus para su mutación y
pone en peligro toda la estrategia contra la pandemia.
“Nos encontramos en un momento muy peligroso de la pandemia
de COVID-19 y la gente no puede estar complacida por el hecho de que se estén
desplegando las vacunas”, ha afirmado este viernes el director general de la
Organización Mundial de la Salud.
Las vacunas proveerán una gran oportunidad a la larga de
acabar con la transmisión. Pero ese día no ha llegado todavía y necesitamos
ganar tiempo. Ganar tiempo para salvar vidas hasta que ello ocurra.
“El virus se ha aprovechado de esto y se está propagando a
un ritmo alarmante en algunos países”, aseguró Tedros, quien insistió hasta la
saciedad en que “las personas necesitan ser conscientes de que pueden detener
personalmente el virus y necesitan ser conscientes que el virus puede
detenerlas a ellas”.
Son nuestros comportamientos y decisiones individuales
“Ninguno de nosotros es excepcional y cuanto más podamos
romper las cadenas de transmisión y detener el virus nosotros mismos, más
evitaremos casos graves y muertes trágicas”, afirmó.
Tanto el doctor Michael Ryan, director del área de
emergencias de la Organización, como la experta epidemióloga de la
Organización, la doctora María Van Kerkhove, coincidieron con el responsable de
la OMS y aseguraron que, más allá de que las nuevas variantes del virus sean
más infecciosas, “son nuestros comportamientos individuales” los que están
contribuyendo a que se intensifique su propagación.
La vasta mayoría de la población de este planeta continúa
susceptible de ser contagiada, explicó Ryan que añadió que, aunque no existen
unas estadísticas fiables, la cifra de personas que aún pueden contraer el
virus podría ser hasta de “tres cuartas partes de la población” mundial.
El uso de mascarillas es uno de las herramientas más
eficaces para salvar vidas y detener la transmisión del COVID-19. En la imagen,
una trabajador de salud despliega mascarillas entregadas por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo en India. PNUd/Pelevizo Meyase
Necesitamos ganar tiempo para salvar vidas
“Por lo tanto -añadió-, este incendio del virus va a
continuar ardiendo hasta que extingamos el fuego. Podemos apagarlo. Necesitamos
aplacar el calor de las llamas. Podemos hacerlo ahora mismo aplicando medidas
individuales, medidas colectivas y medidas gubernamentales. Tenemos las
herramientas. Las vacunas proveerán una gran oportunidad de salvar vidas y a la
larga de acabar con la transmisión. Pero ese día no ha llegado todavía y
necesitamos ganar tiempo. Ganar tiempo y salvar vidas hasta que ello ocurra”.
Entre las herramientas que los individuos tenemos para parar
la pandemia, la doctora Van Kerkhove destacó las del distanciamiento físico, el
uso de la mascarilla, el no participar en actos sociales y el aislamiento cada
vez que alguien tenga la sospecha o la confirmación de que tiene el virus.
El doctor Bruce Aylward coincidió con su colega Ryan al
explicar que las vacunas tienen en este momento como principal función la de “salvar
vidas, las de las personas mayores y las de los que están en el frente de la
lucha contra la pandemia, el personal sanitario, pero de momento no la de parar
la pandemia. No se verá ningún resultado en ese sentido hasta que pasen al
menos seis meses”.
Ante esa posibilidad, Ryan indicó que “no podemos dejarlo
todo a las vacunas porque para entonces se habrán producido demasiadas muertes
y demasiada gente habrá sufrido por la enfermedad”.
Doctores hablando con la madre de un niño de nueve años en
un Centro de Terapia Antirretroviral (TAR) de un hospital de Mumbai (India). UNICEF/Hiraj
Singh
Nacionalismo de vacuna
Tendros también se refiero a la carrera que todos los países
están llevando a cabo para asegurar las dosis de vacunas para sus ciudadanos.
Según datos que posee la OMS, en la actualidad, 42 países están
implementando la vacunación segura y efectiva. De ellos, 36 son países de
ingresos altos y seis son países de ingresos medios. Por tanto, existe un
problema claro de que los países de ingresos bajos y medios aún no están
recibiendo la vacuna.
Esa carrera está subiendo los precios de las vacunas y
poniendo en riesgo a las personas más pobres, pero además es una estrategia que
puede llevar a la derrota de todos, pues se le dará al virus la oportunidad de
mutar.
“El nacionalismo de vacuna nos lastima a todos y es
contraproducente. Por el contrario, la vacunación de manera equitativa salva
vidas, estabiliza los sistemas de salud y conduciría a una recuperación
económica verdaderamente global que estimule la creación de empleo”, aseguró
Tedros.
Además, advirtió que “es importante destacar que también nos
ayudaría a limitar la posibilidad de que el virus mute. Las variantes actuales
muestran que el virus está haciendo todo lo posible para adaptarse a la
circulación en curso dentro de la población humana. Esto es normal en todos los
virus, pero en la actualidad lo ayudamos a prosperar si no reducimos la
transmisión y no vacunamos de manera equitativa”.
En el futuro, quiero que los fabricantes den prioridad al
suministro y la implementación a través del mecanismo internacional COVAX, la
iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para el desarrollo y
distribución equitativa de vacunas contra el COVID-19.
“Insto a los países que han contratado más vacunas de las
que necesitarán y están controlando el suministro mundial, a que las donen y
las entreguen a COVAX de inmediato, que está listo ya para desplegarlas
rápidamente”, dijo Tedros.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y
la Organización Panamericana de la Salud han sido fundamentales en el hospital
Juárez de la Ciudad de México. ONU México/Gabriela Ramirez.
No politizar la vacuna
A este respecto, Ryan comentó: “No queremos ver la
perspectiva de que grandes proporciones de la población han sido vacunadas en
unos países y nadie en otros. La gente que tiene más probabilidad de morir por
esta infección no es todo el mundo en todos los países, sino los grupos que
están en riesgo, por su edad y las personas vulnerables que pueden enfermar
gravemente y los trabajadores de la salud que están expuestos a este virus”.
Finalmente, concluyó: “Hemos pedido en muchas ocasiones no politizar la pandemia, no politicemos ahora la vacuna”.
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