Los profesores en una escuela de oficios en Cuba luchan
constantementecontra los estereotipos de género. ONU Cuba/Raúl Garcés
24 Enero 2021 Día Internacional de la Educación
Este 24 de enero se celebra el Día Internacional de la
Educación, que tiene por objeto:
Estimular los compromisos y las medidas para garantizar la
recuperación de la educación, aumentar la inclusión y reducir las tasas de
abandono escolar
Celebrar las iniciativas emprendidas por los gobiernos, los
educadores y las organizaciones, así como las asociaciones para reconstruir
sistemas educativos más resistentes e inclusivos
Abogar por un aumento de la financiación y promover las
mejores prácticas en materia de financiación equitativa de la educación que
sirvan eficazmente a los más desfavorecidos (véanse los nuevos perfiles
educativos de países en el sitio web del Informe de Seguimiento de la Educación
en el Mundo de la UNESCO, PEER).
Dar voz a la generación COVID-19 para que exprese sus preocupaciones y aspiraciones de cara a un futuro bajo la sombra de la recesión económica y el cambio climático
Cultura y educación
Los alumnos son como mis hijos, dice en una entrevista con
Noticias ONU, la directora de una de las ocho escuelas de oficios donde UNICEF
apoya el desarrollo de nuevos programas de estudio en el país caribeño. En los
centros, los estudiantes no solo se forman en una profesión, también se sienten
acompañados y se educan en la igualdad de género y contra la violencia.
Habla bajo, como si quisiera evitar que su voz de directora
de escuela sobresaliera entre las de sus profesores y estudiantes. Es una de esas personas a las que casi nada
se le escapa. Recorre la escuela de un extremo a otro: rápida, ligera, de una
delgadez extrema, que acentúa la percepción de una maestra hiperactiva, a pesar
de sus 62 años.
“Tengo que prepararme para el día en que esta no sea mi
vida, pero no es ahora. Siempre que pienso en dejar las aulas lo veo como algo
distante. Mis alumnos son mis hijos. Esta es mi familia”.
Se llama Liliam Martínez García, pero todo el mundo, en la
Escuela de Oficios América Latina, del municipio habanero del Cotorro, la
conoce por Lili. Desde hace 15 años llegó a este centro como “directora
provisional”, sin prever que la coyuntura se prolongaría por tanto tiempo.
“Vine por un año y decidí quedarme, porque empecé a
comprender que había aristas de la educación que yo desconocía. Esta es una
escuela muy compleja, donde el 95% de los niños y niñas tienen baja autoestima
y son más propensos a cometer actos violentos porque no saben cómo reaccionar
cuando se sienten agredidos”, explica.
Más que una escuela de oficios
La interacción con niños que provienen de hogares
disfuncionales, a veces sin amparo familiar, ha planteado a la vocación
pedagógica de Lili no pocos desafíos.
“He visto de todo: una niña que su mamá regaló. Vivía en un
hogar sin amparo familiar. No quería saber de nadie que le demostrara cariño o
afecto. Se negaba a decir la palabra MAMÁ, hasta que terminó llamándonos así a
las profes de la escuela”, cuenta con emoción.
El acompañamiento en las escuelas de oficio forma parte del
trabajo de UNICEF en Cuba, en alianza con el Ministerio de Educación. Surgidas
en mayo de 1989, tienen el objetivo de formar a adolescentes entre 13 y 17 años
con retraso escolar.
La formación abarca especialidades de oficios deficientes en
las localidades donde se ubican los centros. Las escuelas desarrollan en los
jóvenes habilidades para el trabajo en diversas ramas de la industria, la
agroindustria y los servicios, previo a su desempeño en escenarios laborales
facilitados por las propias instituciones docentes.
Actualemente existen 54 escuelas de oficios, con una
matrícula de más de 4100 niños y niñas, 16% de ellos con algún tipo de
discapacidad.
Las acciones de UNICEF abarcan entre los años 2020 y 2021
siete escuelas de este tipo en La Habana y una en Las Tunas, al Oriente de
Cuba.
Tras su graduación, muchos jóvenes trabajaránen su misma
comunidad. ONU Cuba/Raúl Garcés
El proyecto apoya el diseño e implementación de nuevos
programas de formación de competencias para la vida y el empleo, que
beneficiarán, en una primera etapa, a 482 adolescentes egresados de la
Educación especial, de ellos 104 mujeres.
Al mismo tiempo, se implementará una Estrategia de
Comunicación para el Desarrollo que beneficiará a 8000 estudiantes y 900
docentes de Escuelas de Oficios de todo el país y que, probablemente,
contribuirá a derrotar también estereotipos sobrevivientes entre las personas de
las comunidades. Por ejemplo, Lili recuerda que cuando asumió su puesto como
directora de “América Latina”, a su centro se le conocía en la zona como
"la escuela de los locos y de los bobos".
Educando con enfoque de género: otro desafío
Sensibilizar a los estudiantes con una visión de igualdad de
derechos y opuesta a la violencia de género, fue la prioridad de uno de los
talleres realizados recientemente.
Junto a UNICEF, participaron expertos del Centro Oscar
Arnulfo Romero, que aborda entre sus agendas la violencia de género y dirige la
campaña Evoluciona, una iniciativa por la no violencia que, desde hace varios
años, viene derribando estereotipos sexistas y patrones de machismo, con
énfasis en las poblaciones jóvenes.
Varios de los participantes escenificaron frente a los
alumnos la dinámica de una relación de pareja, donde la esposa vestía con short
corto, mientras su compañero la recriminaba y exigía más atención en el trabajo
doméstico. “Y ustedes, ¿qué piensan?“, preguntaron los improvisados actores a
los jóvenes:
- “Ella no tiene que estar exhibiendo lo que le pertenece a
él”, respondió uno.
- “Ella tiene un esposo, y no puede vestirse así”, agregó
otro.
- “Las mujeres tienen que darse a respetar si quieren que
las respeten”, sentenció un tercero.
Liliam Martínez, directora de una de las escuelas de oficiosapoyadas por UNICEF. ONU Cuba/Raúl Garcés
Fue el punto de partida de dos sesiones, una con docentes y
otra con estudiantes, donde se desnudaron los prejuicios y las visiones
históricamente aprendidas sobre los roles sociales de las mujeres y los
hombres.
Para muchos, denunciar y combatir la violencia física es más
fácil, pero menos reconocer manifestaciones de violencia psicológica cotidiana.
Esa es la razón por la que el Sistema de Naciones Unidas en
Cuba ha concentrado una parte de sus esfuerzos en visibilizar manifestaciones
de violencia psicológica.
Los 16 días de activismo contra la violencia de género celebrados
en todo el mundo entre noviembre y diciembre sirvieron como contexto para
presentar, entre otros productos, un Violentómetro que muestra en escala dichas
situaciones. El indicador mide desde acciones como ignorar a la pareja, revisar
su teléfono sin consentimiento, creerse dueño de la verdad, celar, o impedir el
estudio o el trabajo, hasta otras más graves como intimidar o amenazar con la
muerte.
En 2018, Cuba presentó los resultados de la Encuesta
Nacional de Igualdad de Género. Uno de sus resultados más relevantes fue,
precisamente, identificar la violencia psicológica como la prevaleciente en el
país dentro de los tipos de violencia contra la mujer.
El lema del Violentómetro, “Sí es Violencia”, apunta a
subrayar la naturaleza abusiva de comportamientos asumidos muchas veces como
“naturales” o “socialmente aceptados”.
Tanto es así, que parte de los propios docentes muestran
rostros de sorpresa frente al Violentómetro, y se reconocen parte de los
patrones machistas que el taller les ha ayudado a derribar.
Sus alumnas y alumnos, por su parte, repiten una y otra vez
la palabra “respeto” como clave de las relaciones humanas, cuando alguien pide
compartir aprendizajes al cierre de la jornada.
Lili permanece de pie en una esquina, observándolo todo,
como calibrando el alcance de lo que ha cambiado y de lo que está por cambiar
en el futuro; negociando con alguien una fecha para próximos talleres;
maquinando en su cabeza qué más puede hacer para que estos muchachos y
muchachas multipliquen la fe en sí mismos.
Basta una mañana al lado de esta mujer para saber por qué, a
pesar de sus años, prefiere no asumir el descanso como una opción. Lili siente
que, todavía, su batalla es demasiado larga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario