lunes, 4 de enero de 2021

Lacayuna sumisión migratoria de México a Trump (discurso)

Arcano Nacional


De la mesa de redacción
De Arcano Político

Prepara México un plan para atender a personas solicitantes de asilo en Estados Unidos y que se encuentran varadas en su territorio por las políticas antiinmigrantes del presidente saliente Donald Trump, adelantó Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, en la XXXII Reunión Virtual de Embajadores y Cónsules 2021.

La Secretaría de Gobernación (Interior) afirmó que, junto con la cancillería mexicana, buscará apoyar a las personas migrantes, en su mayoría centroamericanas, varadas en la frontera entre ambas naciones como parte del programa Quédate en México impuesto por la administración de Trump.

"No somos la causa del problema, pero reiteramos nuestra voluntad para ser parte de la solución", dijo la ministra de Gobernación, Olga Sánchez, durante una reunión virtual con integrantes del cuerpo diplomático mexicano.

La funcionaria señaló que -con la llegada de Joe Biden a la Presidencia estadounidense- la política migratoria mexicana podría tener algunos cambios tras el compromiso del demócrata para lograr una "migración segura y ordenada".

López Obrador desairó al presidente electo de Estados Unidos y busca genuflexivamente una llave que arregle el distanciamiento por la arrogante ignorancia del mexicano.

En ese sentido, "el desafío migratorio requiere el trabajo en conjunto entre México y los Gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras [de donde son la mayoría de las personas migrantes] así como con Estados Unidos", subrayó Sánchez.

México vislumbra no obstante una buena relación con el Gobierno de Biden, quien, según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a apoyar un plan de atención social en Centroamérica para frenar la migración ilegal, y soslayó que eso fue en 2005.

Sánchez dijo también que, debido a la pandemia del COVID-19, "es previsible que se incrementen los flujos migratorios de personas que buscan llegar a los Estados Unidos a través de México". Al respecto, apuntó la necesidad de "preservar la decisión de que junto al respeto de los derechos humanos de las personas migrantes se garantice también la observancia" de las leyes mexicanas.

Palabras de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en la XXXII Reunión Virtual de Embajadores y Cónsules 2021

Migración, uno de los grandes retos a nivel mundial, secretaria Olga Sánchez Cordero

Saludo con afecto a las y los señores cónsules y embajadores de México, así como a las y los funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, agradezco la invitación de mi amigo, el secretario Marcelo Ebrard, para dirigir este mensaje con motivo de la reunión anual de embajadores y cónsules; y esta vez un formato acorde a la indispensable protección a la salud.

Esta es la tercera ocasión que tengo el honor de conversar con todos y todas ustedes, han sido meses de intenso trabajo, retos inéditos como los que aún estamos cursando por la pandemia.

En todo este tiempo he tenido el privilegio de contar con el respaldo y la amistad de mi querida embajadora Martha Bárcena, quien ha decidido poner un alto en su brillante trayectoria como diplomática después de más de cuatro décadas de trabajo ininterrumpido al servicio de México.

Querida Martha, te deseo bienestar y éxitos en esta nueva etapa que está por iniciar, recibe mi aprecio, mi admiración y agradecimiento.

En estas reuniones de primer nivel participan los integrantes del servicio exterior, embajadores y cónsules que representan al Gobierno de México y están al servicio de compatriotas que radican o transitan en el extranjero; la enorme mayoría de nuestros consulados se ubican en los Estados Unidos.

Hoy quiero compartirles mi satisfacción profunda por la aprobación unánime de las dos Cámaras del Congreso de la Unión de una iniciativa de reforma constitucional que presenté siendo senadora de la República en 2018, a fin de que los niños, niñas nacidas en otros países, hijos de padres o solo de madre o padre mexicanos puedan optar por la nacionalidad mexicana.

Ustedes embajadores y cónsules entenderán la importancia de esta reforma que una vez promulgada pondrá fin al riesgo de que descendientes de mexicanos de primera o segunda generación sean apátridas, riesgo presente tanto en los Estados Unidos como en Europa y otros continentes.

Una vez que la reforma sea aprobada por las 32 legislaturas de las entidades federativas y entre en vigor, concluirá la validez de la jurisprudencia que aún establece que la nacionalidad mexicana se reconoce solamente a los que habiendo nacido en el extranjero sean hijos de padre o madre mexicanas, que hayan nacido en territorio nacional.

Con la reforma se amplía el derecho a la nacionalidad mexicana a las niñas y niños nacidos en el extranjero cuyos padres sean mexicanos, aun cuando estos no hayan nacido en México, así entonces con la reforma se reconoce que la nacionalidad mexicana es un valor incalculable, que es un derecho para ejercerse con mucha mayor amplitud.

Les pido muy atentamente difundir este positivo avance entre las comunidades de compatriotas a las que sirven en el extranjero, y a las y los cónsules ya registrar a los hijos, hijas de mexicanos nacidos en el extranjero que pudieran ya obtener y optar por la nacionalidad mexicana.

Amigas y amigos, sin duda la política exterior y la política interior son dos caras de la misma moneda, hay quienes afirman que la mejor política exterior, es una buena política interior, yo prefiero verlas como los indisolubles componentes en que se expresa la soberanía de nuestra nación y el ejercicio de las responsabilidades de gobierno.

Hoy estamos a unos días del cambio de administración en nuestro vecino del norte, que es en todos los conceptos el país con el que mantenemos las relaciones más complejas y más intensas.

El relevo en la Casa Blanca, la llegada del presidente Biden y la vicepresidenta Harris, es un acontecimiento que tendrá inmediatas repercusiones en la relación bilateral.

Una vez más tengo que hacer referencia a uno de los asuntos más relevantes en la relación bilateral, la migración que además tiene impacto directo en las relaciones de México con nuestros vecinos del sur, en especial con Centroamérica y con otras naciones en otros continentes.

Como expresó el pasado 14 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su carta al presidente electo, Joe Biden, el Gobierno de México tiene expectativas muy positivas para la relación con el próximo presidente de los Estados Unidos.

Las declaraciones y compromisos del presidente electo y de la vicepresidente del futuro inmediato de la política de la Casa Blanca, ante la migración y los migrantes nos permite ser optimistas.

La migración es uno de los fenómenos que marcan y que marcarán el siglo XXI, es uno de los grandes retos que a nivel mundial pone a prueba la capacidad de cooperación, colaboración y corresponsabilidad entre las naciones.

La situación geográfica, económica y social de nuestro país nos obliga a atender las cuatro dimensiones del fenómeno migratorio, su origen, su tránsito, su destino y su retorno.

Desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, hemos dejado en claro que los derechos humanos son el eje rector de nuestra política migratoria. Como todos y todas recuerdan el flujo migratorio que ingresó por nuestra frontera, nuestra Frontera Sur y cruzó por México para tratar de llegar a Estados Unidos alcanzó en 2019, un volumen no visto en muchísimos años.

Esta situación provocó una seria tensión entre nuestro gobierno y los Estados Unidos por las amenazas de imponer sanciones arancelarias a nuestro país, lo que se sumó a políticas migratorias sumamente restrictivas por parte de la Casa Blanca.

Tras los acuerdos alcanzados los secretarios Marcelo Ebrard y Pompeo, nuestro gobierno se comprometió a ordenar y regular el paso de migrantes por nuestra Frontera Sur, así lo hemos hecho y así lo hicimos, sin embargo, el flujo migratorio disminuyó a partir del mes de agosto del año 2019, manteniéndose la tendencia decreciente el resto del año y hasta febrero del 2020, en los meses siguientes de marzo a mayo observamos una importante disminución de flujos migratorios sobre todo provocada por la pandemia COVID-19.                                

A pesar de que el cierre del año fiscal estadounidense, los flujos migratorios se ubicaron en poco menos de la mitad alcanzados en el 2019, y sabemos que a partir de junio han venido incrementándose mes con mes.

La pandemia ha cambiado múltiples realidades para toda la humanidad planteando retos sin precedentes en materia de salud, economía, trabajo y por supuesto también en materia migratoria.

Durante el periodo de emergencia sanitaria hemos mantenido el compromiso del Gobierno de México con los derechos humanos de las personas migrantes, seguimos prestando servicios esenciales dentro de las reglas de protección dispuestas por las autoridades de salud, a través tanto del Instituto Nacional de Migración como de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, así como los servicios de identificación personal y emisión de la CURP temporal para personas migrantes solicitantes de asilo.

Se simplificaron trámites de asilo y refugio, se cerraron temporalmente varios albergues migratorios para evitar contagios de COVID, se declararon esenciales las actividades referentes al reconocimiento de la condición de refugio y se mantuvo abierta la recepción de solicitudes de personas que no pudieron volver a su país de origen. Se resolvieron procedimientos y se llevaron a cabo acciones en favor de las personas solicitantes de refugio y quienes reciben protección complementaria.  

Las consecuencias de la pandemia son ya palpables y continuarán siendo a lo largo de muchos años, todas las naciones han visto seriamente afectadas sus economías, pero sin duda la problemática es mayor en los países que ya tenían una condición económica desfavorable como los países del triángulo del norte de Centroamérica, de donde proviene gran parte del flujo migratorio irregular que transita por nuestro país.

En este contexto la migración seguirá siendo la única opción para miles de personas que buscan oportunidad para garantizar la subsistencia personal y el bienestar de sus familias, vuelvo a decir que México no es el responsable del flujo migratorio que atraviesa por nuestro país buscando llegar a los Estados Unidos, no somos la causa del problema, pero reiteramos nuestra voluntad para ser parte de la solución de manera corresponsable con los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, así como por supuesto con el próximo gobierno de los Estados Unidos.

Estamos convencidos que el respeto de los derechos humanos de las personas migrantes requiere la consolidación de la política migratoria basada en su ingreso ordenado y seguro a nuestro territorio, en este año que inicia seguiremos trabajando por dignificar el trato hacia las personas migrantes reconociendo sus contribuciones positivas a los países de destino.

Seguiremos siendo un país solidario con quienes se ven obligados a dejar su tierra para buscar nuevas oportunidades, tenemos que estar atentos y sobre todo tener la información oportuna y las valoraciones pertinentes sobre la agenda en materia migratoria que el presidente electo Joe Biden, pondrá en práctica desde el arranque de su gobierno el próximo 20 de enero.

Hay asuntos que requieren inmediata atención como la participación de los tres órdenes de gobierno en las regiones y municipios con mayor incidencia de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos, es necesario brindar apoyo a comunidades y familias de nuestras regiones y municipios.

Se anunció que una de las primeras acciones del presidente Biden será la cancelación del programa de devolución a México de migrantes Centroamericanos conocidos como Quédate en México.

En la Secretaría de Gobernación en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, formularemos un plan respecto de los migrantes que aún permanecen en México con este programa, es previsible que en el futuro lejano se observa un incremento en los flujos de personas migrantes que buscarán llegar a los Estados Unidos a través de México, necesitamos preservar la decisión en que juntos al respeto de los derechos humanos de las personas migrantes se garantice también la observancia de nuestras leyes.

También creo oportuno plantear una reflexión sobre la normalización de la política migratoria de México una vez que la coyuntura crítica ha terminado, desde la Secretaría de Gobernación haremos un planteamiento al respecto, para que junto con mi amigo el canciller Ebrard, hagamos una propuesta conjunta al presidente López Obrador.

Finalmente, señoras y señores embajadores y cónsules a ustedes que son nuestra voz e imagen en el exterior les pido estar seguros que en la Secretaría de Gobernación y su servidora cuentan con firmes aliados para que sigamos trabajando por nuestro país.

A todas y todos les deseo un buen año 2021 con salud, bienestar, pero sobre todo con mucha salud, muchas gracias.

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