*“El impacto de la pérdida de vidas es incalculable”,
directora de la OPS
De la mesa de redacciónDe Arcano Político
“Hoy, marcamos otro
hito trágico en nuestra región: más de un millón de personas en las Américas
han muerto a causa de complicaciones por la COVID-19. Hemos perdido a más
personas por este virus que el total de la población de muchas ciudades”, dijo en
Washington este miércoles 27 de enero la directora de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.
En conferencia de prensa, señaló que "el peso de estas
pérdidas es incalculable", y mencionó que más de 44 millones de personas
en las Américas se han infectado con la COVID-19, incluidos más de dos millones
en la última semana.
“Un millón de
personas con esperanzas, sueños y un futuro truncado. Un millón de familias de
luto, muchas sin haberse despedido, que sentirán ausencias para siempre. Nos
quedarán las cicatrices y las lecciones de esta pandemia”, dijo Etienne.
“La pandemia de la
COVID-19 “ha ocasionado una triple crisis en toda nuestra región que ha
devastado nuestros sistemas de salud, fracturado nuestra protección social y
desestabilizado a nuestras economías. La pérdida de un millón de personas a
consecuencia de este virus debería servir como un llamado urgente de que
debemos hacer aún más para protegernos a nosotros mismos y a los demás de
enfermar, lo que incluye fuertes llamados a actuar para reforzar las medidas de
salud pública que necesitamos ahora en cada uno de los sitios donde estamos
viendo brotes”, declaró Etienne.
En reconocimiento de los trabajadores de salud de la región,
afirmó que son “nuestros héroes que han atendido a todos los pacientes
hospitalizados por este virus”. “Muchos han arriesgado sus propias vidas y las
de sus familias para atender a los enfermos, y sus esfuerzos heroicos han
salvado a muchos pacientes con COVID ", señaló.
“Aunque hay datos limitados, sabemos que más de un millón de
trabajadores de la salud en nuestra región han enfermado de COVID-19 y al menos
4,000 — la mayoría mujeres — han muerto como resultado, afectando nuestra
capacidad de respuesta a esta amenaza de salud pública”, subrayó Etienne. “Cada
una de estas personas tiene rostro, nombre y una historia ", indicó.
Reconoció a uno de los muchos trabajadores de la salud como
ejemplo de los caídos, la Dra. Rosemary Costa Pinto, quien encabezaba la
agencia de salud pública del estado brasileño de Amazonas. “Hoy celebramos su
vida y agradecemos a los millones de trabajadores de servicios de salud que
todavía se encuentran en la primera línea de respuesta contra este virus y que
están salvando vidas todos los días. Sus innumerables sacrificios no serán
olvidados”, expresó Etienne.
La directora de la OPS repasó los avances de la pandemia en
América del Norte, región con el mayor número de casos y presión sobre su
capacidad hospitalaria. Además, destacó el Caribe, donde algunos países de
menor tamaño experimentan una rápida aceleración en el número de casos.
“En contraste, la
mayoría de los países de Centroamérica, a excepción de Honduras y Guatemala,
vieron una disminución en las infecciones por la COVID-19 durante la semana anterior”,
dijo Etienne. Sobre América del Sur dijo que “las hospitalizaciones aumentan en
gran parte de la región, incluso en Colombia, Chile y Perú, y la situación en
Brasil es particularmente preocupante”.
La pandemia de la COVID-19 también "ha marcado el
inicio de una crisis de salud mental, ya que hemos sido sacudidos por el miedo,
la depresión, el aislamiento y el sentimiento de pérdida, que se agudiza
especialmente al marcar este hito sombrío", destacó Etienne, y señaló que
29 países han reportado interrupciones en sus servicios de salud mental.
Etienne también recalcó el impacto económico de la pandemia.
“Actualmente, hay 16 millones de personas más en situación de pobreza en
comparación que los que había al inicio de la pandemia y millones más corren el
riesgo de caer en la pobreza a raíz de este virus”. También se refirió al
aumento de los precios de los alimentos, que pone a millones de personas en
riesgo de padecer hambre.
A medida que se distribuyan las vacunas contra la COVID en
los próximos meses, requeriremos rastrear las inoculaciones y dar prioridad a
aquellos con mayor riesgo de enfermedades graves, los adultos mayores y los
trabajadores de la salud, para que podamos reducir la demanda por servicios
hospitalarios.
“Tenemos una gran deuda
con nuestros trabajadores de servicios de salud de primera línea de respuesta,
así que me complace ver que los países donde ya se aplican las vacunas están
priorizando vacunarlos, con planes similares en otros países donde pronto
comenzarán las inoculaciones”, dijo.
“El acceso amplio a las vacunas representa nuestra salida de la pandemia pero mientras los suministros continúen limitados, debemos enfocarnos en la prevención de nuevas infecciones para mantener el virus bajo control”, lamentó Etienne.
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