* Durante la firma del Acuerdo Final con las Farc, en el Teatro Colón, de Bogotá, el Mandatario informó que lo acordado “será discutido en el Congreso, para que sean los representantes elegidos por los colombianos quienes lo refrenden y lo implementen, bajo el control de la Corte Constitucional”
* Anunció que la implementación podrá arrancar tan pronto el Congreso de la República lo refrende, lo cual puede ser en el curso de la próxima semana y ese será el Día D
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
“Convocaré a todos los partidos, a todos los sectores de la
sociedad a que participen, contribuyan y logremos así un gran acuerdo nacional
para la implementación de la paz”, expresó el Jefe de Estado.
El Presidente informó que el nuevo acuerdo firmado hoy “será
discutido en el Congreso, para que sean los representantes elegidos por los
colombianos quienes lo refrenden y lo implementen, bajo el control de la Corte
Constitucional”.
Recordó que “en nuestra democracia, como dice la
Constitución, el pueblo ejerce su soberanía directamente o a través de sus
representantes elegidos por el voto”.
Explicó que este procedimiento se adoptó también por la
urgencia de la paz. “Había comenzado a desmoronarse el cese al fuego por cuenta
de la incertidumbre sobre el futuro. No podíamos dilatar un minuto más la
implementación”, advirtió.
Añadió que firmado hoy el nuevo acuerdo, la implementación
podrá arrancar tan pronto el Congreso de la República lo refrende.
“Espero que, según el procedimiento establecido, la
refrendación sea aprobada en el curso de la próxima semana. Ese día será el día
D”, dijo.
Señaló que cinco días después se iniciará el movimiento de
las Farc hacia las zonas veredales transitorias, a los 90 días se iniciará la
dejación de las armas y en 150 días todas las armas de las Farc estarán en
manos de las Naciones Unidas y esa organización desaparecerá como grupo armado.
“Ese mismo día iniciará el proceso de implementación de
todos los demás elementos del nuevo acuerdo en el Congreso”, puntualizó.
En la ceremonia estuvieron también el jefe de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Rodrigo Londoño, conocido como
Timoleón Jiménez; los miembros de los equipos negociadores del Gobierno y del
grupo guerrillero, representantes de las víctimas, directivos del Congreso de
la República, miembros del Cuerpo Diplomático, dignatarios eclesiásticos,
líderes sociales y representantes de las víctimas.
El costo doloroso del conflicto
Durante la primera parte de su discurso, el Jefe de Estado
se refirió al costo del conflicto armado.
“Y todos –absolutamente todos— sabemos que la paz nos
devolverá la esperanza, la fe en el futuro y la posibilidad de tener un mejor
vivir para nosotros y nuestros hijos”, subrayó.
Recordó que ese gran objetivo común ha sido esquivo, a pesar
de múltiples intentos hechos a lo largo de más de medio siglo.
“Pero los colombianos somos perseverantes. Insistimos, nos
empecinamos en alcanzar las metas que nos proponemos”, enfatizó.
Hizo un recuento de la tarea realizada en los últimos seis
años en busca de una nueva oportunidad para acabar la violencia y sembrar las
semillas de la reconciliación.
Y luego habló de todo lo hecho después del 2 de octubre,
luego del plebiscito, para escuchar en cuarenta días a los distintos sectores
colombianos y perseverar y no perder el impulso, estando ya tan cerca de la
meta.
Reconoció y agradeció los aportes que hicieron las víctimas,
la Iglesia, los jóvenes, los empresarios, los partidos de la coalición para la
paz, las Altas Cortes y magistrados, las organizaciones religiosas y sociales,
los sindicatos, las comunidades indígenas y afrodescendientes, los militares
retirados, los movimientos de mujeres, el propio Centro Democrático y en
general los sectores que votaron Sí o No.
“Cada uno de ellos propuso, desde su propia perspectiva,
alternativas para avanzar hacia el nuevo acuerdo. Las recibimos con la mejor
disposición, con toda humildad. Las hicimos nuestras y las usamos como norte
para hacer los cambios necesarios al acuerdo original”, aseguró.
Precisó que todo ello hizo en el entendiendo de que “esos
cambios no podían echar para atrás los inmensos logros alcanzados a lo largo de
seis años de negociaciones”.
“Lo hicimos con sentido de urgencia, conscientes de que la
incertidumbre y el paso del tiempo conspiraban contra la paz y que el peso de
las diferencias políticas no podía – o por lo menos no debería— ser superior al
anhelo común de todos los colombianos”, dijo.
Un acuerdo mejor
El Presidente Santos destacó que el acuerdo firmado este
jueves, que denominó el Acuerdo del Teatro Colón, surgió de un diálogo abierto
y franco con todos los sectores de la sociedad y de un proceso riguroso de
renegociación entre las delegaciones en La Habana.
Calificó como dignas de exaltar y agradecer la dedicación,
la disciplina y la entereza del equipo negociador del Gobierno, y también
agradeció al equipo de las Farc su trabajo, su compromiso y su buena
disposición.
Indicó que “este acuerdo, mejorado y ajustado gracias a los
aportes de la sociedad, incorpora la inmensa mayoría de las propuestas
presentadas, pero preserva los objetivos esenciales del acuerdo de Cartagena”.
“Logramos poner fin al conflicto armado con las Farc y
sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera, más amplia
y más profunda. Logramos parar el desangre y que no haya más víctimas. Logramos
que aquellos que perdieron sus tierras, que tuvieron que dejar todo atrás para
salvar sus vidas, puedan volver y recuperarlas”, expresó.
El Presidente de Colombia consideró que este nuevo acuerdo
es mejor que el que se firmó el pasado 26 de septiembre en Cartagena.
“Es mejor porque recoge las esperanzas y las observaciones
de la inmensa mayoría de los colombianos. Del 50% de los que votaron Sí y de un
importante porcentaje de los que votaron No”, continuó.
Dijo que “este nuevo acuerdo nos permite trabajar juntos,
como nación, para recuperar las regiones más afectadas por el conflicto, para
reconciliarnos, para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento y
progreso”.
Sin embargo, comentó, “tenemos que unirnos y asumir esa
inmensa responsabilidad, aprovechar esta gran oportunidad. Tengo plena
confianza que, por nuestro carácter, sabremos responder a este hermoso desafío”,
dijo.
Invitó a todos los colombianos a darle una oportunidad a la
paz.
“Quiero invitarlos a que dejemos atrás definitivamente
décadas de violencia para unirnos, por nosotros, por Colombia, por esta patria
querida, y trabajar juntos por la reconciliación, alrededor de ideales
compartidos de paz, de convivencia, y de respeto.
“Trabajemos juntos, superemos las diferencias, démonos la
oportunidad de convertir este sueño en realidad”, pidió.
Por último se declaró convencido de que la paz es el mejor
camino para Colombia. “Me comprometo a trabajar y poner lo mejor de mí y de mi
gobierno para lograrlo”, dijo.
“En un mundo convulsionado por los conflictos, ya nos
exaltan por haber logrado la paz. Demostremos en un mundo polarizado, que
también podemos ser ejemplo y poner el país por encima de los intereses
políticos”, concluyó el Presidente de Colombia y Premio Nobel de Paz 2016.
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