Por Jorge MIYARES
Periodista de nuestra asociada RNU
La abogada y activista de
derechos humanos
Deborah Barros (al centro con
pañuelo a la
cabeza) re reúne con mujeres de
la comunidad
indígena Wayuu en Bahía
Portete,
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Bibiana Penaranda, activista de
Buenaventura, localidad de la
costa
colombiana del Pacífico.
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60 años de lucha han quitado la vida a más de 200.000
personas y desplazado de sus hogares a millones. Durante la contienda, las
mujeres fueron blancos sistemáticos y sufrieron secuestros, torturas y
violencia sexual.
Al mismo tiempo, se convirtieron en actores principales de
las negociaciones para la paz y lucharon por tener presencia en la mesa de
negociaciones y ayudaron a exponer, en su más plena expresión, el impacto
devastador que la guerra trajo a sus vidas.
A través de las historias y experiencias de dos activistas,
Débora Barros y Bibiana Penaranda, conocemos cómo las mujeres colombianas han
estado involucradas en el proceso de paz, cómo llegaron a estar representadas
en las negociaciones de La Habana y por qué se pudo establecer la Comisión de
Género en el país sudamericano.
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