Análisis a Fondo
* Ahora en Chihuahua, la corresponsal de La Jornada
* Con sólo ser periodista se es objetivo de los asesinos
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
Se reinició la diabólica historia de los asesinatos de
periodistas en este País, en donde reina el crimen y la impunidad, en donde
políticos corruptos y capos del comercio de las drogas ilícitas no soportan a
los verdaderos periodistas. Se salvan de la represión y de la muerte únicamente
quienes se hacen llamar periodistas, pero son propagandistas de la política y
del crimen y cobran por esas tareas a modo de los mezquinos intereses de gente
sin escrúpulos.
Se verdadero periodista en México, es un delito grave que
únicamente se paga con la vida; investigar y publicar hechos y dichos que
afectan los intereses del crimen, tanto común como político, y que por tanto
disgustan es un gran delito no tipificado más que en loss aviezos códigos de
políticos asesinos y asesinos políticos, y sicarios de la delincuencia de ropa
de marca y de delincuentes de cuello y puños almidonados, que al fin ambas,,
política y delincuencia son cómplices en contra de los periodistas que no son
periodistas a modo y que investigan y publican lo que no les gusta a los
asesinos ya sean materiales e intelectuales. Criminales vestidos de paisano,
vonropa casual, o políticos criminales vestidos de traje de casimir inglés y
corbata de seda.
Después del dolor causado por el asesinato, en Yanga,
Veracruz, un pueblo en donde se asentó la negritud africana venida en las
galeras de esclavos en tiempos de la colonia, del colega Ricardo Monlui
Cabrera, fue asesinada, en Chihuahua, en la mañanita del miércoles 22, a bordo
de la camioneta en la que transportaba a su hijito a la escuela, la colega
Miroslava Breach Velducea, quien trabajaba como corresponsal del diario
capitalino La Jornada, además de que colaboraba con el equipo del periódico
Norte de Ciudad Juárez.
Miroslava Breach Velducea, de acuerdo con las primeras
versiones, Breach fue atacada a tiros por dos hombres cuando salía de su
domicilio, alrededor de las 8:00 horas, La periodista de 54 años de edad
conducía su camioneta y, al salir de su casa, recibió cuatro tiros a
quemarropa, lo que le cegó la vida en un instante.
Equipos de rescate arribaron hasta el sitio, ubicado en Río
Aros y José María Mata, de la colonia Granjas de la capital de Chihuahua, pero,
Miroslava había había exhalado el último suspiro.
El gremio periodístico local
lanzó de inmediato a las autoridades, encabezadas por el panista Javier
Corral Ayala, gobernador del estado, la exigencia para que se dé con el
paradero de los responsables del crimen, responsables materiales e intelectual
o intelectuales.
El asesinato de la corresonsal de La Jornada en Chihuahua se
suma, casi al finalizar el primer trimestre del años de 2017, al de Monlui
Cabrera, ocurrido el 17 pasado en el pueblo veracruzano de color, llamado
Yanga. Monlui Cabrera era reportero,
desde hace más de 30 años, dirigía el diario El Político y era columnista de
los periódicos El Sol de Córdoba y Diario de Xalapa.
En ninguno de los dos asesinatos, ni en el del reportero de
Veracruz, ni en el de la corresponsal de La Jornada se conocen los móviles
reales que motivaron al asesino o asesinos a cometer los crímenes. En el país
van contabilizados, en los últimos años 120 asesinatos de periodistas, de los
cuales 20 han sido perpetrados en Veracruz, sobre todo durante la
administración de Javier Duarte de Ochoa, prófugo de la justicia ante la que
tendría que responder por una conducta eminentemente corrupta.
La periodista Miroslava Breach Velducea fue atacada a
balazos en el exterior de su domicilio en Chihuahua, en el cruce de las calles
José María Mata y Río Aros en la Colonia Las Granjas. Breach acababa de abordar
su camioneta junto con su hijo, al que llevaría a la escuela, cuando fue
interceptada por hombres armados que le dispararon a corta distancia, por lo
que perdió la vida instantáneamente.
Pero vaya que duelen estos asesinatos. Y las autoridades,
tanto de Veracruz como de Chihuahua, encabezadas por los panistas Miguel Ángel
Yunes Linares (Veracruz) como Javier Corral Ayala (Chihuahua) están más que
obligadas a dar con el paradero de los asesinos e investigar si actuaron motu
proprio o son esbirros de autores intelectuales al servicio de cierta clase
política o al servicio de cárteles de la droga.
@AFDiario
@analisisafondo
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