Por Radio Vaticana
El Papa Francisco llega a la
Plaza
de San Pedro para
la audiencia general.
Foto: RV
|
«Invito a todas las comunidades a vivir con fe la cita del
23 y 24 de marzo, para redescubrir el sacramento de la reconciliación: “24
horas para el Señor”. Anhelo, que también este año, este momento privilegiado
de gracia del camino cuaresmal se viva en tantas iglesias del mundo para
experimentar el encuentro alegre con la misericordia del Padre, que a todos
acoge y perdona».
En su audiencia general de la tercera semana de la Cuaresma
2017, el Obispo de Roma, hizo hincapié en que en especial en el camino
cuaresmal «estamos llamados a estar disponibles siempre, con una sonrisa y la
mano tendida a los que están en dificultad, volviéndonos así sembradores de
esperanza».
Y, una vez más el Papa Francisco recordó la tragedia de los
refugiados y alentó la acogida de los que buscan refugio huyendo de violencias
y hambre:
«Saludo a los participantes en el encuentro para directores
Migrantes y los aliento a proseguir en su compromiso para impulsar la acogida y
la hospitalidad de los refugiados, favoreciendo su integración, teniendo en
cuenta los derechos y deberes recíprocos para el que acoge y el que es acogido.
No olvidemos que esta tragedia de los refugiados, de los emigrantes es la
tragedia más grande después de la Segunda Mundial».
En su bienvenida a los peregrinos de lengua inglesa, el Papa
recordó el Día Mundial del Agua y el de los Bosques:
«Dirijo mi cordial saludo a los participantes en la
Conferencia “Watershed: Replenishing Water Values for a Thirsty World”, promovida
por el Pontificio Consejo para la Cultura y por el Capítulo Argentino del Club
de Roma. Justo hoy se celebra el Día Mundial del Agua, instituido hace 25 años
por Naciones Unidas, y ayer se celebró el Día Internacional de los Bosques. Me
alegro por este encuentro, que marca una nueva etapa en el compromiso conjunto
de varias instituciones para sensibilizar sobre la necesidad de tutelar el agua
como bien de todos, valorizando también sus significados culturales y
religiosos. Aliento en especial vuestro esfuerzo en el campo de la educación,
con propuestas dirigidas a los niños y a los jóvenes ¡Gracias por lo que hacen
y que Dios los bendiga»
«La Cuaresma nos llama a la conversión y a la penitencia:
nos indica el ayuno, la oración y la limosna como caminos de trasformación; nos
alienta al examen de conciencia y a admitir humildemente nuestras culpas y la
confesión de nuestros pecados», reiteró luego el Santo Padre, en su cordial
saludo a los peregrinos polacos:
«Como dijo San Juan Pablo II “aprendan a llamar blanco lo
que es blanco y negro lo que es negro, mal al mal y bien al bien. Aprendan a
llamar pecado al pecado y no lo llamen liberación y progreso” (A los
universitarios, 26 de marzo de 1981). Llenos de confianza en el poder de la
Palabra de Dios, abramos nuestros corazones al don de su misericordia y de su
perdón. Alabado sea Jesucristo».
En sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién
casados, el Papa Francisco destacó la Solemnidad en la que la Iglesia universal
celebra el ‘sí’ de la Madre de Dios:
«El próximo sábado celebraremos la Solemnidad de la
Anunciación del Señor a la Virgen María. Queridos jóvenes, sepan ponerse a la
escucha de la voluntad de Dios, como María; queridos enfermos, no se
desalienten en los momentos más difíciles, sabiendo que el Señor no da una cruz
superior a las propias fuerzas; y ustedes, queridos recién casados, edifiquen
su vida matrimonial sobre la roca firme de la Palabra de Dios».
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