Análisis a Fondo
* Los priistas no van a permitir nada a la “oposición”
* A golpe de corrupción se quedarán en Los Pinos
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
En México ha habido un malestar social generalizado en
contra del gobierno de Enrique Peña Nieto y de su partido, el PRI, por diversas
causas: la creciente pobreza y generalizada, el empleo mal remunerado, el
desempleo, la carestía de la vida, la mediocridad del crecimiento económico
entre otros infortunios como la corrupción de los políticos priístas, los
gobernadores principalmente, la llamada casa blanca cuya propiedad fue
atribuida por Peña a su esposa, los conflictos de interés presidenciales, la
impunidad que la gente no cree que se acabe con la aprensión de varios
exgobernadores, muy amigos del mandatario como Javier Duarte de Ochoa, quien
inclusive financió fuertemente, con dinero público, la campaña del PRI al
gobierno estatal en Veracruz, que se agandalló el PAN como reacción de castigo
al partido gubernamental.
Naturalmente un observador concluiría que en base al
descontento generalizado el PRI estaría perdido, pero eso no sucede. No se
entiende, pero no sucede. Los mexicanos siguen eligiendo priistas, corruptos y
ladrones. En Coahuila, donde campea la corrupción de los Moreira, pareciera que
a la ciudadanía le gustara que sus gobernantes fueran como ellos. En las
pasadas elecciones votaron por el PRI, un partido de ladrones, como aquellos
judíos que hace unos dos mil años eligieron al ladrón Barrabás en lugar de
liberar a Jesucristo, a quien el gobernador romano Pilatos presentó como hombre
justo en quien no veía ningún delito que castigar. Desde hace 2000 años, pues,
los habitantes de este país llamado México eligen a los ladrones como sus
gobernantes y lo siguen y seguirán haciendo.
En el estado de México, con trampas y las más marranas
estrategias electorales,0 ganó un priísta de la alta ralea, apoyado por
partiditos cuyos votos no les alcanzaron para conservar el registro como
partidos políticos, pero si les alcanzaron para que el PRI ganara porque por
sus solos votos habría perdido frente al satanizado partido del más satanizado
de los políticos de la izquierda, inclusive satanizado por gente que se
autoproclama de izquierda, militantes del PRD, el partido que ayudó a fundar y
del cual fue presidente, Andrés Manuel López Obrador.
El PRI pues no va a dejar de ganar las elecciones del 2018
mediante las más corruptas prácticas electorales – los monederos electrónicos
son los más inocentes -, sobre todo la compra de votos a la población más
hambrienta de este país y a la que el gobierno mantiene en la ignorancia y en
la misma pobreza con el objeto de que sea su arsenal de votantes que les dé el
triunfo a como dé lugar.
Y pareciera que la oposición, aún la oficialista como la del
PAN, no tuviera ningún chance de acercarse siquiera a unos cuantos votos del
triunfo, porque el PRI no está dispuesto, ahora, a compartir el poder como lo
hizo cuando ganó muy claramente las elecciones aquel parlanchín de Vicente Fox
Quesada, o cuando ratificó al partido albiceleste en Los Pinos el irresponsable
y pelafustán de Felipe Calderón, cuya esposa busca ahora la candidatura de su
partido, peleándose con todos, lo que hará muy difícil que la gane. Y si la
gana, imposible que gane la presidencia, primero porque el PRI no está
dispuesto a reconocerle el eventual triunfo, y segundo porque los votantes
mexicanos no votarían por ahora por una mujer, por su machismo, y menos por la
mujer de Calderón cuya memoria está aún muy fresca y es culpado de la situación
de violencia que vive México luego de que el michoacano le declaró una absurda
e idiota guerra a los barones de la droga tan corruptos como corruptos son los
miembros de la clase política mexicana, guerra que ha costado miles de muertos
y una desagradable impopularidad de México en el concierto de las naciones.
Y la izquierda está perdida. El PRD se aliaría con el PAN,
menos con Morena, porque sabe que si se alía con la derecha tendría alguna
opción de compartir el poder presidencial y si lo hace con López Obrador,
aunque ganara las elecciones el tabasqueño, no le reconocerían el triunfo como
no se lo reconocieron a la candidata morenista al gobierno del Estado de México,
Delfina Gómez Álvarez, tan sólo por ser parte de la opción lópezobradorista.
Andrés Manuel, aunque no lo quiera aceptar, está vedado para
la presidencia por órdenes del Departamento de Estado, aunque el lenguaraz de
Fox ya advirtió recientemente que él se encargará de que el tabasqueño no
llegue a la presidencia… jolín. Qué lengua tan larga tiene el ex vendedor de
Coca cola y de botas vaqueras.
O sea pues que el sucesor de Peña Nieto, no será ni José
Antonio Meade, ni Luis Videgaray, pero si otro priísta que cumpla los
requisitos, o un académico lame botas tricolores como Narro, ex rector de la
UNAM y actual encargado de la sanidad desde lo que se denomina Secretaría de
Salud.
Sólo un milagro haría que en el 2018 hubiera un gobierno de
alternancia. Pero no lo permitirá el Departamento de Estado.
@AFDiario
@analisisafondo
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