De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Desaprovechamos los mexicanos el camote morado, que es un
antioxidante potente y como base de la dieta en la isla de Okinawa, Japón,
proporciona un promedio de vida de 87 años, dijo Arturo Navarro Ocaña, del
Departamento de Alimentos y Biotecnología, en la Facultad de Química (FQ) de la
UNAM.
En México comemos camote blanco y amarillo en dulce y puré,
pero el morado, con valiosas propiedades nutracéuticas para mantener la salud,
lo reservamos únicamente para las ofrendas del Día de Muertos.
Para identificar y aprovechar todo el año las ventajas de
esta raíz tuberosa, que contiene cantidades considerables de antioxidantes y
colorantes naturales, en la Facultad de Química (FQ) de la UNAM Arturo Navarro
Ocaña, del Departamento de Alimentos y Biotecnología, identifica compuestos
bioactivos y procesos para obtener nutracéuticos de éste y otros alimentos
tradicionales de México.
El camote morado (Ipomoea batatas (L) Lam. variedad morada)
es una especie originaria del país, de amplia distribución, especialmente en la
región centro. “Lo encontramos en la sierra norte de Puebla, en la sierra
Zongolica de Veracruz, en Jalisco, Guanajuato y Estado de México”, señaló.
Se piensa que llegó al otro lado del mundo por dispersión
natural o embarcado en la Nao de la China. Es el séptimo cultivo alimentario de
mayor importancia a nivel internacional; en Asia es muy aceptado para su
consumo y es la principal región productora. China ocupa el primer lugar en
producción y consumo, ahí lo reconocen por sus propiedades para mantener la
salud.
Pero en México hace falta difundir sus propiedades y su
ingesta permanente, dijo el universitario, quien en su laboratorio realiza la
modificación enzimática de antioxidantes naturales y compuestos bioactivos para
utilizarlos a gran escala. Buscamos el uso integral del recurso, pues además de
su raíz tuberosa, las hojas y flores (conocidas como quelites) también son
comestibles.
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