lunes, 14 de diciembre de 2015

El árbol de Santa María contra el VIH

De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político

Encabeza Ricardo Reyes Chilpa, investigador del Departamento de Productos Naturales del Instituto de Química (IQ) de la UNAM, un estudio sobre la química y toxicogenómica de compuestos activos contra el VIH-1 (virus de inmunodeficiencia humana, causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida) extraídos de las hojas de Calophyllum brasiliense, árbol descrito por vez primera en Brasil hace unos 150 años y que crece en las selvas tropicales del sur de México, así como de América Central, América del Sur y el Caribe.

El Calophyllum brasiliense, llamado comúnmente guanandí, calambuco, arary, árbol de Santa María o palo de aceite (en Colombia).

Originalmente, estos compuestos antivirales, llamados calanólidos e inofilums, fueron obtenidos en 1992 (por Yoel Kashman y otros científicos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos) de Calophyllum lanigerum,otra especie de la familia de las clusiáceas que nace en las selvas de Asia.

“El calanólido A incluso alcanzó la fase clínica I, con voluntarios sanos, pero su desarrollo se detuvo porque la compañía farmacéutica que lo respaldaba (Sarawak MediChem Pharmaceuticals Inc) quebró”, apuntó Gil Magos Guerrero, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, que participa en el estudio.

En 2004, Reyes Chilpa y sus colaboradores redescubrieron esos calanólidos e inofilums, pero ahora en ejemplares mexicanos de Calophyllum brasiliense. Desde entonces trabajan con ellos.

“Hemos aprendido mucho de ese árbol y también lo cultivamos a partir de semillas que traemos del estado de Veracruz. Descubrimos que tiene dos quimiotipos, esto es, dos variedades con composiciones químicas diferentes. De uno de ellos obtuvimos los calanólidos e inofilums, y del otro, coumarinas tipo Mammea, compuestos anticancerígenos”, señaló el investigador universitario.

Hay dos tipos de VIH: el VIH-1 es el que predomina en América y Europa, y el VIH-2 es endémico de África. La diferencia funcional entre ambos estriba en que el 2 muta con mayor lentitud que el 1 (se piensa que los dos pasaron de simios a los humanos hace seis o siete décadas). De todos modos, ambos causan el sida.

En la naturaleza, el ADN (ácido desoxirribonucleico) es habitualmente el material genético a partir del cual se produce una copia simple de ARN (ácido ribonucleico). Sin embargo, como sucede en los demás retrovirus, la información genética del VIH está en forma de ARN.

Así, mediante una de sus enzimas, llamada transcriptasa reversa, ese virus produce una copia de ADN de doble cadena y otra enzima, denominada integrasa; la inserta en el genoma de la célula humana, el cual produce múltiples copias del virus con la intervención de otra enzima viral, la proteasa.


 “Los calanólidos e inofilums que obtuvimos de Calophyllum brasiliense tienen la capacidad de bloquear la enzima transcriptasa reversa, lo que impide que se produzca una copia de ADN de doble cadena y, por consiguiente, que el VIH se incorpore al genoma de las células humanas. El virus requiere esa enzima para replicarse”, señaló Reyes Chilpa.

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