De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Encabeza Ricardo Reyes Chilpa, investigador del Departamento
de Productos Naturales del Instituto de Química (IQ) de la UNAM, un estudio
sobre la química y toxicogenómica de compuestos activos contra el VIH-1 (virus
de inmunodeficiencia humana, causante del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida o sida) extraídos de las hojas de Calophyllum brasiliense, árbol
descrito por vez primera en Brasil hace unos 150 años y que crece en las selvas
tropicales del sur de México, así como de América Central, América del Sur y el
Caribe.
El Calophyllum brasiliense, llamado comúnmente guanandí,
calambuco, arary, árbol de Santa María o palo de aceite (en Colombia).
Originalmente, estos compuestos antivirales, llamados
calanólidos e inofilums, fueron obtenidos en 1992 (por Yoel Kashman y otros
científicos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos) de Calophyllum
lanigerum,otra especie de la familia de las clusiáceas que nace en las selvas
de Asia.
“El calanólido A incluso alcanzó la fase clínica I, con
voluntarios sanos, pero su desarrollo se detuvo porque la compañía farmacéutica
que lo respaldaba (Sarawak MediChem Pharmaceuticals Inc) quebró”, apuntó Gil
Magos Guerrero, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, que
participa en el estudio.
En 2004, Reyes Chilpa y sus colaboradores redescubrieron
esos calanólidos e inofilums, pero ahora en ejemplares mexicanos de Calophyllum
brasiliense. Desde entonces trabajan con ellos.
“Hemos aprendido mucho de ese árbol y también lo cultivamos
a partir de semillas que traemos del estado de Veracruz. Descubrimos que tiene
dos quimiotipos, esto es, dos variedades con composiciones químicas diferentes.
De uno de ellos obtuvimos los calanólidos e inofilums, y del otro, coumarinas
tipo Mammea, compuestos anticancerígenos”, señaló el investigador
universitario.
Hay dos tipos de VIH: el VIH-1 es el que predomina en
América y Europa, y el VIH-2 es endémico de África. La diferencia funcional
entre ambos estriba en que el 2 muta con mayor lentitud que el 1 (se piensa que
los dos pasaron de simios a los humanos hace seis o siete décadas). De todos
modos, ambos causan el sida.
En la naturaleza, el ADN (ácido desoxirribonucleico) es
habitualmente el material genético a partir del cual se produce una copia
simple de ARN (ácido ribonucleico). Sin embargo, como sucede en los demás
retrovirus, la información genética del VIH está en forma de ARN.
Así, mediante una de sus enzimas, llamada transcriptasa
reversa, ese virus produce una copia de ADN de doble cadena y otra enzima,
denominada integrasa; la inserta en el genoma de la célula humana, el cual
produce múltiples copias del virus con la intervención de otra enzima viral, la
proteasa.
“Los calanólidos e
inofilums que obtuvimos de Calophyllum brasiliense tienen la capacidad de
bloquear la enzima transcriptasa reversa, lo que impide que se produzca una
copia de ADN de doble cadena y, por consiguiente, que el VIH se incorpore al
genoma de las células humanas. El virus requiere esa enzima para replicarse”,
señaló Reyes Chilpa.
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