Por Canal romereports.com
El Papa Francisco recorrerá 25.563 kilómetros y volará más
de 31 horas durante su viaje de seis días a México. Para la parte final de su
itinerario, cuando más cansado esté, el Vaticano ha elegido un avión
particular, el Boing 787-8 Dreamliner de Aeroméxico, uno de los más modernos de
la aviación comercial.
Salió al mercado hace apenas 4 años y muchas compañías
aéreas aún no disponen de un modelo. El diseño de sus alas reduce la sensación
de turbulencias y la presurización y humedad de la cabina permiten reducir el
efecto adverso de los largos viajes sobre el organismo.
Eso puede aliviar el cansancio del Papa, que usará este
modelo de avión para desplazarse de Ciudad de México a Ciudad Juárez el 17 de
febrero y para regresar a Roma desde la ciudad azteca esa misma noche. Un vuelo
de más de 11 horas tras una semana que dejaría exhausto a cualquiera.
Como es habitual, el escudo papal se bordará en los 243
asientos de este moderno avión que pondrá fin a la expedición mexicana del
Papa.
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