De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Convirtieron a la Ciudad de México en una entidad elitista en
donde un condominio en la Benito Juárez cuesta entre 20 y 30 millones de pesos,
mientras que cuatro millones de trabajadores alcanzan créditos de Infonavit de
700 mil a millón y medio, denunció el perredista capitalino Alejandro Ojeda
Anguiano, vicepresidente de la Cámara de Diputados.
Agregó que de un tiempo para acá, el auge inmobiliario se
extendió por toda la capital del país con la construcción anual, en promedio,
de 18 mil viviendas, mismas que han elevado su costo a tal grado que están
prácticamente fuera del alcance de la mayoría de los capitalinos.
Declaró que dicha situación obliga cada año a cerca de 30
mil familias a dejar la Ciudad de México e irse a vivir al área conurbada,
principalmente a los estados de México, Puebla, Hidalgo, Morelos y Querétaro.
Mientras tanto, apuntó, “las inmobiliarias privadas
continúan impulsando desarrollos habitacionales de alta plusvalía, incluso en
zonas de valor patrimonial, áreas de conservación natural, con problemas de
abasto de servicios, saturación vial, incluso, de riesgo, todo ello con el
descontento vecinal y la complacencia de la Seduvi”.
Es fácil observar desarrollos inmobiliarios en el corredor
del Paseo de la Reforma donde, lo mismo que en Santa Fe, o en la delegación
Benito Juárez, donde los condominios se cotizan en dólares y su precio en pesos
llega a entre 20 y 30 millones, agregó el diputado perredista.
Opinó que la ciudad capital se ha convertido en una entidad
elitista, pues la construcción de vivienda que más ha crecido es la residencial
y residencial plus, en el sur y en Polanco, donde el precio del metro cuadrado
oscila entre 70 mil y 80 mil pesos, con sitios en los que la cifra llega hasta
100 mil pesos.
Ojeda Anguiano mencionó que, a partir de la suspensión de la
norma 26, que promueve la vivienda de interés social, la construcción de este
tipo de casas se estancó, lo que ha dejado a miles de capitalinos sin
posibilidad de hacerse de una vivienda.
Como ejemplo, mencionó que, de acuerdo al INFONAVIT, de los
alrededor de cuatro millones de derechohabientes que cotizan en la Ciudad de
México, cerca de un millón tienen capacidad de comprar un departamento de 700
mil a un millón y medio de pesos, pero no les alcanza para comprar una vivienda
digna.
Reiteró que “mientras la Seduvi contempla impávida como se
construyen megatorres, bajo el argumento de que “no hay de otra”, la vivienda
de interés popular se encuentra prácticamente estancada”.
Sostuvo que dicha dependencia, encargada de impulsar la
vivienda en la actual administración, “ha perdido el rumbo y ha dejado de
cumplir los ejes rectores que históricamente se habían impulsado”.
Declaró que la propia secretaría presume que sus ejes
rectores es la creación de una ciudad compacta, dinámica, policéntrica y
equitativa, sin embargo estos ejes están lejos de cumplirse.
“En los últimos años
vemos que la ciudad no está creando la vivienda acorde a las necesidades de los
habitantes y a la Secretaria no la vemos trabajando para detener la expulsión
de capitalinos a la zona conurbada”, finalizó.
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