De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político con información de nuestra asociada RFI y
Cubadebate
Dan la bienvenida oficial Ségolène Royal, ministra de
Ecología, Desarrollo sostenible y Energía, debajo del Arco de Triunfo frente a
los Campos Elíseos, a Raúl Modesto Castro Ruz, presidente del Consejo de Estado
de Cuba y del Consejo de Ministros, a las 10 horas de este 1 de febrero, con lo
que inicia una visita de Estado sin precedente que consagrará una nueva
relación entre Cuba y Occidente.
Después se reunirá con François Hollande, presidente de
Francia, que realizó una visita a Cuba el 11 y 12 de mayo de 2015, al ser el primer
líder occidental en visitar la isla después del deshielo con Estados Unidos,
que se inició el 17 de diciembre de 2014 y se concretó con la apertura de
embajadas de ambos países a mediados de 2015.
Como parte del intercambio entre los presidentes en el
Palacio de l’Elysée está prevista la firma de acuerdos bilaterales en varias
áreas de cooperación y que posteriormente los mandatarios realicen una
declaración conjunta ante la prensa.
Luego asistirá a una cena de Estado en el Palacio del Elíseo,
el mandatario cubano de 84 años, que llegó el sábado 30 de enero a París. Desempeñaba
el cargo de manera interina desde el 31 de julio de 2006 y asumió el 24 de
febrero de 2008.
El martes se reunirá sucesivamente con el presidente de la
Asamblea Nacional, Claude Bartolone, el presidente del Senado, Gerard Larcher,
la alcaldesa de París, Anne Hidalgo y el primer ministro Manuel Valls, antes de
visitar el Museo del Hombre, recién renovado.
Con el propósito de crear las mejores condiciones posibles
para esta nueva relación, París fue recientemente el arquitecto de un acuerdo
sobre la deuda cubana con sus acreedores del Club de París.
En virtud de ese convenio, la isla logró que le condonaran
8.500 millones de dólares, lo que debería desbloquear su acceso a los mercados
financieros, mientras espera el fin del embargo estadounidense impuesto en
1962, condenado durante varios años por Francia. Pero París quiere aprovechar
la visita de Castro para ir más allá y anunciar planes de financiamiento en el
marco de la reestructuración de la deuda cubana.
Los franceses también están en la primera línea de las
negociaciones iniciadas en abril de 2014 entre Cuba y la UE, que pronto podrían
desembocar en un "acuerdo de diálogo político y cooperación", lo que
significará dejar atrás viejas controversias sobre los derechos humanos.
El espinoso tema, por el que Cuba es blanco de críticas
frecuentes, estará en las "discusiones bilaterales", aseguró una
fuente diplomática francesa en París.
Preguntado por su visita en mayo al expresidente Fidel
Castro, Hollande deberá igualmente ventilar ese asunto de forma discreta, y sin
ir demasiado lejos.
La última visita de un presidente cubano a Francia data de
marzo de 1995, cuando Fidel Castro fue invitado por François Mitterrand al
final de su segundo mandato. Castro también asistió a los funerales de
Mitterrand en enero del año siguiente.
En ese contexto de reconciliación, la etapa parisina del
gobierno comunista cubano ofrece la ocasión perfecta de presentar al mundo un
nuevo rostro, ya vislumbrado por las frecuentes delegaciones occidentales que
desfilaron por La Habana en los últimos meses.
Después de firmar la semana anterior, contratos millonarios
con el presidente de Irán, Hassan Rohani, París busca reforzar la presencia de
empresas francesas en una Cuba que se abre poco a poco a la economía de
mercado.
Con un comercio anual de unos 180 millones de euros, Francia
forma parte de los 10 primeros socios de Cuba, y entre sus planes está
profundizar sus relaciones con La Habana.
La isla, un polo turístico en expansión y con una obra de
mano calificada, es vista por Estados Unidos y sus competidores europeos con
renovado interés.
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