Análisis a Fondo
* De chiles, embonaduras y periodistas en liquidación
* Un asesinato por mes: los 4 valen más que 35 mmp
Por Francisco GÓMEZ MAZA
Para Arcano Radio
Vamos a hacer a un ladito, sólo por hoy, la cadena de escándalos,
y los chiles que no les embonan a quienes – políticos, analistas,
comunicadores, reporteros, ciudadanos comunes, desconfiados (estos son la
inmensa mayoría de la ciudadanía mexicana) y analistas creemos que lo que mueve
a las autoridades priistas es la simulación y la hipocresía, para tocar asuntos infinitamente
más graves que la tragicomedia mexicana actuada por políticos con aliento de
caca, corruptos hasta la madre, todos del PRI y uno que otro del celeste.
El asunto es más, mucho más grave,, que el hecho, por ejemplo, de que el ex gobernador
de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se haya embolsado, dicen, unos 35 mil
millones de pesitos del erario veracruzano. Esta práctica es el pan nuestro de
cada día en la vida diaria de un político del PRI. Llegaron para hacer negocios
al amparo de la política, a enriquecerse a costa de los contribuyentes que mes
a mes pagamos los impuestos, que se van acumulando en muchos bolsillos
tricolores. No. Estas prácticas son del cotidiano meter la mano en las cajas
del SAT y de la Tesorería de la Federación. Se trata de la vida, vida, corazón
palpitante, pulmones respirantes, de periodistas que entregan su vida al
servicio de una parte del llamado pueblo que necesita saber qué pasa, que se
dice, que se roba, quién roba, quién es padrino de narcotraficantes o de
integrantes de la delincuencia.
El asesinato de periodistas en México es sumamente
preocupante. Del primero de enero a este 19 de abril, van cuatro colegas
muertos por manos y armas de fuego de quién sabe quién. Nadie en el gobierno, o
por lo menos eso es lo que se ve, toma en serio tales crímenes. Como que la
vida de un periodistas valiera un comino. No sé. Tenemos una lista de por lo
menos cien asesinatos de periodistas y la mayoría, la inmensa mayoría de los
casos, se pudren ahí y nadie es indiciado como el autor material, y menos autor
intelectual, de los asesinatos. En la era Duarte de Ochoa hubo en Veracruz, en
el estado, una racha de asesinatos, que todo el mundo quería endilgar al ex
gobernador.
Ahora van cuatro. Y la situación de los periodistas ya
preocupa allende las fronteras. Menos a los encargados de procurar justicia y
menos a los encargados de impartir justicia.
Estos chiles no les embonan a los gobernantes priistas. Como nunca les
han embonado los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero, o los fusilados en
Tlatlaya, entre otros hechos que ya son parte de esta negra historia.
Pero afuera de las fronteras sí que hay preocupación. Y a
quienes están preocupados si les embonan estos chiles. Por ejemplo, Irina
Bokova, directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (la Unesco) condenó, el lunes, el asesinato
de Maximino Rodríguez Palacios, periodista de Baja California Sur, advirtiendo
que no se puede permitir que se ataque a los medios de comunicación por brindar
información a la sociedad.
La verdad es que, ese chile a mi no me embona. Las
autoridades mexicanas en lo último que están pensando es en qué periodista fue
asesinado este mes. Pero doña Irina advierte que “No podemos permitir que los
criminales ataquen a los medios por brindar información al público”. Y pidió a
las autoridades mexicanas algo que a las autoridades mexicanas ni les aflige ni
les afloja. Que garanticen que este crimen será investigado y sus autores
procesados para proteger la libertad de expresión y la libertad de
información”.
Maximino Rodríguez Palacios era autor de una columna sobre
política y crimen organizado en el blog “Colectivo Pericú”, el cual cubre
información en general de Baja California Sur. Rodríguez Palacios fue asesinado
el pasado viernes en el estacionamiento de una plaza comercial en otrora
pacífica La Paz, donde había acudido a realizar compras en compañía de su
esposa.
La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson,
por otra parte, y coincidente con Bokoova, lamentó el asesinato de Maximino Al
respecto, la diplomática escribió en su cuenta de Twitter: “Lamentamos la
muerte de un periodista más. Esta vez Max Rodríguez en Baja California Sur”. Personal
de la Oficina Foránea de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en
La Paz realizó las primeras diligencias por el asesinato del periodista. La
Comisión solicitó a la Secretaría General de Gobierno de Baja California Sur
implementara las medidas cautelares necesarias para proteger la seguridad de
los familiares del periodista. Poero
hasta aquí va todo. Aparte de la manifiesta preocupación de la gente de la
Unesco y del gobierno de Donald Trump, aquí no va a pasar nada. Nadie sabrá
quién o quiénes son los asesinos de los cuatro de la lista, como ha ocurrido
históricamente. Y seguirán matando gente de la prensa. Quién los mata. Quién
sabe. Pero la situación es muy preocupante para uno que puede ser la próxima
víctima.
@AFDiario
@analisisafondo
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