De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Aumentó 300 mil desplazados forzados en 2016 en relación a
2015, para sumar 65.6 millones en el mundo, un máximo sin precedentes,
establece en Ginebra este lunes 19 de junio, el nuevo informe Tendencias
Globales de ACNUR. En México suman en 8 años 310 mil 527 víctimas, con cifras
de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos
(CMDPDH).
El nuevo informe Tendencias Globales de ACNUR, principal
estudio anual de la organización sobre la situación del desplazamiento, afirma
que al terminar 2016 había 65,6 millones de personas en situación de
desplazamiento forzado, unas 300.000 más que un año antes. Este total
representa una cifra enorme de personas que necesitan protección en el mundo.
La cifra de 65,6 millones comprende tres componentes
importantes. En primer lugar, las cifras de refugiados, que con 22,5 millones
son las más altas de las que se tiene constancia. De éstos, 17,2 millones se
encuentran bajo el mandato de ACNUR, y el resto son refugiados palestinos
registrados ante nuestra organización hermana UNRWA.
El conflicto de Siria sigue siendo el que genera más
refugiados a nivel mundial (5,5 millones), aunque en 2016 el principal factor
de este incremento fue Sudán del Sur, donde la desastrosa ruptura de los
esfuerzos por la paz en julio de ese año contribuyó a la salida de 739.900
personas hasta finales de diciembre de 2016 (actualmente, 1,87 millones).
En segundo lugar, el desplazamiento de personas dentro de su
propio país, cuyo número era 40,3 millones al término de 2016, frente a 40,8
millones un año antes. Siria, Irak y el todavía muy considerable desplazamiento
dentro de Colombia, fueron las principales situaciones de desplazamiento
interno. No obstante, el desplazamiento interno es un problema de ámbito
mundial y representa casi dos tercios del desplazamiento forzado total en el
mundo.
En tercer lugar, los solicitantes de asilo, personas que han
huido de su país y solicitan protección internacional como refugiados. Al
concluir 2016, el número de personas que habían solicitado asilo en el mundo
era 2,8 millones.
Esto agrava el inmenso coste humano de la guerra y la
persecución en el mundo: 65,6 millones significa que, por término medio, una de
cada 113 personas en el mundo se halla en situación de desplazamiento, es
decir, una población mayor que la de Reino Unido, 21º país del mundo en número
de habitantes.
“Desde cualquier punto de vista, esta cifra es inaceptable,
y plantea con más fuerza que nunca la necesidad de mayor solidaridad y un
propósito común para prevenir y resolver las crisis y para garantizar entre
todos que los refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo del
mundo reciben protección y atención adecuadas, al tiempo que se buscan
soluciones”, ha declarado Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los
Refugiados. “Tenemos que hacerlo mejor por estas personas. En un mundo en
conflicto, lo que se necesita es determinación y valor, no miedo”.
Una de las principales conclusiones del informe es que las
cifras de nuevos desplazamientos en particular siguen siendo muy altas. De los
65,6 millones de personas en situación de desplazamiento forzado en el mundo,
10,3 millones se convirtieron en desplazados forzosos en 2016, de las que
aproximadamente dos tercios (6,9 millones) habían huido en el interior de su
propio país, sin cruzar una frontera internacional. Esto equivale a una persona
desplazada cada 3 segundos, menos tiempo del que se necesita para leer esta
frase.
Al mismo tiempo, los retornos de refugiados y desplazados
internos a sus lugares de origen, unidos a otras soluciones como el
reasentamiento en terceros países, permitieron que, para algunos, 2016 trajera
una perspectiva de mejora. Unos 37 países admitieron conjuntamente a 189.300
refugiados para reasentamiento. Más o menos medio millón de refugiados pudieron
retornar a sus respectivos países de origen, y aproximadamente 6,5 millones de
desplazados internos lo hicieron a sus zonas de origen, aunque en muchos casos
en condiciones que distaban de ser ideales y con unas perspectivas inciertas.
En todo el mundo, la mayoría de los refugiados - el 84% -
estaban en países de ingresos bajos o medios a finales de 2016, y uno de cada
tres (4,9 millones) eran acogidos por los países menos desarrollados. Este
enorme desequilibrio refleja varias cosas, entre ellas la persistente falta de
consenso internacional en lo relativo a la acogida de refugiados y la
proximidad de muchos países pobres a regiones de conflicto. También ilustra la
necesidad de que los países y comunidades que apoyan a los refugiados y otras
personas desplazadas reciban más recursos y apoyo, cuya ausencia puede generar
inestabilidad, tener consecuencias para la labor humanitaria que puede salvar
vidas, o dar lugar a desplazamientos secundarios.
Por población, Siria sigue teniendo el mayor número total de
personas desplazadas, con 12 millones (casi dos tercios de su población), cifra
que incluye a desplazados internos y a personas que han huido a otros países
–tanto refugiados como solicitantes de asilo-. Exceptuando la prolongada
situación de los refugiados palestinos, los colombianos (7,7 millones) y los
afganos (4,7 millones) seguían siendo la segunda y tercera población más numerosa,
seguidos de iraquíes (4,2 millones) y sursudaneses, que son la población de
desplazados que crece con más rapidez en el mundo: 3,3 millones habían huido de
sus hogares a finales de 2016.
Los menores, que representan la mitad de los refugiados del
mundo, siguen soportando una carga desproporcionada de sufrimiento,
principalmente por su mayor vulnerabilidad. Por desgracia, se recibieron 75.000
solicitudes de asilo de menores que viajaban solos o separados de sus
progenitores, aunque la cifra real podría ser incluso superior.
ACNUR calcula que al menos 10 millones de personas carecían
de nacionalidad o estaban en peligro de convertirse en apátridas al final de
2016. Sin embargo, los datos registrados por los gobiernos y comunicados a
ACNUR reflejaban sólo la cifra de 3,2 millones de personas apátridas en 75
países.
Tendencias globales es una evaluación estadística del
desplazamiento forzado, por lo que no recoge algunos acontecimientos clave del
mundo de los refugiados en 2016.
Entre ellos figuran el aumento de la politización de las
cuestiones relacionadas con el asilo en muchos países y las restricciones cada
vez mayores para el acceso a la protección internacional en algunas regiones,
pero también novedades positivas como la histórica Cumbre de las Naciones
Unidas sobre refugiados y migrantes en septiembre de 2016, la Declaración de
Nueva York adoptada tras la misma, el nuevo enfoque que involucra a toda la
sociedad en la gestión del desplazamiento y que se está poniendo en marcha en
virtud del Marco de Respuesta Integral para los Refugiados, y la enorme
generosidad tanto de los países de acogida como de los gobiernos donantes hacia
los refugiados y otras poblaciones desplazadas.
ACNUR elabora anualmente su informe Tendencias globales a
partir de datos propios, datos recibidos de su socio el Observatorio sobre el
Desplazamiento Interno (IDMC) y los que recibe de los gobiernos.
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