Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
De Arcano Político
Todavía el 23 de noviembre, en La Paz, Baja California Sur,
en el Día de la Armada, el que se supone presidente de México, Enrique Peña
Nieto, dijo: “Andan bien despistados todos, el PRI no elige a sus candidatos
por aplausos”, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto, al comentar lo que se
consideró el destape del secretario de Hacienda.
Y es que el 22 de noviembre, el canciller dio la bienvenida
y agradeció a los titulares de Hacienda, José Antonio Meade; de Economía,
Ildefonso Guajardo y Turismo, Enrique de la Madrid, durante su intervención en
el encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en México.
Agregó que el actual titular de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP) tiene una trayectoria impecable, además de haber sido
protagonista de una de las transformaciones de la política pública en México en
las últimas décadas.
Entonces lo comparó con Plutarco Elías Calles por ocupar
cuatro secretarías distintas en dos gobiernos diferentes, y que hoy conduce con
inteligencia, disciplina, patriotismo y visión de Estado la política
macroeconómica de México.
Videgaray Caso recordó que conoce al secretario José Antonio
Meade desde hace muchos años, por lo que es testigo fiel no sólo de su
inteligencia notable, de su extraordinaria preparación y experiencia, sino de
sus valores, “siendo el más importante de todos su integridad y el patriotismo”.
Ayer tres secretarios impartieron conferencias en la Cancillería, y a los tres los presenté con calidez, gratitud y reconocimiento a su talento y trayectoria. No hay que confundir eso con otra cosa. Las decisiones políticas se tomarán donde deben tomarse.— Luis Videgaray Caso (@LVidegaray) 23 de noviembre de 2017
Confrontando las declaraciones del Canciller y el presidente
a las 10 horas locales de este lunes 27 de noviembre, parece ser que el de
Polanco le hicieron tragar sus palabras al “aceptar la renuncia del hombre
fuerte del rescatador de banqueros con factura a los contribuyentes, y que la
CTM se suma a la cargada iniciada en el PRI.
Acuden a la amnesia social de que El Fondo Bancario de
Protección al Ahorro (Fobaproa) fue un fondo de contingencia creado en 1990 por
el gobierno mexicano en conjunto con la totalidad de los partidos políticos
dominantes en aquel entonces, a fin de enfrentar posibles problemas financieros
extraordinarios.
En marzo de 1998, la administración del presidente Ernesto
Zedillo Ponce de León envió al Poder Legislativo un paquete de cuatro
iniciativas para crear un marco legal que supuestamente redujera las
posibilidades de una nueva crisis bancaria, así como para crear mecanismos más
eficientes de supervisión a las actividades crediticias y facilitar la
capitalización de los bancos.
Se encubre con la retórica del objetivo de exigir mayor
disciplina en la administración del sistema bancario, el Poder Ejecutivo
propuso la creación del Fondo de Garantía de Depósito (Fogade), instancia que
protegería el dinero de pequeños y medianos ahorradores e involucraría al Poder
Legislativo en la tarea de supervisar los bancos y que solamente rescató a los
supermillonarios banqueros al convertirse el FOBAPROA en deuda pública.
Y se borran las huelas de la infamia en diciembre de 1998
fue sustituido por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Quien lacayunamente sirvió a la traición de Ernesto Zedillo
Ponce de León a favor de la extranjerizada banca, fue Meade Kuribreña quien se
desempeñó como secretario adjunto de Protección al Ahorro Bancario en el
Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB). Entre diciembre del
2000 y mayo de 2002 fue director general de Banca y Ahorro de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público.
Un elemento de peso para “renunciarlo” y que empiece como
único aspirante en el derroche de las primarias de los genuflexivos priísta, al
ser Peña Nieto un servil lacayo de las transnacionales que empobrece a los
mexicanos con el mayor saqueo de la historia en recursos naturales y humanos,
según la denuncia de los sindicalistas canadienses.
Y solamente le queda a los mexicanos la esperanza de María
de Jesús Patricio Martínez, “Marichuy”, indígena y curandera nahua, originaria
de Tuxpán, Jalisco, ya que al considerarse el de Macuspana Andrés Manuel López
Obrador como “un político profesional”, se acepta la confesión de culpa de ser
un profesional de la mentira.
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