La vida como es…
De Octavio RAZIEL
Para Arcano Radio
Octavio García Montiel, fundador en los años 30 del primer
noticiario radiofónico que se transmitió en nuestro país, a través de la XEW,
“El oído del mundo”, y precursor de los existentes en radio y televisión
mexicanos, cumple el domingo cinco de noviembre, 78 años de haber fallecido.
Hombre de singular prosapia, fue considerado entonces como
el primer declamador de América Latina (antes que Manuel Bernal) brillante
periodista que incursionó en la política con mucho éxito; promotor del seguro de
vida para los bomberos y cuerpos de seguridad nacional (policías) creador de
varias revistas especializadas, amén de otros cargos en el gobierno capitalino.
El primer noticiario radiofónico mexicano se transmitía a
las 15 horas por la “W” (como hasta ahora) por considerarlo el horario más
apropiado para que la población estuviera enterada del acontecer nacional e
internacional. Éste noticiario era coordinado por Otón Vélez, entonces gerente
de la Voz de América Latina desde México.
Encaminado el proyecto de la “W”, por instrucciones de don
Emilio Azcárraga, Octavio García Montiel, se ocupó del nuevo noticiario de la
XEQ, desde 1938 hasta el momento de su muerte.
Como los soldados, él había expresado que moriría junto a un
micrófono, su trinchera; y así fue. Colaboradores de la “Q” comentaron ese
cinco de noviembre de 1939 que la voz de locutor “se escuchaba hueca”, que no
era la que le conocían y oían todos los días. Leyó la última noticia con gran
esfuerzo, apagó el micrófono, y se desplomó sobre la mesa de locución. Babeaba
y hacía un enorme esfuerzo para incorporarse de la silla; pero le fue
imposible. Su secretaria, junto con otros trabajadores de la radioemisora, le
subieron a un automóvil para llevarlo a su domicilio donde, unas horas después,
murió. Un aneurisma se encargó de él.
Su funeral, en el panteón civil, fue todo un acontecimiento
entre la sociedad mexicana de esos tiempos, pues asistieron políticos de alto
rango, artistas e intelectuales “que rindieron su último tributo al extinto,
que en vida se caracterizó por su amabilidad y fino trato”, según reseñaron los
diarios de esa fecha.
Este es un breve homenaje al creador del primer noticiario
radiofónico en México, “El oído del mundo”, que se distinguió, además, como
político, locutor, declamador, periodista y poeta.
A continuación, la última poesía que de él se publicó poco
antes de su muerte:
AQUELLA TARDE…
Aquella tarde en el jardín silente,
Enlazando tus manos con las mías
“Ya no quiero quererte” –me decías
Mirándome a los ojos hondamente…
Y ante el reclamo de mi amor ardiente
Que esquivar pudorosa pretendías,
“Ya no quiero quererte” –repetías
Mal reprimiendo tu emoción creciente.
Y fue aquella la frase con que diste
Esperanza a mi amor con tu ternura
Y al fin como te quise, me quisiste.
Hoy que ya nuestro idilio, en lontananza
Náufrago está, es mi única ventura
El evocar tu frase de esperanza.
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