XV años de la Fapermex (1 de 3)
Texto: Norma L. VÁZQUEZ ALANÍS
Fotos: Antonio ASPIROS
Palacio Municipal de Guadalajara. |
Guadalajara, Jalisco.- Llegamos puntuales a la cita. Serían
tres días de celebración y el nombre de la quinceañera podía leerse en lo alto
de la marquesina del hotel: ‘Bienvenida Fapermex’.
El registro parecía interminable; los asistentes éramos
muchos y el fue proceso lento, pero cuando la espera -también de la habitación
asignada- ya hacía mella en los invitados, una voz llamó a un coctel de
bienvenida… con barra libre; varias combinaciones de jugos con tequila y, por
supuesto, el infaltable ‘derecho’. Claro, estábamos en la tierra de esa bebida
que ostenta la denominación de origen, Jalisco.
En el Palacio Municipal, el alcalde de Guadalajara Enrique
Alfaro ofreció una comida a quienes acompañaban a la quinceañera en tan
importante celebración, periodistas de todo el país juntos para festejar el XV
aniversario del nacimiento de la Federación de Asociaciones de Periodistas
Mexicanos (Fapermex).
En el predio de ese edificio construido entre 1949 y 1952
por el arquitecto Vicente Mendiola -quien reprodujo el estilo colonial de
Guadalajara con sus arcos de medio punto y las columnas toscanas en los
corredores-, estuvieron antes la Casa de Moneda y la sede del Arzobispado, esta
última ocupada por fray Antonio Alcalde y Barriga, obispo de Guadalajara de
1771 a 1792.
Acerca de este importante personaje habló el cronista de la
Arquidiócesis de Guadalajara, presbítero Tomás de Híjar Ornelas, quien dijo que
Alcalde fue uno de los mayores benefactores de Nueva Galicia y entre sus obras
se cuenta la gestión ante el rey Carlos IV para la creación de una universidad
semejante a la de Salamanca, que culminó con la fundación de la Real y
Literaria Universidad de Guadalajara con las cátedras de Medicina y Derecho.
Palacio Municipal de Guadalajara. |
Relató De Hijar Ornelas que este fraile utilizó la cuarta
parte que le correspondía del diezmo de la diócesis para la realización de
obras humanitarias, caritativas, sociales, culturales y piadosas, entre las
cuales destacan la construcción del hospital de Belén -hoy hospital civil- que
incluyó una iglesia y un cementerio; estableció la primera zona industrial de
Guadalajara con tenerías y curtidurías, además de que creó el colegio de
maestras del convento de santa Clara.
Asimismo, fray Antonio Alcalde y Barriga fue autor del
primer desarrollo de vivienda social en América Latina al erigir diez casas por
cuadra, en un total de 156 cuadras, para albergar a gente que venía de otros
lugares al hospital, y también fue quien introdujo la imprenta en Nueva
Galicia, donde se imprimió el periódico independiente “El Despertador Americano”
(de diciembre de 1810 a enero de 1811) cuyo editor fue el doctor Francisco
Severo Maldonado.
A su muerte, indicó De Híjar Ornelas, el obispo dispuso que
su corazón quedara con las clarisas capuchinas en su convento ubicado en la
zona más pobre de Guadalajara, donde permanece hasta nuestros días en un vaso
de cristal.
En esta comida que ofreció la alcaldía de Guadalajara,
durante la cual la presidenta de la Fapermex, maestra Consuelo Eguía Tornella,
hizo un llamado a la unidad de los periodistas que integran el organismo, el
cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara anunció la próxima inauguración del
proyecto de rescate de un paseo al cual se le dio el nombre de Alcalde, que
incluye la restauración del convento de san Francisco, del jardín de la Reforma,
antes plaza de santo Domingo, así como del convento de san José de Gracia
(antes de santo Domingo), en un esfuerzo de recuperación del centro histórico
de Guadalajara por parte del municipio.
La ruta del tequila
La celebración continuó en la ciudad de Tequila con la
exhibición de la jima en la bodega de añejos ‘La constancia’ de la casa Sauza y
un recorrido por la destilería ‘La perseverancia’ de esa misma tequilera.
Ahí supimos que existe una escuela de jimadores en la que se
enseña a las nuevas generaciones la técnica para el proceso de jimación, el
cual se lleva a cabo con guantes y rodilleras de cuero; el corte de la penca
debe ser exacto pues de lo contrario la piña o corazón del agave se amarga,
además se tiene que evitar el contacto de la cera con la miel de la planta.
(Continuará)
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