martes, 21 de noviembre de 2017

Recepción tequilera y reconocimiento al obispo Alcalde y Barriga

XV años de la Fapermex (1 de 3)


Texto: Norma L. VÁZQUEZ ALANÍS
Fotos: Antonio ASPIROS


Palacio Municipal de Guadalajara.
Guadalajara, Jalisco.- Llegamos puntuales a la cita. Serían tres días de celebración y el nombre de la quinceañera podía leerse en lo alto de la marquesina del hotel: ‘Bienvenida Fapermex’.

El registro parecía interminable; los asistentes éramos muchos y el fue proceso lento, pero cuando la espera -también de la habitación asignada- ya hacía mella en los invitados, una voz llamó a un coctel de bienvenida… con barra libre; varias combinaciones de jugos con tequila y, por supuesto, el infaltable ‘derecho’. Claro, estábamos en la tierra de esa bebida que ostenta la denominación de origen, Jalisco.

En el Palacio Municipal, el alcalde de Guadalajara Enrique Alfaro ofreció una comida a quienes acompañaban a la quinceañera en tan importante celebración, periodistas de todo el país juntos para festejar el XV aniversario del nacimiento de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex).

En el predio de ese edificio construido entre 1949 y 1952 por el arquitecto Vicente Mendiola -quien reprodujo el estilo colonial de Guadalajara con sus arcos de medio punto y las columnas toscanas en los corredores-, estuvieron antes la Casa de Moneda y la sede del Arzobispado, esta última ocupada por fray Antonio Alcalde y Barriga, obispo de Guadalajara de 1771 a 1792.

Acerca de este importante personaje habló el cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, presbítero Tomás de Híjar Ornelas, quien dijo que Alcalde fue uno de los mayores benefactores de Nueva Galicia y entre sus obras se cuenta la gestión ante el rey Carlos IV para la creación de una universidad semejante a la de Salamanca, que culminó con la fundación de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara con las cátedras de Medicina y Derecho.

Palacio Municipal de Guadalajara.
Relató De Hijar Ornelas que este fraile utilizó la cuarta parte que le correspondía del diezmo de la diócesis para la realización de obras humanitarias, caritativas, sociales, culturales y piadosas, entre las cuales destacan la construcción del hospital de Belén -hoy hospital civil- que incluyó una iglesia y un cementerio; estableció la primera zona industrial de Guadalajara con tenerías y curtidurías, además de que creó el colegio de maestras del convento de santa Clara.

Asimismo, fray Antonio Alcalde y Barriga fue autor del primer desarrollo de vivienda social en América Latina al erigir diez casas por cuadra, en un total de 156 cuadras, para albergar a gente que venía de otros lugares al hospital, y también fue quien introdujo la imprenta en Nueva Galicia, donde se imprimió el periódico independiente “El Despertador Americano” (de diciembre de 1810 a enero de 1811) cuyo editor fue el doctor Francisco Severo Maldonado.

A su muerte, indicó De Híjar Ornelas, el obispo dispuso que su corazón quedara con las clarisas capuchinas en su convento ubicado en la zona más pobre de Guadalajara, donde permanece hasta nuestros días en un vaso de cristal.

En esta comida que ofreció la alcaldía de Guadalajara, durante la cual la presidenta de la Fapermex, maestra Consuelo Eguía Tornella, hizo un llamado a la unidad de los periodistas que integran el organismo, el cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara anunció la próxima inauguración del proyecto de rescate de un paseo al cual se le dio el nombre de Alcalde, que incluye la restauración del convento de san Francisco, del jardín de la Reforma, antes plaza de santo Domingo, así como del convento de san José de Gracia (antes de santo Domingo), en un esfuerzo de recuperación del centro histórico de Guadalajara por parte del municipio.

La ruta del tequila


La celebración continuó en la ciudad de Tequila con la exhibición de la jima en la bodega de añejos ‘La constancia’ de la casa Sauza y un recorrido por la destilería ‘La perseverancia’ de esa misma tequilera.


Ahí supimos que existe una escuela de jimadores en la que se enseña a las nuevas generaciones la técnica para el proceso de jimación, el cual se lleva a cabo con guantes y rodilleras de cuero; el corte de la penca debe ser exacto pues de lo contrario la piña o corazón del agave se amarga, además se tiene que evitar el contacto de la cera con la miel de la planta. (Continuará)

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