En las nubes
Carlos RAVELO GALINDO, afirma:
Hoy, justamente en el día de los santos, antes del día de
los muertos, es necesario pensar un poco en la esperanza. Esta esperanza,
decimos, que nos acompaña en la vida.
Desde la niñez fuimos aficionados a la lectura y todo libro
era devorado rápidamente. La lectura significo introducirnos en otra dimensión,
en un mundo fantástico y viajar conforme avanzaba en las páginas como parte del
grupo de protagonistas y dentro de los sucesos de las aventuras o cuentos que
leíamos.
Era otro tiempo. Solo se escuchaba la radio, la que con determinados
programas, exaltaba la imaginación.
Con los libros era otra cosa, te introducías al mundo de la
fantasía y tu mente divagaba con libre albedrio, por este mundo terreno o por
el espacio según el autor.
Rápidamente te aficionabas a un género literario y a
determinados autores.
Disfruta uno con el médico Fernando Calderón Ramírez de
Aguilar.
Sobre todo cuando aborda temas que ilustran y lo
compartimos, como ahora.
Ese tipo de lectura, coincidimos, te proporcionaba una
felicidad inaudita y cada vez querías más y más historias que leer. Ahora en
edad avanzada recordamos, haber ido a visitar los sepulcros en la ciudad de Paris,
donde yacen los restos mortales y, el espiritu, de quienes escribieron esos
libros y esa música que dio cultura y felicidad.
Nos recuerda que hoy cuando los cementerios del mundo están
casi por desaparecer en razón de que a la humanidad, no le importan los muertos,
recordamos bien lo que dijo Cristo: “Dejad que los muertos entierren a sus
muertos y seguidme”, excelente máxima del cristianismo, sin embargo difícil de
seguir.
En el barrio de Montparnasse, en el boulevard Edgar Quinet
en el numero 3 está aún el famoso cementerio de Montparnasse. Alberga una multitud
de personajes famosos que según los cuidadores y sepultureros los han
convertido en lugares turísticos.
Al entrar te invade una sensación de respeto por cada tumba
.Y grandes sorpresas al leer tantos nombres de gente ilustre. Maurice Leblanc,
autor de Arsenio Lupin. Guy de Maupassant autor del Horla y Bola de Sebo.
Charles Baudelaire, Susan Sontang.
Está el pequeñísimo y sencillo mausoleo de Don Porfirio Díaz
Mori.
Y de otro mexicano que debió de haber recibido el premio
nobel y que la academia sueca se lo negó: Carlos Fuentes autor de la silla del
águila y otros muchos más.
También el sepulcro de Marguerite Duras, mas allá la tumba
de Camille Saint Sáenz músico brillante autor del Cisne Y la de Cesar Vallejo poeta
Peruano. Tzara Tristan autor del Dadaísmo. Proudhon, brillante filósofo. Bruno
Cremer que personalizo al comisario Maigret, personaje de George Simenon.
A Julio Ruelas Pintor, ilustrador del modernismo Mexicano
autor de obras fantasmagóricas. La tumba del cirujano de Napoleón el inmortal Lisfranc.
Del editor Hachette a quien debemos la impresión de múltiples obras.
También al sociólogo Emile Durkheim y aquel que produjo todo
un escándalo, el famoso Dreyfus, y a quien defendieron y salvaron grandes escritores.
Todos ellos te dieron y ayudaron a tu formación.
En la Rué du Repos en el numero 16 está famoso cementerio fundado
por el padre Lachaise, jesuita confesor personal de Luis XIV durante 30 años el
extraordinario campo santo que lleva su nombre, cementerio de Pere Lachaise.
Los Parisinos en la actualidad van ahí a relajarse, a leer y
descansar entre su arboleda, pero tu que haces camino al andar entraras por la
gran puerta Al iniciar el recorrido encontraras los nombres de los mas importantes
músicos , filósofos, cantantes, literatos de tiempo atrás.
Al inicio del lado derecho en unas tumbas especiales se
encuentra el iniciador de la generación de banqueros, los Rothschild en
Francia.
Llama la atención la tumba de Abelardo y Eloísa los grandes
y sufridos amantes de la literatura francesa, mas adelante Miguel Asturias escritor
Guatemalteco, novelista de realismo puro, expulsado por motivos políticos de su
patria. Murió en Paris
Está la tumba de Pierre Bourdieu, gran representante de la sociología
contemporánea. El amante de George Sand, pseudónimo de Amantine Aurore Lucien
Lupin baronesa de Dudevant.
El del gran músico polaco Federico Chopin. Llama la atención
que su cuerpo ahí yace, pero su corazón esta en su ciudad natal, amor de su
vida, Polonia. Pidió que estuviera en la iglesia de Santa Cruz de Varsovia. La
de Honore de Balzac quien escribió la inolvidable y extraordinaria Comedia Humana.
Papa Goriot , Eugenia Grandet y no hay que olvidar que en la intersección de
los bulevares de Raspail y Montparnasse ahí su figura monumental hecha por
Augusto Rodin.
Oscar Wilde del cual llama la atención un Ángel monumental,
con las alas extendidas hacia atrás, con un miembro viril. Y como causaba molestia
al encargado del cementerio, aquél con un martillo lo golpeó hasta desprenderlo.
Hoy lo tiene como pisa papel en su escritorio.
Wilde homosexual fue detenido y encarcelado por petición del
padre de su pupilo. Durante su cautiverio escribe el famoso, De Profundis, obras
como sus cuentos El Ruiseñor y la Rosa, El Príncipe Feliz, y el Gigante
Egoísta.
Está la tumba de la genial cantante Edith Piaf cuyo nombre
real era Edith Giovanna Gassion. Recordamos el Himno al amor , asi como la de Non,
Je Ne Regrette Rien o Mon Legionnaire.
La del autor de la ópera Carmen, George Bizet, del toreador.
De otro músico y cantante ítalo francés Ives Montand junto a la artista Simon Signoret.
Está el hipogeo de Jules Michelet que escribió la
extraordinaria obra sobre la revolución francesa. Como los restos de Samuel
Hahnemann inventor de la Homeopatía y cerca están los restos de fabuloso
físico-químico Gay Lussac conocido por su contribución a las leyes de los
gases.
Confiesa don Fernando que en una tumba en muy mal estado vio
que se trataba de alguien muy especial sobre todo porque es médico cirujano. Es
el santuario en donde reposaban los restos nada más ni nada menos que de
Claudio Bernard.
Fue uno de los fisiólogos que aportaron grandes
conocimientos a la medicina, como la función del páncreas en la digestión, la
función glucogénica del hígado.
El mecanismo de acción del curare y de los anestésicos,
varias funciones del sistema nervioso y sobre todo el valioso concepto de la homeostasis,
un mecanismo que actúa siempre en retroalimentación negativa para controlar las
funciones del organismo, como en control del alza de glucosa, el incremento de
la presión arterial.
Está la sepultura del autor de en busca del tiempo perdido
de lo cual destaco la parte correspondiente a por “El camino de Swan”, Marcel Proust.
Del eminente Fernando de Lesseps quien realizo las obras del canal de Suez.
Eugene Pottier, autor de la letra de la Internacional que
cantan los obreros de todos los países Y la tumba de Modigliani y la de Camile Pissarro
famoso impresionista, mas adelante la tumba de Gustavo Le Bon eminente psicólogo
social al que no se le ha hecho justicia suficiente en sus aportaciones a la
psicosociología.
Isidora Duncan, estupenda bailarina y coreógrafa
estadounidense creadora de la danza moderna, allí reposan sus restos. También
los de Augusto Comte padre del positivismo y considerado el creador de la sociología.
Adelante descansa Jean de La Fontaine del siglo de oro francés.
Está la tumba de Joaquín Napoleón Murat mariscal y cuñado
del emperador, Napoleón, enfrente está también el sitio en donde descansan los
restos de Champolion, brillante egiptólogo que descifro los jeroglíficos Egipcios.
En el Columbario se observa el sitio en donde se colocó la
urna de María Callas en un sótano anegado por agua maloliente de la que fue robada
y encontrada a los dos días y sus cenizas esparcidos en el mar Egeo.
También la tumba de Jim Morrison, miembro de los Doors, es
muy visitada por sus admiradores.
Don Fernando insiste en charlar más sobre el tema, pero con
ironía le suplicamos no hablar de más. Y recordamos entonces la frase del colega
Octavio Raziel García, muy oportuna este día de difuntos:
“Cadáver el de Benito Juárez. Los demás son pinches muertos”
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