* Un asalto a la dignidad y la vida
De la Mesa de Redacción
De nuestra asociada RNU
Imagen de la ciudad de Bogotá. Foto de archivo: Dominic Chavez/Banco Mundial. |
“He visto gente viviendo en las aceras de India y de
California, junto a las líneas de ferrocarril en México y Filipinas, sin
electricidad en Cabo Verde y Serbia. He visto niños jugando en montones de
basura en asentamientos informales como si fueran trampolines y he visto a
personas con discapacidad languideciendo en habitaciones oscuras, aisladas de
la sociedad”, aseguró este miércoles Leilani Farha en su intervención ante el
Foro político de alto nivel sobre desarrollo sostenible que se celebra estos
días en Nueva York.
Se estima que unos 1600 millones de personas se alojan en
viviendas inadecuadas y cerca de 900 lo hacen en asentamientos informales tanto
en países de pocos recursos como en las naciones con mayores ingresos.
Aunque no hay estadísticas sobre los sin techo, la relatora especial afirma que es “un problema
grave , uno que apenas recibe la prioridad que merece”. Y añade: “hay pocas
ciudades que haya visitado en las que no haya visto gente en las calles
obligadas a comer, dormir, cocinar y defecar en las aceras. Se aferran a la
dignidad y la vida, pero es un hilo delgado”.
“Hay pocas ciudades que
haya visitado en las que no
haya visto gente en las calles
obligadas a comer, dormir, cocinar
y defecar en las aceras”
|
La relatora también afirma haber sido testigo también de
cómo comunidades enteras de marginados y grupos vulnerables han sido expulsados
de sus casas y tierras “a menudo por la fuerza bruta, durante un tiempo
inclemente, para que las industrias extractivas pudieran sacar su provecho o
para hacer espacio para un centro comercial o construir edificios de lujo”.
Para Farha, “lo que quizá es más preocupante de todo es que
todos estos asaltos a la dignidad y la vida se aceptan como rasgos inamovibles
del nuevo orden económico mundial”.
Peligra el Objetivo de Desarrollo número 11
Esta situación exige una reacción pronta por parte de los
Gobiernos y un cambio fundamental para crear estrategias de creación de viviendas
basadas en los derechos humanos o, de lo contrario, la relatora asegura que no
se conseguirá el objetivo 11 de la Agenda 2030, referida a la creación de
ciudades y comunidades sostenibles.
Tal estrategia tiene que poner en marcha mecanismos
institucionales independientes que supervisen el progreso en las políticas de
vivienda y tengan a los Gobiernos por responsables sentando objetivos y plazos.
Además, debe clarificarse cuáles son las obligaciones del sector privado y
regular los mercados inmobiliarios, financieros y de vivienda.
“Quiero ser muy clara porque he escuchado a algunos Estados
decir que no hay forma que puedan cumplir sus compromisos en los Objetivos de
Desarrollo Sostenible sin implicar al sector privado. Si eso es cierto, los
Estados deben reconocer y entender que la obligación de lograr el derecho a la
vivienda recae en ellos y no puede ser delegada a los actores privados”.
Casas más caras
ONU-Habitat, la agencia encargada de ayudar a la creación de
asentamientos humanos sostenibles, señala por su parte que aunque la proporción
de quienes viven en tugurios en áreas urbanas ha disminuido, el aumento de la
población mundial ha provocado que el número de personas que habitan en ellos
haya pasado de los 807 millones de personas en el año 2000 a los 883 en 2014, ,
según un comunicado publicado con motivo de la celebración del Foro en Nueva
York.
Además, la vivienda es cada vez más inasequible para grandes
sectores de la población, especialmente en África.
A ello se añade, que la contaminación del aire está en
aumento y que, aunque la provisión de transporte público está creciendo, sigue
siendo inadecuada.
“Las ciudades están creciendo a un ritmo más rápido que su
población, lo que genera costos más altos para infraestructura, más tráfico y más
contaminación”, se afirma en el comunicado.
Nueva York reafirma sus compromisos
En un acto paralelo a la celebración del Foro, el alcalde de
Nueva York, Bill De Blasio ha reafirmado “el compromiso de su ciudad en la
consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con la visión
compartida de un mañana mejor y más brillante”, un compromiso que ha sido
aplaudido por el Secretario General de la ONU. Nueva York se ha unido a la
llamada Revisión Local Voluntaria.
António Guterres recordó en un comunicado que las Naciones
Unidas lanzaron recientemente esa plataforma para que las ciudades y los
gobiernos locales puedan seguir nuevos caminos en el logro de una economía de
bajas emisiones de carbono y adaptarse al cambio climático.
Esta plataforma “es un primer paso hacia tales avances”,
aseguró Guterres que instó a otras ciudades y alcaldías a unirse” a ella.
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