* Se están cometiendo en todo el mundo enormes atrocidades y
abusos generalizados
* Urge Ban a impulsar una acción mundial más concertada en
los principios atemporales han prometido cumplir
De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Celebramos este jueves 10 de diciembre el Día Mundial de los
Derechos Humanos, instituido el domingo 10 de diciembre de 1950 en la
resolución 423 (V) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para
conmemorar el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos por la Asamblea General de la ONU en el mismo día pero de 1948
en París, Francia.
En la lenta evolución de los Derechos Humanos en la
historia, es a partir del siglo XVII cuando empiezan a contemplarse
declaraciones explícitas con base en la idea contemporánea del “derecho
natural”.
Inglaterra incorpora en 1679 a su constitución la Habeas
Corpus Act (Ley de hábeas corpus) y la Bill of Rights (Declaración de Derechos)
en 1689. En Francia como consecuencia de la Revolución francesa, se hace
pública, en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
En 1927 el Convenio de Ginebra prohíbe la esclavitud en
todas sus formas. Los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la Moral
Internacional (1937), Relaciones Sociales (1927), Relaciones Familiares (1951)
y el Código de Moral Política (1957), son intentos parciales de la conciencia
pública por regular una seguridad mínima de respeto al individuo, habitualmente
ignorado por los Estados.
Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial la Sociedad
de Naciones impulsó los Convenios de Ginebra sobre seguridad, respeto y
derechos mínimos de los prisioneros de guerra, y en 1948 tras la Segunda Guerra
Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el documento
titulado “Declaración Universal de Derechos del Hombre”, conjunto de normas y
principios, garantía de la persona frente a los poderes públicos.
En virtud del artículo 68 de la Carta de las Naciones
Unidas, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas creó la Comisión
de Derechos Humanos.
A este organismo, formado por 18 representantes de Estados
miembros de la ONU, se le encomendó la elaboración de una serie de instrumentos
para la defensa de los derechos humanos.
Dentro de la Comisión se creó un Comité formado por ocho miembros,
que serían Eleanor Roosevelt (nacional de Estados Unidos), René Cassin
(Francia), Charles Malik (Líbano), Peng Chun Chang (China), Hernán Santa Cruz
(Chile), Alexandre Bogomolov/Alexei Pavlov (Unión Soviética), Lord
Dukeston/Geoffrey Wilson (Reino Unido) y William Hodgson (Australia).
Fue también de especial relevancia la intervención de John
Peters Humphrey, de Canadá, director de la División de Derechos Humanos de la
ONU.
El proyecto de Declaración se sometió a votación el 10 de
diciembre de 1948 en París, y fue aprobado, por los que entonces eran los 58
Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, con 48 votos a favor y las 8
abstenciones de la Unión Soviética, de los países de Europa del Este, de Arabia
Saudí y de Sudáfrica.
Además, otros dos países miembros no estuvieron presentes en
la votación.
Puede consultar el texto de la Declaración haciendo clic:
Mensaje del sudcoreano Ban Ki-moon, secretario general de la ONU:
Ante las enormes atrocidades y abusos generalizados que se
están cometiendo en todo el mundo, el Día de los Derechos Humanos debería
impulsar una acción mundial más concertada para promover los principios
atemporales que colectivamente hemos prometido cumplir.
En un año en que se conmemora el 70º aniversario de las
Naciones Unidas, podemos inspirarnos en la historia del movimiento de derechos
humanos moderno, que surgió a raíz de la Segunda Guerra Mundial.
Entonces, el Presidente de los Estados Unidos de América,
Franklin D. Roosevelt, definió cuatro libertades básicas como derechos
inalienables de todas las personas: la libertad de expresión, la libertad de
culto, la libertad para vivir sin miseria y la libertad para vivir sin temor.
En las Naciones Unidas, su esposa, Eleanor Roosevelt, unió sus fuerzas con
paladines de los derechos humanos de todo el mundo para consagrar esas
libertades en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Los retos extraordinarios de hoy pueden considerarse —y
afrontarse— a través del prisma de estas cuatro libertades.
Primera: la libertad de expresión. Esta libertad se niega a
millones de personas y está cada vez más amenazada, por lo que debemos
defender, preservar y ampliar las prácticas democráticas y el espacio de la sociedad
civil. Ello es esencial para una estabilidad duradera.
Segunda: la libertad de culto. En todo el mundo, los
terroristas se han apropiado de la religión y han traicionado su espíritu al
asesinar en su nombre.
Otros están atacando a las minorías religiosas y
aprovechan los temores para obtener beneficios políticos. En respuesta a ello,
debemos promover el respeto por la diversidad basado en la igualdad fundamental
de todas las personas y el derecho a la libertad de religión.
Tercera: la libertad para vivir sin miseria. Gran parte de
la humanidad sigue sin tener esta libertad. En septiembre, los dirigentes del
mundo aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con el objetivo de
poner fin a la pobreza y permitir que todas las personas puedan vivir con
dignidad en un planeta pacífico y sano. Ahora debemos hacer todo lo posible
para que esta visión se materialice.
Cuarta: la libertad para vivir sin temor. Los millones de
refugiados y desplazados internos son un trágico resultado del incumplimiento
de esta libertad. Desde la Segunda Guerra Mundial nunca tantas personas se
habían visto obligadas a huir de sus hogares.
Esas personas huyen de la guerra,
la violencia y la injusticia a través de continentes y océanos, a menudo
arriesgando sus vidas. En respuesta a ello, no debemos cerrar las puertas sino
abrirlas y garantizar el derecho de todos a pedir asilo, sin discriminación
alguna. Los migrantes que intentan escapar de la pobreza y la desesperanza
también deben poder disfrutar de sus derechos humanos fundamentales.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la protección de los
derechos humanos como base de nuestra labor. Este es el espíritu de la
iniciativa de las Naciones Unidas Los Derechos Humanos Primero, cuyo objetivo
es impedir violaciones en gran escala y responder a las que se cometan.
En ocasión del Día de los Derechos Humanos, volvamos a
comprometernos a garantizar las libertades fundamentales y a proteger los
derechos humanos de todos.
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