De la Mesa de Redacción Rafael Castilleja
De Arcano Político
Se abre en 45 por ciento la brecha salarial entre latinoamericanas
inmigrantes y afrodescendientes en relación al salario masculino en Estados
Unidos, denunció en Washington, este miércoles 8 de marzo la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA motivo del Día
Internacional de la Mujer.
En 2015, las mujeres que trabajaban a tiempo completo en los
Estados Unidos ganaban en promedio 78 centavos por cada dólar que ganaba un
hombre, una brecha salarial de casi 20 por ciento, y un aumento de sólo 17
centavos de dólar desde que la Ley de Igualdad de Pago de 1963 fue promulgada.
Los datos son aún más problemáticos con respecto a las
mujeres de minorías raciales, quienes están sujetas a discriminación racial además
de la discriminación de género.
En este sentido, en los Estados Unidos, en promedio, a las
mujeres afrodescendientes se les paga sólo 64 centavos y a las latinoamericanas
sólo 54 centavos por cada dólar que gana un hombre.
Lo mismo ocurre en los países latinoamericanos: en Brasil,
por ejemplo, mientras que las mujeres ganan un salario promedio de $430 en
comparación con $ 610 de los hombres, las mujeres afrodescendientes son las
menos pagadas, con $315.
La Comisión apoya la iniciativa de la Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas para centrar su
61ª sesión en el tema del “Empoderamiento económico de las mujeres en el mundo
del trabajo”, ya que reconoce que la igualdad de género y el empoderamiento de
todas las mujeres y niñas son fundamentales para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza, y son un prerrequisito para lograr avances en todos
los objetivos y metas de desarrollo sostenible.
La Comisión observa que la discriminación en contra de las
mujeres continúa arraigada en las desigualdades estructurales e inequidades
entre hombres y mujeres en todos los países del hemisferio, y que el lugar de
trabajo no es la excepción a esta realidad.
En efecto, a pesar del aumento significativo de la
participación de las mujeres en el mercado laboral en las últimas décadas, la
Comisión observa que una serie de obstáculos continúan impidiendo que las
mujeres de las Américas tengan acceso a la igualdad de oportunidades de trabajo
y condiciones de empleo, a un empleo de calidad y a un lugar de trabajo libre
de acoso sexual.
En este sentido, la Comisión ha recibido información acerca
de la brecha salarial entre hombres y mujeres, independientemente del nivel de
educación o de formación de las mujeres.
En 2015, las mujeres que trabajaban a tiempo completo en los
Estados Unidos ganaban en promedio 78 centavos por cada dólar que ganaba un
hombre, una brecha salarial de casi 20 por ciento, y un aumento de sólo 17
centavos de dólar desde que la Ley de Igualdad de Pago de 1963 fue promulgada.
Los datos son aún más problemáticos con respecto a las
mujeres de minorías raciales, quienes están sujetas a discriminación racial además
de la discriminación de género.
En este sentido, en los Estados Unidos, en promedio, a las
mujeres afrodescendientes se les paga sólo 64 centavos y a las latinoamericanas
sólo 54 centavos por cada dólar que gana un hombre.
Lo mismo ocurre en los países latinoamericanos: en Brasil,
por ejemplo, mientras que las mujeres ganan un salario promedio de $430 en
comparación con $ 610 de los hombres, las mujeres afrodescendientes son las
menos pagadas, con $315.
La Relatora sobre los Derechos de la Mujer, Comisionada
Margaret May Macaulay, también expresó su preocupación por la importancia de
discutir "el carácter apremiante del acoso sexual que las mujeres tienen
que combatir en todas las esferas del
trabajo y sus devastadoras consecuencias".
El acoso sexual es un problema generalizado que afecta a las
mujeres en todo tipo de lugares de trabajo, en todos los niveles de empleo, y
en cada país del hemisferio. Los estudios han demostrado que el acoso sexual
tiene un daño significativo en la salud física, mental y emocional de las
trabajadoras.
Al respecto, la Comisión exhorta a los Estados a responder
hacia las conductas que afecten la
dignidad de las mujeres en el lugar de trabajo o generen un ambiente de trabajo
hostil o inseguro, y solicita a los Estados adoptar medidas inmediatas y
efectivas para investigar y sancionar a los autores de esta forma de violencia
contra las mujeres.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización
de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la
observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo
de la OEA en la materia.
La CIDH está integrada por siete miembros independientes que
son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no
representan sus países de origen o residencia.
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